La implementación de las lenguas cooficiales en la actividad del Congreso y el intento de que la Europol deje de considerar a los CDR como terroristas, son solo un adelanto de lo que podría venir de la mano de Pedro Sánchez. Para que la investidura del presidente en funciones sea posible, el Gobierno de Navarra ya habría empezado a tramitar expedientes por supuestos abusos policiales a los condenados de ETA. Si Puigdemont y sus secuaces serán amnistiados, ¿por qué no podrán beneficiarse los presos etarras de la deslegitimización de los cargos de los condenados por el “procés”? Esta es la lógica que podrían estar siguiendo tanto Sánchez como Bildu, y todo ello pasa por Navarra. Tal y como publicó este lunes Luis Ventoso en ‘El Debate’: “Y usted, señor Sánchez, ¿qué me trae?”.
El proceso para que los terroristas condenados puedan acceder a esa amnistía ya está diseñado, y, de hecho, se está empezando a ejecutar en Navarra. La tramitación de expedientes que acusan de supuestos abusos policiales a los cuerpos policiales que lucharon y acabaron con el terrorismo en el País Vasco y la Comunidad foral es solo el inicio del plan de Sánchez, Chivite (presidenta de Navarra) y Otegui. Todo ello pretende terminar en expedientar como “torturadores” a aquellos Guardias Civiles (mayoritariamente), dado que esto permitiría que los miembros de ETA puedan tomar parte en una amnistía que supone la retirada de las acciones judiciales por las que fueron condenados.
El plan de Bildu, que reveló ‘Libertad Digital’ este lunes, pasa por poder justificar que sus condenados también se pueden acoger a la amnistía. ¿Cómo hacerlo? Pervirtiendo el trabajo que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado llevaron a cabo contra el terrorismo etarra: Bildu y el Partido Socialistas Navarro (que preside el Gobierno foral gracias al respaldo de independentistas y comunistas y la abstención de Bildu) pretende que los terroristas de ETA sean reconocidos como “víctimas estatales”.
Según asegura ‘Libertad Digital’, el Gobierno navarro “ha admitido a trámite ya varios casos y ha dado comienzo incluso a las entrevistas con los denunciantes”. Es más, la frivolidad del Ejecutivo navarro llega al punto de pretender ampararse a la ley foral 16/2019, que está diseñada para apoyar a las víctimas que sufrieron abusos por parte de la policía o grupos paramilitares entre la segunda mitad del siglo XX y principios de la década de 2010.
Por estos medios, puede que los delitos por los que se condenó a los etarras acaben por ser deslegitimizados por una ley de amnistía que Sánchez promueve con fines totalmente interesados y que Chivite respalda y amplía a los terroristas. Si todo eso ocurre, pasarán a ser denominados “presos políticos” y se recalcularán y reanalizarán los actos que cometieron, todo ello con el fin de añadir que sufrieron violencia y represión por parte del Estado español, lo cual les permitiría usar en su favor la aprobación de la ley de amnistía.