Todos, familias y empresas, somos conscientes de que los momentos actuales, por una conjunción de factores, se distinguen en gran medida por la incertidumbre económica. Pero al mismo tiempo, especialmente los empresarios son sabedores de que éstos son igualmente tiempos de oportunidades, y de muy buenas oportunidades. Hay que contar, eso sí, e invariablemente, con la capacidad y el instinto para detectarlas, para acometerlas: con los necesarios recursos humanos y con los oportunos recursos económicos. Es aquí donde el capital privado se está instituyendo, con gran fuerza en España en este 2022, en verdadero motor del crecimiento empresarial y del desarrollo de negocio. La financiación alternativa se está revelando, y en DEXTER lo percibimos con mayor empuje mes tras mes, en una herramienta indispensable para sacar adelante proyectos de calidad con buenos gestores al frente, y en sectores de muy distinto perfil y naturaleza.
Es cierto que la financiación inmobiliaria con capital privado, como paso previo a una financiación bancaria, atraviesa una fase de auténtico apogeo; y ello debido a que la compra-venta de viviendas se mantiene en niveles muy altos, lo que sigue animando a promotores y constructores, con singular énfasis en capitales de provincia, en grandes ciudades y en la costa.
Pero no es menos cierto que de manera recurrente se está acudiendo a los préstamos-puente, con garantía hipotecaria, en el caso de empresarios que se encuentran con necesidades inmediatas de liquidez, en el corto plazo, y disponen de un patrimonio y unos activos que operan como colchón para sostener la buena marcha de sus empresas.
Vamos camino de cerrar un 2022 en el que, como líderes en gestión e intermediación financiera, podemos constatar de primera mano que los fondos están entrando y asentándose con fuerza en nuestro mercado y, de la mano de DEXTER, encontrando la agilidad, la eficacia, la seguridad y la transparencia necesarias para acertar en las colocaciones de capital.
No sólo es que ésta sea una ‘vía de no retorno’ sino que su crecimiento, por inercia y por resultados, va a ser una constante en 2023. La banca tradicional, legítimamente como negocio, ha dejado de considerar prioritarias determinadas operaciones de financiación que, realmente, siguen teniendo un potencial extraordinario, y ese espacio natural, cada vez más ancho, lo está ocupando la financiación alternativa.
Hay un cambio cultural en la propia mentalidad de los emprendedores, de los financieros, de los asesores jurídicos y de los cuadros directivos en general que ven, con más claridad que nunca en nuestro país, que la ‘caja de herramientas’ para desarrollar proyectos de éxito es amplia y es rica. Tenemos una autopista atractiva por recorrer, con clientes a los que convertimos en nuestros mejores aliados y de los que tenemos el pleno convencimiento de que nos convertimos en sus mejores compañeros de viaje. Sigamos creciendo juntos.