Y lo estamos consiguiendo. Falta camino por recorrer, pero las bases están bien sentadas y nada ni nadie las podrá cambiar. Los gitanos y las gitanas de cualquier país del mundo han interiorizado que lo que conseguimos en Londres es la garantía que nos permite estar orgullosos de ser gitanos y gitanas, portadores de una cultura milenaria que antepone, por encima de todo, la fidelidad a la familia, el respeto a los mandatos de nuestros ancianos, la valoración suprema de la salud, sostén e nuestra existencia y la fidelidad inviolable a la libertad que es el don supremo con que nos distinguió Devel.
El día 8 de abril es nuestro Día. Y ese día, y solo ese día, debemos celebrarlo yendo a la orilla de los ríos cercanos para cantar y llorar todos unidos como un solo pueblo. Las demás celebraciones, y sobre todo las oficiales, las agradecemos sinceramente. Pero la celebración de la ceremonia del rio solo puede y debe celebrarse el día 8 de abril.