Las noticias más destacadas de la sesión de ayer se produjeron durante la noche europea, cuando las autoridades japonesas y chinas intensificaron el apoyo a sus debilitadas divisas. En China, al pasar otro fin de semana sin que se anunciaran novedades sobre las medidas de estímulo, los inversores expresaron su preocupación por el perfil de crecimiento del país vendiendo yuanes, lo que provocó una caída del 0,86% del tipo de cambio onshore. Mientras tanto, con el yen japonés debilitándose hasta su nivel más bajo desde noviembre de 2022, los funcionarios del gobierno comenzaron la semana con nuevas palabras de advertencia. Esta vez fue el secretario del Gabinete, Matsuno, quien dijo que las autoridades se ocuparán «adecuadamente» de cualquier movimiento unilateral y repentino en los mercados de divisas, lo que apunta a una mayor intervención encubierta si persiste la debilidad del yen.
Esta mañana, la sesión nocturna volvió a ser emocionante, ya que el Banco Popular de China fijó el tipo de cambio fijo en 111 puntos por encima de las expectativas, el mayor diferencial desde noviembre y por encima de la prima de 77 puntos de ayer. El diferencial de fijación se utiliza normalmente como mecanismo de señalización de la intención del Banco Popular de China a los mercados, y la fuerza de la fijación de hoy sugiere que el banco central es cada vez menos tolerante con la debilidad del CNY. En las primeras horas de la sesión europea, los operadores han reconocido la intención del banco central, con una subida del yuan del 0,4%. Esto, junto con los comentarios del primer ministro chino, Li Qiang, de que China está en vías de alcanzar su objetivo de crecimiento económico del 5%, ha provocado la caída del dólar esta mañana. Es probable que la debilidad del dólar persista durante la celebración del simposio del BCE en Sintra. Si bien los principales eventos del mercado en Sintra tendrán lugar mañana, dado el calendario de datos de EE. UU. de hoy, se prestará cierta atención a los paneles más académicos.
El índice BRC de precios de consumo bajó del 9,0% interanual registrado en mayo al 8,4% en junio. Aunque sigue estando muy por encima de la media a largo plazo, se trata del primer descenso significativo desde el inicio de la actual fase de rápido crecimiento de los precios. La evidencia de que las presiones inflacionistas están empezando a remitir será recibida con entusiasmo en Threadneedle Street, donde la semana pasada el Banco de Inglaterra se vio obligado a acelerar el ritmo de endurecimiento monetario, ante los crecientes indicios de la aparición de una espiral de precios y salarios en la economía británica. Es probable que ocurra lo mismo en Sintra, donde hoy intervendrá Tenreyro, antes de que mañana lo hagan Pill, economista jefe, y Bailey, gobernador del Banco de Inglaterra. Dada la falta de orientación que acompañó a la reciente decisión política, los observadores del Banco de Inglaterra estarán atentos a estas conversaciones en busca de cualquier indicio sobre las perspectivas de la política monetaria del Reino Unido. Sin duda, parece que se avecinan más subidas de tipos, pero con los mercados de swaps fijando actualmente un tipo terminal probable del 6,25%, somos escépticos en cuanto a que el BoE pueda alcanzar finalmente este nivel sin desencadenar una desagradable recesión. Pero al menos por ahora, los operadores de divisas parecen contentos de esperar y ver, con la libra subiendo marginalmente para comenzar el día, un cuarto de punto porcentual frente al dólar, mientras que permanece plano frente al euro durante la mañana.
Pese al ligero aumento del riesgo global durante el fin de semana, intensificado en la noche europea de ayer por los eventos asiáticos (ver USD), las divisas LatAm de alto beta registraron el lunes una jornada mayoritariamente al alza. Con el COP de nuevo encabezando las ganancias, el segundo puesto esta vez vendría dado para el BRL, gracias a una ligera revisión adicional a la baja de la inflación esperada por el BCB tanto para 2023 como para 2024 y a los numerosos eventos previstos para esta semana. Empezando por hoy, con la publicación de las actas de la reunión de la semana pasada, donde los mercados esperan obtener algo más de información sobre la postura del Banco con respecto a la flexibilización esperada para este año dada la dependencia de los datos de la institución monetaria, la reciente suavización de la inflación subyacente y de los servicios y los resultados de la última encuesta de los economistas indican que se añadirán 25 puntos básicos de recortes en el segundo semestre del año. El jueves se publicará el informe de inflación del 2T del BCB, donde esperamos que de nuevo se arroje algo de luz sobre el nivel de preocupación por las presiones inflacionistas esperadas para el 23S2, mientras que el Comité Monetario Nacional ratificará el objetivo de inflación para 2024-25 y anunciará el objetivo para 2026. Este último acontecimiento es, sin duda, el que plantea el mayor riesgo, ya que la presión política ha vuelto a aumentar, con algunos ministros clave del Gobierno pidiendo un aumento del objetivo de inflación. Aunque no esperamos que el CNM se desvíe del objetivo de una tasa de inflación del 3,25% +/- 1,5 p.p. de rango de tolerancia, cualquier aumento creemos que traería consecuencias negativas para el BRL a corto plazo.