Han perpetrado un intento de asesinato contra un gran catalán, un jayán de la Cataluña hispana, un amante de su tierra, de sus tradiciones, de su idiosincrasia, de su lengua, de sus gentes. A Aleix Vidal-Quadras. Por eso se enfrentó implacablemente a los secesionistas que veía, muy lúcidamente, llevar a los hispano catalanes a la división, al racismo, a la pérdida de prosperidad, a la confrontación violenta, al totalitarismo…Y como lo hacía bien, los totalitarios racistas hicieron que lo alejaran de su tierra. Han buscado, en fin, ejecutar a un amigo, Alejo, tan distante en lo ideológico como lo pueden estar un social demócrata y un gran muy conservador, como cercano en los valores esenciales y transversales de una convivencia patriótica y democrática con respeto a los derechos fundamentales, muy río arriba de Partidos y de confrontaciones de gestión o de religión…
En realidad puedo decir que conocemos (él también) las alimañas aborrecibles que han perpetrado el atentado. Son el mal de siempre, la miserable lacra destructiva de la libertad, el bien común y la convivencia democrática. Da igual que sean asiáticos a sueldo, terroristas del islamismo, separatistas cañíes o neo-nazis racistas. Son los enemigos sin escrúpulos de los valores de la Ilustración: la libertad, la igualdad en derechos, obligaciones y libertades, la solidaridad y fraternidad. Son los enemigos sangrientos de la libertad, los fanáticos sin moral del totalitarismo, de algún totalitarismo, de todos los totalitarismos. Son los adalides de la crueldad en el odio al prójimo, son el estiércol sobre el que haremos florecer la convivencia en libertad. Los conocemos bien, y desde hace mucho tiempo. Por eso, amigo Alejo, reponte pronto porque la lucha contra el mal continúa y nos necesitan a todos, aunque sólo sea para que, después, nos podamos pelear en paz y libertad sobre la banca pública, las leyes laborales, la política impositiva o fiscal, la política ambiental o los planes de enseñanza… Afortunadamente, aquí te espero.