La subida de la cesta de la compra, los carburantes y los suministros energéticos, entre otros bienes básicos, ejercen ahora una presión en la capacidad de pago de las familias, que son incapaces de atender al alquiler en el tiempo y forma acordados. Esta coyuntura se traduce en un aumento de los casos de impago, tendencia que parece que se sostendrá a corto plazo.
Aumentan las dificultades para pagar el alquiler
Las dificultades económicas a las que están sometidos los inquilinos están provocando que muchos de ellos se vean obligados a pagar la renta fuera del plazo estipulado en sus contratos. En concreto, durante el último año, el número de inquilinos que tuvo que abonar más tarde del día 7 la cuantía acordada ha subido un 55%. “Mes a mes el coste de los productos básicos se va encareciendo y, ante las dificultades para afrontar los gastos, no son pocos los que, queriendo pagar, se ven obligados retrasar el abono de las rentas”, explican desde la Fundación Alquiler Seguro.
El Estudio sobre Morosidad en Arrendamientos Urbanos en Cataluña también revela que existen situaciones en las que el inquilino no puede llegar a hacer frente al pago del alquiler. En concreto, entre junio de 2021 y el mismo mes de 2022 los impagos crecieron un 6,2% de media en la comunidad catalana.
En cuanto a los diferentes territorios que componen Cataluña, Barcelona es la región que más ha sufrido los efectos de esta situación, con un aumento de la morosidad del 8,1%. Tras esta región, se encuentran Tarragona y Gerona, con un incremento del 2,4% y, por último, Lérida con un 2,3%. “La precaria situación económica de muchas familias por las restricciones de la COVID-19 se ha visto agravada por un aumento descontrolado de los precios”, explican desde la Fundación Alquiler Seguro.
La deuda media supera los 8.896 euros
El Estudio sobre Morosidad en Arrendamientos Urbanos en Cataluña que presenta hoy la Fundación Alquiler Seguro, también ofrece otros datos de especial relevancia, como cuál fue la cantidad media adeudada por la falta de pago de la renta. Entre junio de 2021 y el mismo mes de 2022, los inquilinos catalanes dejaron a deber a sus arrendadores 8.896 euros de media. “A medida que van pasando los meses y los precios continúan incrementándose, la deuda que contraen las familias con los propietarios es mayor”, analizan.
Al igual que ocurre con la morosidad, la cuantía adeudada por los arrendatarios es muy diferente dependiendo del territorio. Por encima de la media de la comunidad se encuentra Barcelona (11.941 euros), Tarragona (5.277 euros), Gerona (4.538euros) y Lérida (3.321).
Tras un año con la tasa de inflación disparada las previsiones indican el inicio de una moderación en los precios, debido al impacto de las políticas monetarias restrictivas del BCE y el riesgo de recesión global. A pesar de estas perspectivas, la capacidad de pago de los ciudadanos ha quedado gravemente comprometida, por lo que desde Fundación Alquiler Seguro se prevé que las dificultades de los inquilinos para pagar las rentas de sus alquileres no disminuirán en los próximos meses.
El Departamento de Estudios de la Fundación Alquiler Seguro cuenta con un profundo conocimiento en el sector de los arrendamientos. Su principal objetivo es facilitar información y dotar de transparencia a un mercado tradicionalmente opaco para promover su desarrollo y profesionalización. La dilatada experiencia de Alquiler Seguro en el sector, sumado a la consulta y análisis de datos propios y de fuentes externas, son las bases de los estudios del Departamento que de forma periódica, publica documentos de interés para su consulta.
Fundación Alquiler Seguro tiene como objetivo integrar y gestionar todos los esfuerzos solidarios que Alquiler Seguro Grupo lleva realizando desde sus comienzos con especial sensibilidad en las soluciones habitacionales para personas en riesgo de exclusión social.