Según él, la nueva realidad geopolítica emergente tiene un impacto negativo en la estabilidad de todo el continente asiático.
"Las situaciones de crisis afectan directamente a los países de Asia Central, frenando nuestros esfuerzos por profundizar en la integración económica", añadió Shavkat Mirziyoyev.
Subrayó que la situación en Afganistán requiere una atención especial.
"Lamentablemente, debido a la aparición de otros problemas internacionales graves, la cuestión de Afganistán ha quedado relegada a un segundo plano. No podemos permitir que se repita la amarga experiencia de hace treinta años, cuando ese país se convirtió en un foco de terrorismo internacional. Tenemos que desarrollar enfoques comunes y coordinados para la interacción con el gobierno interino de Afganistán", continuó Mirziyoyev.
El Presidente de Uzbekistán propuso preparar un llamamiento conjunto de los países asiáticos a la Asamblea General de la ONU con la iniciativa de formar un grupo negociador internacional de alto nivel para preparar y acordar con las autoridades afganas un algoritmo para la aplicación gradual de los compromisos de las partes.
También llamó la atención sobre el hecho de que los países asiáticos se enfrentan cada vez más a un amplio ataque de ideas radicales.
"Las fuerzas destructivas están reclutando activamente a los jóvenes en organizaciones extremistas, utilizando nuevos métodos de propaganda e influencia ideológica. En este sentido, debemos establecer una cooperación sistemática para proteger a la generación joven del radicalismo y canalizar su energía y entusiasmo por la creación", dijo en esta ocasión.
Sugirió lanzar un nuevo formato llamado Diálogo de Generaciones.
"Estamos dispuestos a celebrar la primera reunión de este tipo en Samarcanda en abril de 2023 en el marco del Foro de Jóvenes Líderes", dijo Shavkat Mirziyoyev.
En su opinión, esto ayudará a que personas de diferentes edades se entiendan mejor y encuentren soluciones a los problemas más acuciantes de los jóvenes.