La exposición de Garrido parte de su interés por el Ukiyo-e, el cual reinterpreta con las más avanzadas técnicas de reproducción digital y otras técnicas tradicionales japonesas de pintura a la tinta, como el Gyotaku. El joven artista ha sabido, a pesar de establecer estas relecturas, conservar la esencia de este arte popular, lúdico y accesible que tanto éxito tuvo, no sólo en la historia del país del sol naciente, sino en la cultura europea en general, pues la fascinación por el exotismo y lo lejano es algo intrínseco en el ser humano, y en palabras de Borges, “descubrir cada tanto tiempo el Oriente es una de las tradiciones de Europa (…)”.
Arturo Garrido, con tan solo 29 años, se encuentra dentro de ese grupo de jóvenes artistas que han encontrado, gracias a su esfuerzo e inquietud por descubrir, el equilibro perfecto entre su carrera como arquitecto y su pasión por el mundo del arte. Su trabajo, en constante cambio, se recrea en el proceso artístico, experimentando el arte desde su uso como método de investigación, pues es en este punto, como dice Garrido, desde donde surgen las maquetas, estudios, o dibujos, que acaban configurando el esqueleto principal de la idea, y que dan pie al nacimiento de nuevas obras.
Pese a su temprana edad, el artista ha expuesto su trabajo en ferias como ARCOmadrid, en la que participó con la exposición Una ventana al arte, de El Corte Inglés, dando vida con su obra al pasado mitológico griego a través de un holograma. Además, ha participado en exposiciones colectivas en el Impact Hub o la Sala del Águila en Madrid, y su trabajo ha sido premiado con distintos galardones en concursos de arquitectura y arte, tanto nacionales como internacionales, y becas como la “Swatch Creative Natives” de 2018.
“Mundo flotante” se podrá ver durante un mes, desde el próximo jueves 25 de mayo hasta el 26 de junio, en la Galería de Arte María Porto, ubicada en El Corte Inglés de Castellana, en Madrid.