En tan sólo 3 años, Varela ha creado un grupo sólido y solvente que opera con la visión de liderar la gastronomía descentralizada y que ofrece cocinas elaboradas en barrios brindando una experiencia diferencial que, hasta la fecha, sólo era habitual encontrar en zonas turísticas o en el centro. En los últimos tres años, se han invertido cerca de 3 millones de euros provenientes de fondos propios, reinversión propia e inversión bancaria. El Grupo Cabo se conforma de 8 restaurantes y emplea a un total de 112 trabajadores. En la actualidad tiene una facturación de 5M€ y se prevé una facturación de 8M€ para el ejercicio del 2023. Cabo Bar fue el primer restaurante del grupo y a la vez es el que está en cabeza de facturación, con resultados de 1,5 M€ al año. Este modelo de éxito tiene especial mérito si se tienen en cuenta las circunstancias en las que Grupo Cabo se creó, pues sabiendo el impacto económico que la pandemia tuvo en la hostelería, los números hablan por sí solos, estableciéndose como indicadores de la gran acogida que esta propuesta ha obtenido.
El modelo de negocio, en palabras de Rodrigo Varela, siempre estuvo claro: queríamos huir de los barrios de moda de Barcelona para ofrecer a los vecinos de la ciudad una gastronomía de calidad, desenfadada y a precios democráticos. Por y para la gente de Barcelona. En esta sintonía, la periferia y los barrios alejados del centro han sido los centros neurálgicos del crecimiento del grupo. En los 8 restaurantes repartidos por toda la ciudad predomina el ambiente desenfadado, una cocina cuidada y una minuciosa selección de vermuts, vinos naturales y cervezas artesanales. Una propuesta esmerada que pone en valor al cliente de barrio, que valora la calidad como cualquier cliente con poder adquisitivo alto.
En la actualidad, los restaurantes que conforman Grupo Cabo son: Cabo Bar, Casa Cabo, Cabo Nou, Bodega del Cabo, La Barraca, Susheria, Indi y La Mala. Todos ellos tienen el sello que diferencia al grupo de los demás: un concepto de gastronomía accesible, de calidad y que respeta la identidad del restaurante así como las líneas de negocio detrás de cada uno de ellos.
Este concepto de gastronomía accesible es, para nosotros, lo que llamamos los chiringuitos urbanos, explica Rodrigo Varela. Este concepto de restaurante fue una realidad con la apertura del Bar Cabo, el primer restaurante del grupo y el que, a su vez, tiene la facturación más alta. La construcción de locales con este carácter no es más que el reflejo de la mentalidad callejera que impregna al grupo, la misma que busca la proximidad con la gente de Barcelona, de ahí que su target sea el más variado, pues no entienden de edad y tampoco pretenden hacerlo.
La segunda línea de negocio es la de cocina viajera. Presente en restaurantes como India o Susheria, se alejan del tapeo que encontramos en los chiringuitos urbanos para ofrecer una carta de fusión asiática y en los que se presenta el mayor número de cervezas artesanas. A diferencia de la variedad de target anterior, en estos restaurantes podemos encontrar un público más adulto y moderno.
La tercera y última línea de negocio, es el de cocina de toda la vida, en el que se repite la variedad del público y en el que se ofrece una cocina de mercado y de proximidad.
Con todo, Grupo Cabo tiene muy clara su visión: ofrecer al público barcelonés una cocina honesta pensada en aquellos que, sin excentricidades, también quieren disfrutar de la auténtica gastronomía.
· Más info: https://grupocabo.es/