De particular importancia es la nueva versión de la Constitución de Uzbekistán, que parece ser una etapa significativa para determinar los próximos pasos progresistas de la sociedad uzbeka.
Los derechos personales inviolables constituyen un único y complejo instituto jurídico que incorpora garantías personales de diversas ramas del Derecho. La Constitución también garantiza el ejercicio del derecho a la libertad de conciencia y religión. Toda persona tiene derecho a la libertad de elección y expresión de sus creencias y convicciones. El Estado se compromete a respetar todas las religiones y a no interferir en los asuntos internos de las organizaciones religiosas.
El derecho a la libertad de expresión e información también está consagrado en la Constitución. Se garantiza a los ciudadanos el derecho a expresar libre y pacíficamente sus pensamientos, ideas y opiniones, y a recibir y difundir información con independencia de su fuente.
Uno de los principios importantes establecidos en la Constitución enmendada es la protección del derecho al trabajo y la protección social. El Estado se compromete a crear las condiciones para el desarrollo del espíritu empresarial, a promover el crecimiento del empleo y a proporcionar protección social a los trabajadores.
La Constitución también reconoce la igualdad de hombres y mujeres en todas las esferas de la vida. El Estado se compromete a tomar medidas para prevenir la violencia de género y la discriminación y crea igualdad de oportunidades.
Como señaló el Jefe del Estado, la Constitución en su nueva versión está llamada a servir de base jurídica sólida y de garante fiable de la aplicación de las estrategias de desarrollo a largo plazo, de la vida próspera del país y del pueblo. En resumen, el contenido de la Ley Fundamental debe llenarse con la idea "En aras del honor y la dignidad humanos" y basarse en el principio fundamental de las reformas "hombre - sociedad - Estado", que han de convertirse en un valor fundamental de la vida cotidiana.
La Constitución establece la prioridad de los derechos humanos y las libertades como tarea principal de un Estado de derecho. Por ello, Uzbekistán ha logrado importantes resultados en el cumplimiento de las tareas prioritarias de mejorar la salud de la población y formar una generación joven física y espiritualmente desarrollada.
La realización consecuente de las tareas previstas en la Estrategia Nacional de Derechos Humanos de Uzbekistán, encaminadas al cumplimiento efectivo de las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos asumidas por Uzbekistán, sirve para seguir fortaleciendo su reputación en el ámbito internacional y fomentar el respeto de los derechos humanos y las libertades en el país. La activa labor de Uzbekistán como miembro del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y su estrecha cooperación con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y los relatores especiales sobre cuestiones de derechos humanos son un vivo ejemplo de ello.
Uno de los principios consagrados en la Constitución de la República de Uzbekistán es la inviolabilidad de la propiedad privada y su protección por el Estado. Según el artículo 65 de la Ley Fundamental, la propiedad en sus diversas formas es la base de la economía de Uzbekistán, que se orienta hacia el desarrollo de las relaciones de mercado.
Además, el Estado garantiza la libertad de actividad económica, empresarial y laboral, teniendo en cuenta la prioridad de los derechos de los consumidores, la igualdad y la protección jurídica de todas las formas de propiedad. Esta norma se ha convertido en la base para el desarrollo de muchas leyes. En los últimos años, debido al dinámico desarrollo y expansión del espíritu empresarial, ha aumentado la atención prestada a esta esfera. En consecuencia, se está mejorando el marco jurídico de esta esfera.
Me gustaría subrayar que este proceso es un reflejo práctico del hecho de que Uzbekistán se está desarrollando sobre la base de valores democráticos. Es esencial seguir reforzando esta nueva tendencia de la estatalidad moderna, en la que priman el honor y la dignidad y los intereses del individuo.