Los últimos años han sido especialmente transformadores para Kazajstán. El país ha logrado un progreso sustancial en su camino de democratización, ejemplificado por la implementación de reformas políticas de gran alcance, incluidas enmiendas constitucionales después del referéndum nacional del año pasado. Estos cambios han mejorado el tejido democrático de la nación al permitir diversas perspectivas políticas y al redistribuir el poder a favor del cuerpo legislativo electo. En línea con las enmiendas constitucionales, el país fue testigo de la elección directa de alcaldes rurales y la adopción de un modelo proporcional-mayoritario en las últimas elecciones parlamentarias. Esto marcó un cambio significativo en el panorama electoral de Kazajstán, permitiendo la participación sustancial de candidatos independientes y autoproclamados en las elecciones, un hecho que no tiene precedentes en la historia de la nación.
El compromiso de Kazajstán con el progreso también es evidente en la historia económica del país, que se ha ganado el reconocimiento internacional. Con vastas reservas de petróleo, gas, minerales y metales, la nación aprovechó efectivamente su riqueza natural. Los desarrollos estratégicos de infraestructura, las atractivas inversiones extranjeras y las iniciativas de diversificación impulsaron a Kazajstán a convertirse de un paisaje agrario en una potencia económica líder. La decisión de establecer Astaná como capital en 1997 simbolizó esta visión de futuro, fusionando maravillas arquitectónicas modernas con el espíritu indomable de las estepas.
Más recientemente Kazajstán se ha convertido en el principal destino de inversión de la región y en un importante centro financiero. Esto es el resultado de reformas e iniciativas concretas a lo largo de los años, incluida la creación del Centro Financiero Internacional de Astaná. Sin embargo, el camino está lejos de terminar. En su último Mensaje al pueblo el 1 de septiembre el Presidente del país, Kassym-Jomart Tokáyev, propuso reformas económicas adicionales con el objetivo de promover la equidad, la inclusión y el pragmatismo. Describió los objetivos para diversificar la economía, fortalecer la industria y llegar a un crecimiento económico estable del 6-7%. El nuevo plan económico del país proporciona una visión clara para el desarrollo del país en los próximos tres años y tendrá ramificaciones más amplias para el desarrollo y la cooperación regionales. Estas transformaciones económicas, inspiradas en la visión del presidente de un Kazajstán justo, tienen como objetivo contribuir a la creación de una economía más equilibrada, sostenible e integrada a nivel mundial.
En el escenario internacional Kazajstán ha grabado una identidad única a través de sus astutos esfuerzos diplomáticos. Al defender el desarme nuclear, evidenciado por el cierre del sitio de pruebas nucleares de Semipalatinsk y el abandono de su arsenal nuclear después de que el país obtuvo la independencia, la nación se posicionó como un defensor global de la paz. Inició la Conferencia sobre Interacción y Medidas de Fomento de la Confianza en Asia en 1992, un foro multilateral destinado a promover la paz, la estabilidad y la cooperación en la región de Asia. Además, Kazajstán ha fomentado la cooperación regional, desempeñando un papel importante en plataformas como la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), la Organización de Cooperación de Shanghái y la Unión Económica Euroasiática. Al garantizar relaciones positivas con grandes potencias como Rusia, China, la Unión Europea y los Estados Unidos, Kazajstán se manifiesta como un puente entre Oriente y Occidente, ofreciendo una narrativa armonizadora en un mundo a menudo dividido.
Kazajstán y España tienen relaciones bilaterales excelentes que en su historia moderna cuentan con más de tres décadas de amistad, entendimiento y apoyo mutuo, tanto en sentido bilateral, como en multilateral.
A lo largo de estos años se han intercambiado repetidamente las visitas de los jefes de Estado. Los reyes y presidentes del Gobierno de España han visitado Kazajstán en varias ocasiones.
En el mayo de este año en Astana tuvieron lugar las reuniones de la Comisión intergubernamental kazajo-española para la cooperación en el campo de la economía y la industria, así como la séptima reunión del Consejo Empresarial “Kazajstán-España”.
La base legal de esta cooperación se está ampliando. Kazajstán es el único país de Asia Central con el que España firmó un Acuerdo de Asociación Estratégica. Hay más de veinte acuerdos entre nuestros países.
Durante su discurso en la última Asamblea General de la ONU, el Presidente Tokáyev reafirmó que su país continuará cooperando con sus principales aliados en todos los asuntos estratégicos. Este enfoque ha posicionado a Kazajstán como un mediador viable en las crisis internacionales, un papel que ya ha cumplido con éxito a través del Proceso de Astaná sobre Siria.
El progreso que Kazajstán ha logrado desde su declaración de soberanía no es solo un testimonio de su pasado, sino una base sólida para su futuro. Esta base es un terreno fértil del que indudablemente surgirán nuevas innovaciones, lazos diplomáticos más profundos y avances adicionales en todos los ámbitos: social, político y económico. El impulso generado por estos logros está preparado para impulsar aún más a Kazajstán en las próximas décadas, reforzando su posición como faro mundial de crecimiento y desarrollo.
Para el pueblo de Kazajstán el Día de la República no es solo un guiño nostálgico al pasado, sino una encarnación de su compromiso con un futuro unificado y próspero. Este día es una celebración de su resiliencia y visión, una visión que elevó a Kazajstán de una antigua república soviética a un faro de progreso y diplomacia en el escenario global. La promesa del mañana, iluminada por los logros de hoy, asegura que el Día de la República siga siendo una celebración no solo de soberanía, sino de infinitas posibilidades.