De acuerdo con la normativa actual, los titulares de los complejos industriales deben comunicar a sus autoridades competentes anualmente información sobre: emisiones de determinadas sustancias contaminantes al aire, agua y suelo, emisiones accidentales y transferencias de residuos fuera de los complejos industriales.
Debido a todo ello, se diferencian entre emisiones de productos que afectan a la atmósfera, al suelo y al agua de forma directa e indirecta y por lo tanto se pueden sacar estadísticas desde muchos puntos de vista.
Dado que la Agenda 2030 tiene su base en la idea del cambio climático y que este cambio climático viene especialmente determinado por la emisión de CO2 a la atmósfera y que, debido a ello, ha sacado normas que aplican a los países miembros en todos sus entornos productivos y, de forma sustancial, tanto a las industrias como al sector primario, creo que va siendo hora de conocer como está evolucionando la emisión de CO2 en España.
Debemos tener en nuestra mente que lo que se aplica con dureza y se exige que se cumpla en la Unión Europea, se olvida a la hora de importar productos de otros países que están muy lejos de cumplir con las exigencias europeas. Cumplir las exigencias europeas, supone poner en marcha sistemas muchos más caros y sofisticados, que encarecen los productos y que los hace más ecológicos, pero menos competitivos.
Cuando una empresa industrial europea tiene que competir con una de los Estados Unidos, la europea tiene un producto que emite menos CO2, consume menos y por lo tanto es más ecológico, pero es más caro y no todos los europeos pueden comprarlo. Y si esto lo comparamos con China o la India, la situación se pone mucho peor para el producto europeo.
Pero lo que ahora quiero enseñar a los lectores es lo que ha pasado en España con la emisión de CO2 en los últimos 10 años. En los próximos análisis podamos comparar quien cumple con las normativas europeas, quien las cumple mejor y quienes siguen usando el carbón y otros sistemas de producción de energía que contaminan pero que al producir energía más barata, reduce los costes de producción.
He aprovechado, la existencia de los datos para además montar los datos por comunidades y poder ver a si las comunidades que menos CO2 emiten y las que más lo hacen.
Así tenemos que, en el año 2012, en España se emitían 145,402 millones de toneladas de CO2 al año. En aquellos momentos, Andalucía con 27.342 millones de toneladas era la comunidad con mayor emisión de CO2, seguida de Asturias con 19,967 millones y Galicia era la tercera con 16,588 millones.
La que menos emitía era La Rioja con 49.480 toneladas, aunque viendo cómo ha evolucionado, este dato debía ser incorrecto, seguida de Extremadura con 791 mil toneladas y la Comunidad de Madrid con 1,783 millones de toneladas.
Diez años después en el 2021, ha habido una bajada del 41,0% y las toneladas emitidas han sido de 85,795 millones, siendo todavía Andalucía, con 16,923 millones de toneladas la comunidad con mayor emisión, aunque ha sido capaz de bajar un 38,3% el volumen de sus emisiones. La segunda comunidad que más emite es Cataluña con 11,803 millones de toneladas y una reducción del 25,0% y la tercera ha pasado a ser Asturias con 10,494 millones de toneladas y a pesar de sus bajadas del 47,4% todavía ocupa una posición que no le corresponde por número de habitantes.
Las tres que menos emiten son La Rioja con 553 mil toneladas y un incremento del 1.017%, lo cual indica que el dato de partida del 2012 debe ser erróneo, le siguen Extremadura con 768 mil y Navarra con 910 mil.
Las regiones que mayor esfuerzo han hecho son Galicia, que ha bajado un 70,2% su emisión, Navarra, que lo ha hecho un 64,3%, y Aragón, con un 63,6% se nota que han hecho un gran esfuerzo para ponerse al día.
Si a continuación, y utilizando la cifra de población, sacamos el rato de toneladas de CO2 emitidas por habitante, tenemos que en España emitimos 1,82 toneladas por habitante.
Las tres comunidades menos contaminantes en la emisión de dióxido de carbono son Madrid, con solo 0,27 toneladas por habitante, aunque es cierto que en 10 años no ha conseguido reducir la emisión de CO2, sino que la ha aumentado en un 2,7%, le sigue Extremadura con 0,73 toneladas, casi 3 veces más que Madrid y la tercera es la Comunidad Valenciana.
Cataluña, a pesar de ser la segunda en valor absoluto, es la quinta en toneladas por habitante.
Las tres peores, son Asturias con 10,37 toneladas por habitante y, a pesar del esfuerzo, va a tener que seguir haciendo cosas, Cantabria, que no ha publicado datos de 2021 y estamos con los de 2020, con 4,02 toneladas y Murcia es la tercera, pero con 3,02 toneladas.
Aparentemente el esfuerzo realizado en nuestro país por reducir las emisiones de dióxido de carbono ha sido muy importante y digo aparentemente hasta que hayamos comparado a España con el resto de Europa y el resto del mundo.
Pero conseguir reducir en 10 años el 41%, no parece para nada un esfuerzo vulgar.