El cobro de comisiones de forma ilícita
En relación a los datos proporcionados, se sabe que en el conocido como 'Caso Mediador', no hubo un cobro de comisiones por parte del actor político o figura pública implicada, sino un pago derivado de extorsiones a ganaderos que eran sometidos a inspecciones abusivas con amenaza de sanciones si no pagaban lo que venía a ser un impuesto revolucionario. Estos pagos, en un mercado bancario regulado, son fáciles de trazar y seguir, por lo que se decidió utilizar criptomonedas como medio de pago para evitar ser detectados.
Pagar mordidas en bitcoin
En la criptoeconomía existe un gran desconocimiento sobre las criptomonedas y la tecnología blockchain. Muchas personas piensan que este universo es oscuro e inaccesible para el común de los mortales, lo que lleva a pensar que cualquier suceso allí acaecido será ciego a ojos de la ley. Sin embargo, esto es una falsa creencia, ya que las criptomonedas son una realidad económica tan real como los productos bancarios.
La imagen de que el bitcoin es cosa de mafiosos, narcotraficantes y malhechores es completamente falsa, y es importante entender que las entidades financieras también pueden cometer fraudes con el beneplácito de los reguladores y la justicia. Uno de esos casos han sido las preferentes o las tarjetas de crédito revolving.
Las nuevas leyes
La evolución legislativa en el mundo cripto ha sido clara en los últimos 5 años. Existen dos tipos de economías: la descentralizada y la centralizada.
En la centralizada, los agentes económicos tradicionales son los responsables de la custodia del dinero y la regulación es muy exigente. Mientras que en la descentralizada, la blockchain permite hacer transacciones sin necesidad de una entidad como un banco y todas las operaciones son trazables y auditables. Sin embargo, para tener una criptomoneda es necesario comprarla en una entidad y dejar tus datos de identidad de forma legal.
La pregunta que surge es por qué Tito Berni no eligió la economía descentralizada para cobrar comisiones y hay dos posibles respuestas: falta de conocimiento por parte de los ganaderos o incluso por parte de Berni sobre esta economía y sus posibilidades de anonimato.
La realidad es que para tener una criptomoneda debes comprarla antes y nunca lo puedes hacer sin pasar por una entidad donde has dejado tus datos de identidad de forma legal.
Y cómo van a gastar ese dinero
En este caso, se plantea la posibilidad de que los delincuentes puedan gastar el dinero obtenido de manera ilegal. Sin embargo, esto no es tan sencillo como parece, ya que para poder convertir el valor de los bienes en criptomonedas a euros o dólares, se debe venderlos y esto siempre deja un registro.
En el mundo de las criptomonedas no existe un mercado negro, por lo que los delincuentes necesitan una red de blanqueo que es prácticamente imposible de realizar sin ser detectados por la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF). En resumen, para blanquear una suma tan grande como 18 millones de euros, se necesitan al menos 1000 identidades, lo cual es muy difícil de lograr sin dejar rastro.
Los más listos de la clase
La consecuencia de todo este caso no es solo que el Tito Berni es un mafioso, sino que además todos los implicados en la trama eran tan delincuentes como él no eran los más listos de la clase. Es incomprensible entender cuáles fueron los motivos para pensar que la extorsión a empresarios desde su cargo público, el intento de cobrar por intervenir en un mercado necesario para la economía canaria y el intento de utilizar el mundo cripto para blanquear dinero, ignorando su transparencia y visibilidad legal iban llevar a buen puerto.