El BCE ha cumplido con sus orientaciones, aumentando los tres tipos de interés de referencia 50 puntos básicos y anticipando una subida de igual magnitud en marzo. Esto no ha extrañado a nadie, no solo porque fue la orientación que transmitieron en la reunión de diciembre, sino porque varios miembros reconocidos del BCE han centrado el contenido de sus últimas intervenciones en defender esta postura. Sin embargo, parece que la hoja de ruta que ha tratado de definir para el segundo trimestre de 2023 no ha sido suficiente para contentar a los mercados. La posibilidad de un retorno al enfoque “reunión por reunión” y a depender de los datos parecía cada vez más clara a medida que la presidenta Lagarde, durante la rueda de prensa tras la reunión, iba repitiendo que, a partir de marzo, tendrían que “evaluar la trayectoria posterior de su política monetaria”. Esto no ha bastado para convencer a los participantes de mercado sobre la determinación de un BCE cada vez más preocupado por las presiones inflacionistas provenientes de una inflación subyacente incómodamente alta y de un mercado de trabajo demasiado rígido. La lógica detrás de esto parece ser que las subidas no se van a detener en marzo, pero sí que la puerta está abierta para ralentizar el tamaño y el ritmo de las subidas a partir de entonces. La correspondiente caída de los tipos de la zona del euro, a medida que los mercados reevaluaban el nivel terminal y la trayectoria de los tipos de la zona del euro a lo largo de la curva, comenzó a pesar sobre el euro.
Sin embargo, el ímpetu de estas operaciones pronto comenzó a perder fuerza a medida que Lagarde reiteraba que la determinación del BCE de mantener los tipos elevados y reducir la inflación al 2% "no debería ponerse en duda". Una señal de que el 3% no es el punto final definitivo del ciclo de subidas del BCE. Esto se ajusta a nuestra opinión de que el BCE pondrá fin a su ciclo de subidas en el segundo trimestre a un tipo terminal del 3,25% y a nuestras últimas previsiones sobre el EURUSD, que prevén que el par de divisas cotice en el rango 1,08-1,10 en el primer trimestre, ya que quedan obstáculos antes de que los 1,10 sean sostenibles.
La percepción general es que Lagarde no ha aportado demasiada información nueva respecto a los próximos pasos de las decisiones sobre los tipos de interés y ni respecto a las perspectivas económicas del BCE. No así para los planes de ajuste cuantitativo adelantados en diciembre.
El BCE ha declarado ahora que el QT incluirá tanto bonos públicos como corporativos y que dentro del PSPP, las reinversiones parciales se realizarán de forma proporcional al perfil general de amortización de los emisores nacionales y supranacionales, mientras que dentro del CSPP, las reinversiones parciales se inclinarán hacia los emisores con mejores resultados climáticos