Descartado el Caminando Juntos de Macarena Olona, después de su batacazo electoral del 23-J (poco más de 5.000 votos), quedan otras opciones a izquierda, derecha y el centro, el espacio electoral con más votantes potenciales y del que se aleja el PSOE —aliándose con la pléyade de partidos de extrema izquierda y separatistas— y el PP —que ya incluye medidas de Vox como la ilegalización de partidos separatistas—.
Izquierda antinacionalista
Después de tres años el think tank El Jacobino ha creado Izquierda Española, con Guillermo del Valle al frente, a quien ya han nombrado cabeza de lista. Todo apunta a que repetirá una jugada similar a la de Pablo Iglesias, ser cabeza de lista en el primer envite electoral con alguna posibilidad de entrar, y repetir de nuevo en las Generales, el campo que realmente interesa a este abogado que viene de UPyD.
Su apuesta es muy centralizadora, a la vez que políticas clásicas de la izquierda como la subida de impuestos y el aumento de su progresividad. Del Valle empezó a ser conocido desde la Plataforma Ahora que lideraba Gorka Maneiro, y por entonces manejaba un discurso mucho más moderado que sus actuales propuestas anti-OTAN y contra el Tratado de Maastricht. Asiduo como tertuliano, pero especialmente en medios de derecha, posiblemente su partido sea visto con más simpatías por una derecha que no le va a votar, que por una izquierda a la que le cuesta mucho abandonar a sus siglas de toda la vida. Difícil lo tiene situándose a la izquierda del PSOE y derecha de Sumar.
Más a su izquierda está el Frente Obrero de Roberto Vaquero. Algunos erróneamente lo sitúan en el fascismo, olvidando que lo que ocurre es que el fascismo y el comunismo tienen muchas coincidencias (como primar lo colectivo frente a lo individual y aversión a la democracia liberal). Los situaría en un espacio cercano a los nacional-bolcheviques. De hecho su líder es seguidor de Lenin y son muy activistas en la calle (muy típico del leninismo, y del fascismo, otra coincidencia), han acudido a la sede socialista de Ferraz y con anterioridad han afeado a Pablo Iglesias su proceso de ‘burguesización’. Mantienen un discurso económico proteccionista y antimigratorio, y defienden el abandono de la UE y la OTAN.
Se diferencian de laizquierda posmoderna en que rechazan el feminismo y la ideología queer, pero esto es algo muy compartido con la izquierda clásica (por ejemplo, la homofobia en los dirigentes de las guerrillas hispanoamericanas era muy frecuente, habiendo campos de concentración para homosexuales en Cuba, y Mao Tse Tungacusó a los gays de ser ‘enfermos mentales’ y ‘contrarrevolucionarios’). Como Izquierda Española, el Frente obrero apoya la unidad de España, algo casi excepcional en la izquierda pese que debería ser lógico que la defendieran frente a las desigualdades que producen las políticas nacionalistas.El FO no parte de cero, ya que en las últimas Generales consiguieron 46.605 votos, casi tantos como UPN y más que el heredero histórico de CiU, el PDeCAT.
¿Nueva? ultraderecha
También tiene intención de presentarse una nueva formaciónde ultraderecha, o más bien fascista.
Hacer Nación ha adquirido cierta relevancia por participar en las manifestaciones en Ferraz. Fundado en 2020, tiene dos concejales reelegidos en mayo en la localidad madrileña de Velilla de San Antonio (que en el mandato anterior eran de España 2000, uno de los partidos ultras más oscuros del panorama español, cuyo fundador tiene vinculaciones con el negocio de la prostitución según detalla el periodista de investigación Antonio Salas en su libro «El año que trafiqué con mujeres» y algunas otras fuentes).
Como todo grupo neonazi, combinan el nacionalismo y un mensaje social (solo hacia los españoles). Apoyan la expulsión de los menas y mantienen un fuerte discurso antimigratorio. Tiene conexiones con la asociación rusa Águila Bicéfala, que está controlada por el oligarca Kostantin Malofeev. Su posicionamiento podría confundirse con el nacional-bolchevismo, pero más bien es por ciertas coincidencias del nacionalsocialismo con el comunismo, como ya he explicado. En política internacional están alineados con Rusia y Palestina frente a Israel, algo muy típico de los grupos neonazis.
El discurso es identitario y tránsfobo, muestran rechazo al globalismo y a la Agenda 2030, una de las obsesiones ultras. Nació durante la pandemia del coronavirus tratando de unir a los grupos más ultras españoles: Bastión Frontal y Hogar Social.
La mala experiencia electoral de la coalición ADÑ Identidad Española (entre Alternativa Española, Democracia Nacional y La Falange) no parece presagiar que vuelvan a presentarse, dejando el espacio de los autodefinidos como grupos socialpatriotas prácticamente libre a Hacer Nación.
El abogado Luis María Pardo y la exmiss España Inés Sainz quieren ir a Bruselas a través de su partido Iustitia, con un claro mensaje contra la Agenda 2030 y la vacunación obligatoria. Su mensaje es claramente antiglobalista pero poco tienen que ver con la extrema derecha clásica.
Restaurando los valores cristianos tradicionales
Entre la derecha del PP y la izquierda de Vox surgen partidos con valores cristianos. La postura del PP sobre todo en temas como la eutanasia y el aborto (además de sus múltiples casos de corrupción) aleja cada vez más quienes tienes valores y principios cristianos. Fue uno de los motivos por los que surgió Vox (además de la cuestión de subida de impuestos de Mariano Rajoy y su falta de firmeza en el combate contra ETA y la derogación del a doctrina Parot). Pero el partido de Santiago Abascaltiene tal oscuridad en el manejo de sus cuentas y en la estructura del partido (congreso a la búlgara el próximo fin de semana), que también aleja a quienes tienen la ética como su vértice de acción.
Uno de ellos es FIEL (Familia - Integridad - Educación - Libertad) cuyo presidente es Salvador Martí, el policía que promueve el programa “Alexia enséñanos”, un taller que da pautas de seguridad básica a los niños en Internet.
Otro partido de este ámbito es Valores, miembro del Movimiento Político Cristiano Europeo. Fundado por Alfonso Galdón, expresidente del Foro de la Familia y antiguo miembro de Vox en Murcia. No sería extraño que Valores y FIEL llegasen a algún acuerdo para concurrir juntos.
El centro y la transversalidad
Según numerosos estudios demoscópicos, incluso en esta época de crispación, la mayor parte de los españoles se sitúa en el centro. Sin embargo, el PSOE con Rodríguez Zapatero se alejó de ese espacio, y Pedro Sánchez aceleró aún más esa marcha hacia la izquierda radical, teniendo por compañeros de viaje incluso a los herederos de los asesinos de ETA.
El PP, sin brújula, da bandazos desde una supuesta moderación de Alberto Núñez Feijoo a apoyar censuras casposas de la derecha reaccionaria de Vox contra obras de teatro en algunos pueblos.
Y Ciudadanos, habiendo dejado pasar el 23-J sin presentarse (y las Elecciones Gallegas) y poniéndose en venta para las Europeas, si el PP fichase a Adrián Vázquez y su equipo, deja huérfano en donde mayor caladero de votos hay: el centro.
En este espacio han surgido dos iniciativas: la Tercera España y la plataforma Nexo. Sin embargo, los pesos pesados de la Tercera España, con el periodista Iñaki Ezkerra a la cabeza, se han pasado a Nexo, presidida por Edmundo Bal. Esto allana el terreno a la plataforma Nexo, que está a punto de crear un partido político. No sólo eso, sino que ya han hecho pública su buena sintonía con Contigo y UCIN, ambos partidos con fuerte implantación municipal.
Edmundo Bal insistió en la presentación de sevilla el pasado 13 de enero, que no quiere ‘el partido de Edmundo Bal’. De hecho, sigue con continuas reuniones con partidos a su izquierda y a su derecha para salir el 9 de junio realmente a por el escaño.
A Bal se le nota que ahora tiene un discurso mucho más disruptivo y sin las ataduras que le imponía el partido de la eterna indefinición. Ahora dice cosas como «Uno de los principales errores en política es ser un palmero y ser un pelota», «Tolerancia, mestizaje. No podemos encerrarnos en nuestros planteamientos, tenemos que convivir y colaborar con otros planteamientos también moderados», «No somos ni izquierda ni derecha..., no vamos a militar en un bando para lanzar pepinazos al otro bando...Somos una fuerza de interposición, los cascos azules de la política de bloques instalada en España».
Todos ellos tienen una oportunidad el 9 de junio, pero seguramente, como mucho uno lo conseguirá. Y en algunos casos no conseguirlo será poner el cartel de cerrado por defunción.
(*) Gonzalo Sichar es doctor en Antropología y licenciado en Económicas. Autor de más de una decena de libros entre los que destaca Las siglas de la democracia. Diccionario de organizaciones políticas españolas
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