Actualmente, de todo premio que supere los 40.000 euros, un 20% corresponde a Hacienda, de manera que sólo los ganadores del primer premio (200.000 euros por décimo) y del segundo premio (75.000 euros por décimo), verán sus premios reducidos por los impuestos. Esto se hace de forma automática cuando se va a cobrar el décimo, por lo que, a priori, no hay que hacer ningún trámite. Sin embargo, a la hora de presentar la declaración de la renta, los premios de la lotería deben incluirse en el apartado de "Ganancias y Pérdidas Patrimoniales no derivadas de la Transmisión de Elementos Patrimoniales", ya que, si no se indica su origen en la declaración de la renta, Hacienda podría interpretar, que se trata, por ejemplo, de una donación y gravarla con el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. También cabe mencionar que, aunque los premios de la Lotería del Niño no repercuten en la base imponible del IRPF, sí se deberán declarar los posibles rendimientos que este dinero obtenido pueda generar a los premiados, como por ejemplo los intereses bancarios o la compra de acciones que generen dividendos.
Hasta aquí no parece demasiado complicado, pero si el décimo se ha compartido, hay que tener en cuenta que, mientras el impuesto se calculará sobre el premio global, cada una de las personas que hayan percibido el premio deben incluir su parte proporcional en la declaración de la Renta. Lo mismo ocurre a la hora de cobrarlo. Para poder hacerlo, todos los ganadores deben identificarse ante el banco que vaya a efectuar el pago del premio. Y, en caso de que no sea posible reunir a todos, siempre existe la posibilidad de designar a un responsable que realice las gestiones en nombre de todos. No obstante, este encargado debe ser designado mediante un documento público firmado ante notario por todos los dueños del décimo. Al igual que con los décimos cobrados de forma individual, es recomendable indicar de dónde procede la cantidad repartida por el encargado de cobrar el premio en la declaración de la renta para no originar confusión en la Agencia Tributaria.
Para los usuarios de Taxfix, este proceso se realiza de forma automática. La información se extrae de Hacienda, reflejándose directamente en la declaración de la renta para que esté correctamente preparada. Este borrador es, además, revisado por expertos fiscales, disponibles para resolver las dudas de cada contribuyente de forma personalizada.