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LA VERDAD POR DELANTE

¿Derogar el sanchismo? ¿Quién?

¿Derogar el sanchismo? ¿Quién?
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· Por Enrique Calvet, ex europarlamentario y Presidente de ULIS

martes 09 de mayo de 2023, 05:57h
Hace poco tiempo que el PP acuñó un eslogan ingenioso que dice “ hay que derogar el sanchismo” o, incluso, su Presidente lo ha fortificado afirmando: ”voy a derogar el sanchismo”. El PP, cuando es inventivo, dice lo que sabe, pero es menester averiguar si sabe lo que dice. Porque cabe definir el “sanchismo derogable” a partir de ese mismo momento, para comprender la gravedad de la situación tanto como para dar credibilidad al PP que ya se ve vencedor (¡Ay la piel del oso!) en sus posibilidades y afanes derogatorios. Por ejemplo, cabe reconocer que la intención de anular el sanchismo no abarca los conceptos de gestión, y ni mucho menos de gestión económica, algunos muy positivos (el último acuerdo salarial, verbigracia).

Las gestiones, en democracia, se mejoran, se adaptan, se modifican, se corrigen, pero no se derogan salvo una revolución o un golpe de Estado. Y cuando se hace algo parecido, como la retirada del Plan Hidrológico Nacional de la época de Aznar por Zapatero, suele ser una catástrofe irreparable como nos recuerda la actual y recurrente sequía. (¡Anda que la cachondada de las desaladoras…!) No; en democracia se derogan leyes, regímenes y sistemas torales que impiden que la mayoría de los ciudadanos caminen hacia mayor libertad, igualdad y solidaridad. ¿Cuáles son los pecados derogables del Sanchismo? Sucintamente, sugerimos tres. El primero ha sido entregar partes fundamentales del poder y gobierno a separatistas, golpistas, filoterroristas, destructores de la convivencia y muñidores de odio y destrucción, con complicidad y colaboración inaudita en la creación de españoles de distintas categorías, con distintos derechos civiles y nula protección jurídica, y disparando la desigualdad. ¿Derogará eso el PP? El que esto firma lo duda mucho, y hasta que el PP no pida perdón por los pactos del Majestic y por haberse sometido repetidas veces a los dictados del PNV, seguirá dudándolo muchísimo. En segundo lugar, para ocupar la Presidencia del Gobierno, el Doctor Sánchez ha cedido áreas de ingeniería civil en exclusiva a unas minorías radicalizadas y activistas, de tipo woke, que han logrado promulgar unas leyes, imperfectas a veces, disparatadas otras, causantes de malestar y división en una sociedad que no había apoyado tal “revolución cultural” en las urnas, (¿Cuántos españoles han votado al PACMA para que imponga la Ley de “bienestar animal” o a Colau para proteger la “okupación”?) ¿Cuáles normas prevé derogar, o modificar, el PP? Debería especificarlo claramente a los votantes, mejor que contárselo en privado a los fiscales…Finalmente, tanto para hacer pasar muchas Leyes y decisiones que le imponen sus socios como para mantenerse en el Gobierno (no tanto en el Poder), ha destrozado las Instituciones Democráticas básicas y su funcionamiento, empezando por la Educación, con mayúscula, pasando por el Parlamento y acabando con la Justicia. ¿Podrá y querrá el PP darle la vuelta a eso? Porque el mal está hecho, se han creado precedentes impunemente (el juramento y promesa en las tomas de posesión, por ejemplo), la Ley de Educación Wert fue retirada por el propio PP, y, con la verdad por delante, el PP tampoco fue muy amigo de la independencia del poder Judicial. ¿Va a cambiar el PP, se va a renovar y va a revisar también actitudes pasadas derogables, como por ejemplo volver a poner el español como lengua vehicular ”de facto” en Galicia?

Todo eso para decirles que “echar a Sánchez”, la obsesión visceral de muchos, puede ser una condición necesaria, pero para nada suficiente para retomar el camino hacia una democracia española de libres, iguales y solidarios.

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