La economía circular, aquella que pretende transformar el modelo productivo para hacerlo más sostenible y respetuoso con el medio ambiente, ha llegado hasta los coches eléctricos. A pesar de que los vehículos eléctricos tienen una vida más longeva que los de combustión, debido al menor desgaste de sus componentes, cada vez la demanda de recambios de segunda mano para estos coches es mayor. Los expertos de Recomotor, el primer distribuidor de piezas recuperadas para talleres y profesionales de la automoción, señalan que las ventas de recambios usados para los vehículos eléctricos han crecido un 15%, frente a los mismos datos registrados en 2023.
Los coches eléctricos tienden a tener una tasa de averías más baja en comparación con los vehículos de combustión interna, debido a su simplicidad mecánica y a la falta de componentes móviles complejos como motores de combustión y cajas de cambios. Sin embargo, “experimentan problemas y averías, como cualquier otro tipo de vehículo, como podrían ser las averías electrónicas. Además, utilizan una amplia variedad de recambios de segunda mano para el mantenimiento y las reparaciones, debido a un coste más bajo respecto a las piezas nuevas. Cabe destacar que últimamente hay escasez en recambios del ámbito electrónico como, por ejemplo, centralitas, faros LED, radios, pantallas, etc.”, explica Marc Cuñat, responsable del departamento de recambios de Recomotor, que apunta que las piezas recuperadas más solicitadas para este tipo de vehículos son:
Baterías de segunda mano: Algunos coches eléctricos permiten la sustitución de módulos de batería individuales, lo que podría permitir el uso de baterías de segunda mano si están en buen estado y tienen una capacidad aceptable. Sin embargo, es importante verificar la salud de la batería de segunda mano antes de realizar una compra, debido a que esta con el paso del tiempo se puede llegar a dañar.
Piezas de carrocería: Puertas, capós, parachoques, espejos y paneles son solicitados por todos los vehículos, incluidos los coches eléctricos.
Componentes de suspensión y frenos: A pesar de la simplicidad mecánica de los coches eléctricos, aún tienen componentes mecánicos como frenos, suspensión y dirección, que se desgastan y requieren reemplazo. Es común ver como los talleres solicitan discos de freno y pastillas de freno, y en menor cantidad amortiguadores y muelles en caso de que se tenga que realizar una reparación de accidente.
Neumáticos: Los neumáticos usados en buen estado son una opción económica para coches eléctricos, pero es importante asegurarse de que tengan el tamaño y la clasificación de carga adecuados, a parte que para vehículos eléctricos se utilizan unos neumáticos destinados a este tipo de vehículos.
Piezas de transmisión: En los coches eléctricos, los componentes de la transmisión, como los ejes de transmisión suelen ser tener demanda, y por otro lado los motores eléctricos que nuevos tienen un alto precio de adquisición.
Componentes electrónicos y software: Algunos componentes electrónicos como pantallas, unidades de control, sensores y otros dispositivos electrónicos pueden ser reutilizados para substituir los dispositivos dañados con una correcta instalación.
Luces y faros: Los faros, luces traseras y otros componentes de iluminación también son piezas que se pueden reutilizar con una correcta comprobación a numerosos vehículos, siempre que sean el mismo tipo de sistema de iluminación (LED, Xenón o halógeno).
En este escenario, el reciclaje es un paso imprescindible para que la economía circular se integre de lleno en el sector de la movilidad. Un proceso en el que los fabricantes apuestan por la investigación, el desarrollo y la innovación para que la industria sea cada vez más sostenible y las carreteras, más respetuosas con el medio ambiente.
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