El informe va en la línea de lo expresado oficialmente por Marruecos, que niega las acusaciones de Amnistía Internacional según las cuales habría espiado teléfonos móviles de personalidades nacionales y extranjeras a través del programa israelí Pegasus.
En su informe, Scott apunta que algunas organizaciones se han convertido en "su propio sistema judicial global", una situación que les permite señalar a instituciones y gobiernos sin "pruebas verificables para sus afirmaciones".
"Tal alejamiento de los cimientos de nuestro sistema de justicia colectiva representa una grave amenaza para la ciencia y la geopolítica", enfatizó el experto, que considera que las acusaciones de la ONG tienen el "potencial de poner en peligro las relaciones internacionales con otros países", según recoge el
Moroco World News.
Espionaje a 200 móviles españoles
El año pasado, un informe publicado por el periódico británico The Guardian apuntaba a Marruecos como posible autor del espionaje a más de 200 móviles españoles que habrían sido seleccionados como objetivos de vigilancia por parte de un cliente específico de NSO Group.
Según dicha información, las selecciones de estos números móviles ocurrieron en 2019, y la cifra podría incluir más de 50.000 números de personas seleccionadas como posibles objetivos de vigilancia por clientes de la compañía israelí.
Entonces se hizo público que el programa espía había infectado los móviles del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y de la ministra de Defensa, Margarita Robles. Meses más tarde, un informe llevado al Parlamento Europeo señaló al país africano como responsable.
El documento, no obstante, también ponía al Ejecutivo de Sánchez en el punto de mira: “El Gobierno español probablemente fue el primer cliente de la Unión Europea del Grupo NSO”.