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SERVICIO DE ESTUDIOS DE "EL MUNDO FINANCIERO”

Avance Pronóstico económico y contexto internacional para el año 2024

Avance Pronóstico económico y contexto internacional para el año 2024
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· Las guerras en determinadas partes del mundo, como la de Ucrania e Israel, están creando problemas para la recuperación de la economía global tras la pandemia de la Covid-19. La radicalización política en algunos países avanzados y la desestructuración del orden económico mundial conocido hasta ahora traerán inevitablemente nuevas formas de relación y resolución de conflictos por el momento inéditos

domingo 31 de diciembre de 2023, 11:17h

(Por el Servicio de Estudios de El Mundo Financiero).- Presentamos a continuación el Pronóstico Económico y contexto internacional para 2024 elaborado por el Servicio de Estudios de El Mundo Financiero, que retoma así una tradición iniciada en 1947. Los Informes de prospección política y económica de El Mundo Financiero fueron tenidos en cuenta por Bancos y entidades públicas y privadas, numerosas embajadas y servicios de estudios nacionales e internacionales, y se basan en las proyecciones e informes de prestigiosas instituciones financieras tanto de España como de extranjero. Estos pronósticos de “El Mundo Financiero” fueron durante muchos años los únicos que se elaboraron en el panorama español, hasta la entrada en servicio de los diversos servicios de estudios de Bancos e instituciones nacionales bien entrados los años de la década de 1960. El Mundo Financiero cumplirá en 2024 78 años de vida periodística ininterrumpida.

Se acaba el año 2023 y estamos ya en marcha hacia un 2024 cuajado de incógnitas, muchas más que de costumbre, pues para muchos analistas a partir de este momento, en el que no existen formas claras de relación internacional que hayan sustituido eficientemente el orden bipolar de la Guerra Fría, traerán formas inéditas en la resolución de conflictos, ya sean éstos políticos, territoriales o económicos.

China ha conseguido hacerse un hueco de respeto como arbitro internacional, pues actúan con prudencia pero con determinación, a lo que se une una cada vez mayor presencia suya en todos los contextos económicos y de mercado, adquiriendo una buena parte de protagonismo en los mercados de todos los continentes.

El año 2023 que cerramos ahora viene marcado por buenas dosis de inestabilidad, con la guerra entre Rusia y Ucrania aún sin resolver y la aparición de un nuevo conflicto de enorme gravedad en Oriente Medio, como es el de Israel sobre los territorios palestinos de Gaza. Este último conflicto viene a afectar el tráfico de mercancías por el Mar Rojo y Canal de Suez, complicando enormemente el tráfico de mercancías por buque y elevando los precios de las mismas.

España deberá afrontar este año que entra Elecciones Autonómicas en Galicia y País Vasco, así co o Elecciones al Parlamento Europeo el 9 de junio de 2024. Todos los pronósticos apuntan a un deterioro importante en los resultados para el PSOE, poniendo al Gobierno que preside Pedro Sanchez en la tesitura de tener que actualizar su discurso a partir de tales resultados que se presumen negativos. Las informaciones del Parlamento Europeo a las que ha tenido acceso este Servicio de Estudios de “El Mundo Financiero” indican una elevación del nerviosismo en las filas socialistas. El PSOE en España es una de las últimas esperanzas para las socialdemocracias europeas que, aunque se parecen en poco al PSOE español, consideran que es una de las últimas reservas para un socialismo, el europeo, que no está en sus mejores momentos.

El crecimiento de las opciones identitarias, nacionalistas y de las visiones más radicales en muchos de los países avanzados del mundo, traen como consecuencia la revisión necesaria de la manera de afrontar los problemas.

Pedro Sánchez es, según los resultados de nuestros análisis, un Presidente del Gobierno y líder político que tiene más apoyos reales fuera de España que dentro.

España precisaría en estos momentos de un modelo para la estabilidad necesario para potenciar su imagen exterior a la hora de captar inversiones extranjeras o lograr nuevos socios para empresas y corporaciones. Pero también para presentarse como un socio fiable ante sus aliados, algo que hoy en día no puede garantizar, con convulsiones y faltas de acuerdos entre las diversas formaciones políticas y amenazas constantes a la estabilidad y al sistema político. Los apoyos puntuales de Gobierno que ha alcanzado Pedro Sanchez con sus socios políticos hay que descontarlos de cara al futuro, y son solo eso, apoyos instruyen tales para el mantenimiento de una hoja de ruta de poder. Podemos ya no existe como interlocutor válido o no forma parte ya del gobierno ni de la confianza de Pedro Sánchez, que ha sido capaz de generar un “partido submarino” creado a su imagen y a la semejanza de sus necesidades: Sumar. A ninguno de los analistas a los que hemos consultado se le escapa que los actuales acuerdos de gobierno tienen fecha de caducidad y, a la finalización de los mismos, habrá más perjudicados que beneficiados.

Si este 2023 que cerramos ha sido un año aciago para las inversiones, especialmente las procedentes del extranjero que se han constreñido aún más que en los ciclos anteriores. España es hoy la gran economía del euro con mayor incremento de quiebras empresariales, algo inadmisible si necesitamos hablar de recuperación y de creación de empleo. El gobierno de España tiene que enfocar políticas que activen el sector industrial, que debe volver a ser un pilar fundamental de nuestro PIB, ahora en claro retroceso desde hace casi 2 décadas. El gobierno de España podría enfocar parte de sus esfuerzos a la potenciación de sectores en los que España se ha demostrado líder a nivel mundial:

- Tecnologías de los alimentos

- Acuicultura

- Energías alternativas y sostenibles

Las quiebras de empresas en nuestro país crecieron un 19,9% en el segundo trimestre, pese a haber bajado un 2,1% en el primero de 2023. Dentro de la Unión Europea han aumentado un 8,4%, el nivel más alto de toda la serie histórica y por delante de España solo están Hungría, Letonia y Estonia en porcentaje de bancarrotas. Hoy España es el cuarto país de la Unión Europea (UE) donde más continúan creciendo las quiebras de empresas

En el conjunto de la Unión Europea el número de empresas que se declararon en quiebra subió un 8,4% entre abril y junio frente a los tres primeros meses del año. De este modo, se acumulan seis trimestres consecutivos al alza para alcanzar el nivel más alto de toda la serie histórica, que se remonta al primer trimestre de 2015, advierten en Eurostat. Por delante de España, solo se registraron más quiebras de empresas en Hungría (40,8%), Letonia (24,8%) y Estonia (24,6%), en tanto que las mayores bajadas se registraron en Chipre, que lo hizo un 48,5%, Croacia, un 23,6%, y Dinamarca un 15,9%.

Un informe de la Comisión Europea destaca una serie de variables de la economía española que muestran que la situación actual no es tan halagüeña como quieren hacer ver desde el Ejecutivo. De hecho, desde la Unión Europea señalan que la tasa de paro española es la más alta de toda la UE: "en julio la tasa de desempleo osciló del 2,5% en Malta al 11,6% en España", mientras que "entre el restantes Estados miembros grandes, se situó en el 2,8% en Polonia, 2,9% en Alemania, 3,6% en Países Bajos, 7,4% en Francia y 7,6% en Italia”. España destaca además por estar entre los países con la mano de obra más barata de la Unión Europea, incluidos los que tienen un mayor peso agrario, y esto no se resuelve a golpe de decretazo subiendo el Salario Mínimo Interprofesional, sino necesariamente por la creación de mayor riqueza en el sector industrial y entre las empresas productivas.

Las perspectivas de la Comisión Europea para España suponen que la expansión económica haya sido más moderada en la segunda mitad de 2023 debido al desvanecimiento del impulso de el sector turístico, una actividad económica más débil en los principales socios comerciales, el impacto de una financiación más estricta condiciones de la demanda agregada y una dinámica más débil del mercado laboral, un conjunto que requiere de medidas de choque. Y para 2024, "se espera que el crecimiento del PIB real se modere en el 1,9%, 0,1 pp. menos que lo proyectado en primavera". Del mismo modo, la inflación cerrará previsiblemente el año con una media del 3,6%.

España no se muestra hoy a sus aliados como un país fiable ni económica ni políticamente, por lo que no va a resultar raro esperar que 2024 continue por la misma senda que hasta ahora, con un gobierno que de momento se preocupa más en operaciones cosméticas que en afrontar con realidad los problemas que acucian al país.

La incertidumbre de la dirección de la política nacional hará que España sea un país imprevisible que generará más inseguridad y alejará las inversiones, planteando nuevas dudas para nuestros aliados y amigos en el mundo de las relaciones exteriores.

En el año que está a punto de entrar estaremos de nuevo pendientes de diversos frentes:

  • Guerra comercial entre EEUU y China. Joe Biden, como su predecesor, ha venido continuando las presiones contra el gigante asiático, lo cierto es que de todas sus batallas es la que más ha preocupado al mercado en un momento de debilidad de China, muy acosada política y socialmente por la crisis del Covid y por los efectos de la Guerra de Ucrania. Estamos ante la parálisis de lo que los econoábricamistas denominan "la fábrica del mundo". En marzo, Pekín se había marcado un objetivo de crecimiento del 5,5% para 2022, uno de los más bajos en décadas. Pero el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que China crezca un 3,2% en 2022 y el Banco Mundial un 2,8%. En noviembre las importaciones denominadas en dólares recogieron una caída interanual del 10,6%. Las exportaciones en noviembre habían descendido un -8,7%. Estados Unidos aprovechará esta debilidad de China para lograr disminuir las capacidades y fuerza económica y expansiva de China. En este contexto, cabe esperar que Estados Unidos agudice aún más sus respuestas al expansionismo chino con otro tipo de medidas, como las alianzas con otros estados del área Asia-Pacífico, como Taiwán, Vietnam o Tailandia, asegurando allí sus posiciones comerciales y estratégicas.
  • Reino Unido: el Brexit y los cambios politicos e institucionales del Reino Unido lo colocan en una situación diferente a que se conoció durante los dos últimos lustros. La política de seguridad de los llamados "5 Ojos" permiten que Reono Unido mantenga aún un peso e incluencia que comparte, en visión de conjunto, con otros países como Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda o Canadá. Una visión que en la Guerra de Ucrania ha sido dterminante en su evolución, áms allá de las posiciones mantenidas por los grandes bloques de seguridad y politica exterior que suponen la OTAN y la UE. En este contexto, no cabe pensar que la UE busque nuevas formas de relación con Reino Unido, ni que afronte los cambios precisos de su estructura de la UE.
  • Preocuparán también, y mucho, las tensiones sociales que se viven en muchos países, y que podría hacer saltar por los aires la estabilidad que necesitan los mercados para reestablecerse, especialmente en el área de los países Hispanoamericanos, con la aplicacion de políticas arriesgadas y populistas que no contribuyen en absoluto a lograr la credibilidad necesaria que requieren estos entornos. México, Argentina, Bolivia o Chile sufrirán a lo largo de 2023 convulsiones políticas y económicas que les imperirán desarrollarse y expandirse naturalmente como las naciones que son, especialmemnte por los efectos perniciososo que sobre su desarrollo trae el retroceso de la ión extranjera.
  • La política monetaria de los bancos centrales también será seguida de cerca. En EEUU se esperan nuevos ajustes al alza de los tipos de interés, que srán interpretados de la misma manera por el BCE y Banco de Inglaterra.

CONSEJOS PARA LOS INVERSORES

La renta fija se encuentra en un momento complicado, y éste es un cuento que nos suena de años anteriores, pero que se va a seguir repitiendo. Los inversores más conservadores se chocan de frente con unos tipos de interés que continuarán al alza. Es probablemente hora de la deuda pública, enspecialmente en los países de la Eurozona. En este contexto, recomendaríamos infraponderar la deuda gubernamental de la eurozona y sobreponderar la de EEUU, mientras que estaríamos positivos en crédito en las dos partes del mundo.

En lo que respecta a los mercados, las caídas consecutivas de las bolsas en septiembre y octubre, después de un entorno general de tolerancia al riesgo durante 2023, han puesto nerviosos a los inversores. Así que los consejos más práctios para los inversores deberán centrarse en la diversificación. Las estrategias neutrales al mercado pueden elevar la diversificación generando un flujo de rentabilidades que no guardan correlación ni con las acciones ni con los bonos. Una estrategia de renta variable neutral al mercado puede invertir en acciones, pero el perfil de rentabilidad puede ser bastante diferente, por lo que, en nuestra opinión, es una clase de activos diferente. Añadir bonos, por ejemplo, a las acciones aporta más diversificación que invertir únicamente en acciones. Es necesario tener cuidado con. los posicionamientos macroeconómicos.

La renta fija emergente es la que, aparentemente, se encuentra más atractiva por valoración, a la vez que los fundamentales de algunos países se muestran sólidos, pero aun así ya sabemos que esta inversión no es apta para todos los corazones. La renta fija vuelve a ser el activo estrella recomendado por los expertos en el 2024, a pesar de la volatilidad experimentada en el 2023 y el desafío que representan los movimientos en los mercados donde se negocian. La bajada de los tipos de interés por parte de los bancos centrales a partir de la segunda mitad del próximo año, impulsará a los inversores a buscar rentabilidades actuales mediante la sobreponderación de la renta fija en sus carteras.

En cuanto a la renta variable, se plantea con cautela debido a la evolución de los beneficios empresariales en un contexto de desaceleración económica o recesión, y a las esperadas bajadas de los tipos de interés. Según las previsiones, cuando se vislumbre la mejora económica y la disminución de los tipos de interés, las acciones podrían experimentar un repunte. En renta variable, nos toca lidiar con las dudas. ¿EEUU o Europa? Aunque EEUU se encuentra más cara por valoración, la economía al otro lado del Atlántico parece más afianzada, por lo que sobreponderaríamos esa región, si bien siendo cuidadosos con los sectores que más han crecido este año. En el caso de Europa, se encuentra más barata y podríamos tenerla en cartera, siendo igualmente muy selectivos.

En el ámbito de las divisas, se espera una estabilización del apetito por el riesgo, lo que mantendría al dólar en su rango actual hasta que finalmente se debilite, especialmente debido a la disminución del crecimiento de EE. UU.

Nuestra cautela con la renta variable nos hace mirar con cariño a los valores más defensivos. Así, podríamos decantarnos por valores sólidos, con buen dividendo, visibilidad en sus resultados, ventajas competitivas o barreras de entrada en su sector… En definitiva, compañías que nos puedan ayudar a aguantar el tirón si finalmente el escenario se torna más gris de lo que inicialmente pensamos. Tengamos el paraguas a mano.

Con una perspectiva de más largo plazo, somos firmes convencidos de la posibilidad de encontrar valor en las megatendencias, que nos permiten invertir en los grandes cambios que van a marcar el futuro y que redefinirán los estilos de vida. Son la base de los nuevos motores de crecimiento económico que tienen su origen en cambios sociales, políticos, económicos y tecnológicos, con un impacto económico a largo plazo. Con ellas, podemos intentar esquivar el posible fin del ciclo económico, dado que invertimos en empresas que se benefician de un crecimiento secular y sostenible a largo plazo. Así, ideas como el envejecimiento de la población, el cuidado del medio ambiente o las inversiones en ciudades inteligentes, por poner algunos ejemplos, pueden ser excelentes diversificadores para nuestras carteras. Los nuevos campos tecnológicos como los que se aplican a las energías alternativas o el Big Data y la Inteligencia Artificial pueden ser escenarios atractivos para la inversión a medio o largo plazo, y también todo aquello que tenga que ver con el tratamiento de las aguas o las tecnologías de la alimentación, en un planeta que demanda cada vez un mayor consumo rápido, preparado y seguro.

MAGNITUDES MÁS DESTACADAS

Para 2024 prevemos que la economía modere su ritmo de crecimiento hasta el 1,4%. En ausencia de perturbaciones externas, podría esperarse un ritmo de crecimiento cercano al 2,5% gracias, en parte, al apoyo de los fondos europeos.

La economía mundial no podrá crecer por encima del 2,5%, siendo los países emergentes los más afectados por el frenazo del crecimiento, que estancará las medias de los crecimientos globales. Sin embargo, el nivel actual de inflación no se registraba desde los años 1970-80 y ha dejado en la precariedad a millones de hogares en los países desarrollados, además de poner a los países pobres en riesgo de sufrir una miseria aún mayor, alentada por el alejamiento de las inversiones externas.

La revisión de las cifras de Contabilidad Nacional de España ha arrojado importantes cambios con respecto a los resultados provisionales. Si bien la caída del PIB en el año 2020 fue del 11,2%, apenas una décima menor de lo anticipado, el crecimiento para los dos años siguientes se ha ajustado al alza, hasta el 6,4% en 2021 y 5,8% en 2022, lo que supone nueve y cuatro décimas porcentuales más de lo adelantado. La composición de ese crecimiento se ha modificado, incrementándose para 2021 la aportación de la demanda nacional –un 6,6% frente al 5,2% inicialmente estimado– y con un sector exterior que ahora resta dos décimas al crecimiento –frente a una aportación previa de 0,3–. Por el contrario, para 2022 la aportación de la demanda nacional se reduce dos décimas hasta el 2,9% mientras que el sector exterior aumenta la suya en cinco décimas hasta el 2,9%. Tras esta actualización, la economía española habría superado el nivel prepandemia en el tercer trimestre de 2022 y se situaría un 2% por encima de ese nivel en el segundo trimestre de 2023.

La última parte del año estará marcada por la desaceleración, como consecuencia del impacto de la subida de tipos de interés, del enfriamiento de Europa –las previsiones de crecimiento para la eurozona se han revisado a la baja– y en menor medida por una moderación del consumo público. La desaceleración es especialmente pronunciada habida cuenta de las revisiones al alza del INE para la primera parte del año. Todo ello dejará todavía el crecimiento en el 2,4% para el conjunto de 2023, dos décimas más que en la anterior previsión, gracias al impulso de los dos primeros trimestres. El crecimiento procederá sobre todo de la demanda interna. Destaca el repunte del consumo tanto público como privado, en este último caso facilitado por la recuperación de los salarios en términos reales y la resiliencia del mercado laboral. La inversión en construcción también reflejará la mejora del poder adquisitivo. A la inversa, la inversión en bienes de equipo y otros productos, el componente más sensible a las subidas de tipos de interés, apenas se incrementará en el conjunto del año. Finalmente, pese al enfriamiento de los mercados de exportación, la aportación del sector exterior seguirá siendo positiva, fruto de la plena normalización del turismo tras el periodo de pandemia y el buen posicionamiento competitivo de algunos sectores, en especial los servicios no turísticos.

La desaceleración se evidenciará con más claridad en 2024, por el efecto de arrastre del último tramo del presente ejercicio, y el menor impulso de algunos de los actuales factores de crecimiento: la normalización del turismo y los acuerdos de recuperación de poder adquisitivo de los salarios, con su corolario en términos de renta disponible de los hogares y consumo privado. Por otra parte, también se anticipa una menor aportación del consumo público, a tenor de la próxima reactivación de las reglas fiscales europeas. El PIB avanzará un 1,5%, una décima menos que en la anterior previsión. El crecimiento procederá sobre todo de la demanda interna, mientras que la aportación del sector exterior será nula. Pese a todo, el ritmo de expansión de la economía española seguirá superando la media europea.

En todo caso, el avance del PIB iría de menos a más en el transcurso del año, un perfil que refleja la hipótesis de política monetaria: las previsiones parten del supuesto de que el BCE no procederá a nuevas subidas de tipos de interés, prefiriendo enviar el mensaje de mantenimiento de tipos de interés altos por más tiempo de lo inicialmente anticipado. Este supuesto sería consistente con una ligera relajación de la facilidad de depósitos durante la segunda parte de 2024.

El debilitamiento de la demanda relajará la presión sobre los precios, pese ese efecto será gradual y desigual, de manera que la inflación todavía se mantendrá en cotas superiores al objetivo del BCE durante todo el periodo de previsión. El deflactor del consumo privado registrará una ligera desaceleración, desde el 3,9% este año hasta el 3,6% en 2024. Asimismo, el incremento del deflactor del PIB –el indicador que mejor refleja las presiones inflacionarias– pasará del 5,5% este año al 3,5% el que viene. Este pronóstico se basa en los episodios pasados de desinflación, marcados por la asimetría en los ajustes de precios (más lentos a la baja que al alza) en los sectores de servicios relativamente poco expuestos a la competencia. Además, los precios energéticos han repuntado, especialmente en lo que atañe al petróleo tras las decisiones de algunos países de la OPEP de recortar el bombeo. El recrudecimiento del conflicto entre Israel y Palestina –y sus posibles reverberaciones tanto en la región como en la geopolítica mundial– añaden un factor de incertidumbre que ya se refleja en la volatilidad de las cotizaciones de hidrocarburos.

El tirón de las exportaciones netas de bienes y servicios, junto con la mejora de la relación real de intercambio generada por el abaratamiento de las importaciones, redundará en un importante incremento del superávit externo. La balanza por cuenta corriente arrojará un excedente cercano al 2% del PIB durante todo el periodo de previsión. El resultado en términos de balanza externa total, que se obtiene sumando las transferencias en concepto de los fondos europeos a la balanza por cuenta corriente, es aún más positivo.

Junto con el superávit externo, el mercado laboral se mantendrá como uno de los principales factores de resistencia de la economía española. La tasa de paro se reducirá hasta el 10,5% a finales de 2024, un nivel que todavía supera ampliamente la media europea.

La ralentización de la economía, junto con las medidas de lucha contra la inflación, la indiciación de las pensiones y el incremento de las cargas financieras generado por la subida de los tipos de interés, dificultarán la corrección de los desequilibrios presupuestarios. A falta de ajustes, el déficit se situará en el 3,6% en 2024 y la deuda pública superará el 106%, por encima de los niveles prepandemia.

En términos generales, se prevé que la economía se vea lastrada por un conjunto de factores. En primer lugar, se destaca el impacto de la subida de tipos de interés. El BCE empezó a subir tipos en julio de 2022 y, desde entonces, ha subido los tipos en 450 p. b. La previsión generalizada es que el pasado septiembre el BCE alcanzó el tipo pico (depo al 4,0% y refi al 4,5%) y que mantendrá los tipos a este nivel hasta la segunda mitad de 2024, punto en el que empezaría a bajar los tipos de manera gradual. Según estas previsiones, el euríbor a 12 meses se situaría cerca del 3,6% en el promedio de 2024, tras anotar un promedio de cerca del 3,9% en 2023.

Aunque los tipos puedan ser más bajos en 2024 que en 2023, hay que recordar que el impacto de una subida de tipos tarda bastante en transmitirse a la economía. Típicamente, el impacto máximo se produce entre uno y dos años después de la subida. Estos retardos explican que, a pesar de que prevemos tipos más bajos en el promedio de 2024 que en el de 2023, el impacto de los tipos de interés sobre el crecimiento del PIB sea sustancialmente negativo en 2024.4

En segundo lugar, nuestro Servicio de Estudios prevé que la inflación siga lastrando la evolución de la actividad, aunque en menor medida que en los últimos dos años. En positivo, prevemos que las dinámicas subyacentes de la inflación se deberían moderar a lo largo de 2024 e ir aterrizando, aunque en buena arte va a depender para el caso de España de una activación de la economía que requerirá políticas de choque que, de momento, no han sido anunciadas o definidas por el Gobierno.

Esta previsible moderación se producirá gracias al progresivo agotamiento del efecto contagio, el impacto que la fuerte subida de precios de la energía y los alimentos tiene sobre los precios de otros productos de la cesta del IPC, y a la ausencia de efectos de segunda ronda de calado. De este modo, prevemos que la inflación núcleo, aquella que excluye la energía y los alimentos), pasará de crecer un 4,6% en 2023 a un 3,0% en 2024. En contraposición, la retirada de las principales rebajas fiscales por la guerra de Ucrania a principios de 2024 añadiría cerca de 1 p. p. a la inflación de 2024, principalmente a través del componente energético y de los alimentos. En su conjunto, prevemos que la inflación general promedio apenas se modere en 2024 respecto al 2023 (3,6% frente a 3,7%), por lo que seguirá realizando una contribución negativa al crecimiento.6

Finalmente, el bajo crecimiento económico previsto para la eurozona con una previsión de crecimiento para 2024 del entorno del 0,7% frente al 1,4% de crecimiento potencial que anuncia el FMI, también tendrá un efecto adverso sobre nuestra economía.

Los tipos de interés de los principales bancos, BCE, Banco de Inglaterra y Reserva Federal, continuan si tendencia al alza pero, de momento, de manera mas moderada. Claro que, si la guerra de Ucrania continúa y la situación de Oriente Medio se recrudece, nos encontraremos con una situación muy presionada financieramente en la que los mercados no podrán asumir muchas mayores tensiones alcistas en lo que a tipos de interés se refiere.

Todo este escenario podría cambiar en función de si se materializan algunos de los riesgos que lo rodean. Destacamos la posibilidad de que los conflictos geopolíticos tensionen más los mercados de la energía, de las materias primas y/o las cadenas de suministro globales y el tráfico de mercancías. El impacto del ciclo de subidas de tipos de interés podría ser mayor del previsto e incidir no solo de manera directa sobre nuestra economía sino también a través de un menor crecimiento de la eurozona.

Existen además no solo riesgos a la baja, sino también al alza. El buen comportamiento de la renta disponible de los hogares es uno de ellos, ya que las familias tienden a unos menores índices de consumo y, por lo general, gastan menos que antes de la pandemia. En el primer semestre de 2023 la renta bruta disponible de los hogares creció un 11,5% interanual, una cifra muy notable y claramente superior a la inflación promedio de este mismo periodo, de cerca del 4%. Este crecimiento se debió, en gran parte, al aumento del 8,5% interanual que registró la remuneración de los asalariados (el componente de mayor peso dentro de la renta disponible), un crecimiento que se explica tanto por el fuerte ritmo de crecimiento del empleo en el periodo, de cerca del 3% interanual, como por un mayor crecimiento de los salarios. La fortaleza que ha mostrado el mercado laboral ha permitido más que compensar el aumento del pago neto de intereses derivado del aumento de tipos. Así, en términos absolutos, el aumento de la remuneración de los asalariados entre el primer semestre de 2022 y el de 2023 ha supuesto cerca de 47.000 millones de euros, una cifra muy superior a los cerca de 2.400 millones de euros más que ha supuesto el aumento del pago neto de intereses.

En cuanto a los riesgos, la economía española ha tenido un comportamiento mejor de los previsto, y todavía podría sorprender al alza en los próximos meses. Sobre todo si a los factores de resiliencia, especialmente en desendeudamiento privado, competitividad internacional, creación de empleo, se añade un impulso adicional de los fondos europeos.

Sin embargo, los principales riesgos son a la baja. A corto plazo, la intensificación de las tensiones geopolíticas podría desencadenar una nueva disrupción de los mercados energéticos y de los intercambios comerciales, generando un shock de estanflación. Ante el riesgo de interrumpir la desescalada de los precios, el BCE se vería abocado a un endurecimiento del ciclo monetario, desmintiendo la hipótesis de estabilidad incorporada en estas previsiones. Un encarecimiento de los costes financieros más pronunciado de lo que se contempla en el escenario central plantearía un riesgo mayor de impago para los sectores más vulnerables y de sacudidas en los mercados financieros.

A medio y largo plazo, la persistencia de un déficit público elevado es un factor de vulnerabilidad para la economía española, en un contexto de reactivación de las reglas fiscales europeas y de retirada del apoyo del banco central, tanto en materia de tipos como de compra de deuda. A esto se suma el aumento de las rentabilidades, desde tasas inferiores al 1% en los últimos años para los títulos a 10 años hasta el entorno del 4%, lo que va a suponer un aumento del pago de intereses en relación al PIB. En ausencia de medidas de ajuste, no está garantizado que la deuda en relación al PIB vaya a seguir una senda coherente con los compromisos europeos. En simulación en base a hipótesis relativamente optimistas (un crecimiento del 1,9%, una inflación del 2% y una política monetaria “normalizada”), el escenario central es de un déficit público que no alcanzaría el 3% hasta el 2028. La deuda se situaría todavía por encima del 102% en ese año. De momento la prima de riesgo se mantiene estable, pero ante posibles perturbaciones en los mercados financieros, la situación podría cambiar drásticamente. De ahí la importancia de aprovechar la ventana de oportunidad para emprender una senda de ajuste fiscal.

Más allá del buen comportamiento de los últimos datos de renta disponible, también destaca la revisión al alza de la serie histórica que efectuó el INE en su última publicación. El mayor dinamismo de la renta disponible se ha reflejado en la tasa de ahorro: según los nuevos datos, la tasa de ahorro de los hogares en el 1T 2023 se emplazó cerca de 1 p. p. por encima de lo conocido anteriormente.

La revisión al alza de la tasa de ahorro en el 1T 2023, junto con el elevado nivel de ahorro del 2T 2023, podría llevar a un mayor dinamismo del consumo privado en 2024. A modo ilustrativo, si la tasa de ahorro en 2023 cierra 1 p. p. por encima de lo previsto en nuestro escenario macroeconómico actual (1 punto es precisamente la magnitud de la revisión al alza que comentábamos anteriormente), los hogares dispondrían de un mayor colchón de ahorros de cara a 2024. En el supuesto de que lo utilizaran plenamente en 2024, estimamos un impacto sobre el PIB de cerca de 0,4 p. p.

La amenaza de la recesión continúa aunque estamos lejos de una recesión generalizada.

La mayor parte de las empresas, incluidas las mediadas, invertirán más en adquisiciones en Tecnologías de la Información y marketing online, cuyo nicho de negocio se multiplicará por 1,5 veces.

Japón continúa sin recuperar su consumo interno, amenazado aún por los altos impuestos y los elevados costes de commodities e insumos en un país con grandes carencias de materias primas.

Crecen los riesgos de retrocesos o de prolongados períodos de débil crecimiento generalizado en el PIB a escala global del planeta y se mantienen los umbrales de recesión para las economías más desarrolladas.

Crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) cercano al 3 por ciento para Estados Unidos, que roza el pleno empleo. Crece la producción industrial en Estados Unidos.

Pequeño incremento del Producto Interno Bruto (PIB) en Europa Occidental, que mantiene aún varios miembros amenazados por la recesión.

Brasil estanca el crecimiento de su PIB en el 1%.

Quiebra en una importante institución financiera estadounidense que se une a la tambaleante situación de un gran banco alemán.

Intenso repunte del comercio electrónico y asentamiento el marketplace aunque las Administraciones centrales de muchos países alertan acerca de las amenazas del cibercrimen y las prácticas abusivas transfronterizas que escapan al control.

Crecen los pagos mediante dispositivos móviles haciendo uso de novedosas aplicaciones tecnológicas. Se consolida la aparición de una nueva tecnología de telefonía movil mucho más potente, dinámica y basada en el metaverso.

CIENCIA

Se desvela parte del enigma de la materia oscura del Universo.

Los premios Nobel de Física o matemáticas pueden recaer sobre un chino.

Crecen inmensamente los servicios de cloud, que acaparan gran parte de la custodia de los datos globales de empresas y organismos públicos.

Se avanza en el descubrimiento de una nueva manera de confinamiento de la energía de fusión que abre puertas a una nueva tecnología energética.

La Inteligencia Artificial y el Big Data entran en Política y se crean herramientas positivas para diseñar políticas públicas y diplomáticas.

Avances rápidos en la aplicación práctica y comercial de la Inteligencia Artificial.

Comienzan a funcionar eficientemente las primeras rutas urbanas con coches autónomos en algunas ciudades del mundo.

Trascendental descubrimiento en la exploración de la genética humana.

Avances en las terapias genéticas.

POLÍTICA

Crece la división en el seno de la Unión Europea posicionándose en dos bloques.

Se plantea la solución de “dos Ucranias” para poner fin a la guerra de Rusia-Ucrania, algo que no acepta Volodímir Zelenski.

Recesión del Euro, especialmente ante el dólar.

China se convierte en el principal inversor de varios países hispanoamericanos y en el Centro de África.

China consigue reducir en 50 millones de personas el número de “pobres” en su país.

Estados Unidos busca nuevas alianzas con Vietnam, Tailandia y Malasia, en interés en ampliar su influencia en el área Asia-Pacífico frente a China. Se fortalece la pinza entre Estados Unidos, Corea del Sur, Taiwán, Japón y Australia.

Nuevas maniobras militares ruso-chinas que amenazan la estabilidad en Lejano Oriente.

India se alía con Rusia en un nuevo proyecto espacial.

Cambios drásticos en algún país centroafricano e inestabilidad en Angola, Nigeria y Camerún.

Estalla nueva revuelta en país norteafricano.


CULTURA

Se descubrieran nuevos vestigios de trascendental importancia en Egipto, relacionados con tumbas reales.

Desvelan un asombroso descubrimiento arqueológico en el fondo del Océano y se inician pasos para nuevas exploraciones submarinas de restos de civilizaciones.

China descubre importantes yacimientos arqueológicos en el Centro de Asia que reinterpretan el origen de la Humanidad.




Este Pronóstico ha sido posible gracias a los datos obtenidos en numeroso Informes, dossiers y evaluaciones obtenidas de diversos Departamentos, Instituciones y Organismos públicos y privados:

- Organización de Naciones Unidas (ONU), Banco Mundial, Condo Monetario Internacional (FMI), Banco Central Europeo, Banco Europeo de Inversiones BEI), Instituto de Crédito Oficial (ICO), Instituto de Estudios Económicos (IEE), Banco Asiático de Inversión (AIIB), Instituto Europeo de Estudios Sociales y Políticos (IEESP), Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo, Real Instituto Elcano.

- Agencias mundiales de noticias: Agencia China de Noticias Xinhua y Servimedia.

- Servicios de Estudios de Bancos europeos y mundiales: Citi Group, Citi Corp, Banco de Santander y Caixabank.

- Prospecciones de multinacionales: Telefónica, Veeam, Hays, AIS.

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