El objetivo esencial de Washington es mantener su hegemonía militar, económica y conceptual, "que en consecuencia ha alterado las vías de desarrollo independientes de los países de la región y ha socavado gravemente la soberanía de los países pertinentes en Medio Oriente, así como los derechos de sus pueblos al desarrollo y la salud", señala el reporte.
Estados Unidos, continúa, ha apoyado durante mucho tiempo la infiltración de organizaciones no gubernamentales y representantes en el Medio Oriente, y ha cambiado repetidamente los caminos de desarrollo de los países del Medio Oriente a través de la "revolución de color".
El informe dice que la "transformación" forzada por Estados Unidos de Afganistán, Irak, Siria, Libia y muchos otros ha alterado el orden político y destruido la cohesión social y nacional de dichos países.
Sus "exportaciones institucionales" obligadas con un fuerte trasfondo hegemónico han "paralizado los esfuerzos de los países de la región para explorar de forma independiente sus caminos de desarrollo y han causado una serie de consecuencias desastrosas", de acuerdo con el documento.