Bujará es un mundo arquitectónico verdaderamente único, un mundo tan íntegro, a pesar de los diferentes estilos, corrientes y épocas, que resulta difícil decantarse por una mezquita o minarete en concreto. Situada en el centro de la Ruta de la Seda, Bujará conectaba muchos países de Oriente y Occidente.
En Bujará, los monumentos arquitectónicos e históricos se han conservado en estado prístino y se han transmitido de generación en generación.
Aquí vamos a describir algunos de ellos.
Conjunto arquitectónico Poi-Kalyan
El conjunto Poi-Kalyan es la atracción más importante de Bujará, no visitarlo significa no visitar a Bujará. Este conjunto principal está situado en el cruce de las rutas comerciales de los "cuatro bazares", y Poi-Kalyan significa "pie del Grande".
El conjunto incluye 4 elementos: el minarete y la mezquita Kalyan, así como las madrazas Miri-Arab y Amir-Alimkhan.
Los habitantes locales dicen que la primavera en Bujará llega cuando las cigüeñas vuelan hacia el minarete de Kalyan. Entre los habitantes de la ciudad existía incluso una creencia de que si se veía una cigüeña primero, traería buena suerte para todo el año.
Madraza Abdulaziz Khan
Construida a mediados del siglo XVII, la madrasa desempeñó un papel notable en la formación de la arquitectura de Asia Central: transmitía todo el poder de los maestros de la época.
La decoración mural e interior combina todas las técnicas decorativas disponibles en la época. Entre ellas destacan la mayólica en relieve, la talla en mármol, los mosaicos tallados, de azulejos y ladrillos, la pintura con colores adhesivos sobre yeso, la pintura sobre ganch e incluso el kundal (dorado).
Sin embargo, la decoración de la madrasa no se completó hasta el final. La parte derecha del patio y la izquierda de la fachada quedaron sin decorar. Durante la ausencia de Abdulaziz Khan, hubo una agitación política en el país y no hubo nadie que terminara el edificio.
Ciudadela Ark
La Ciudadela Ark es el monumento más antiguo de Bujará. Según datos arqueológicos, la ciudadela data de los siglos IV-III a.C. La superficie de la ciudadela es de 3,9 hectáreas. Sirvió de palacio a los gobernantes de Bujará hasta 1920.
Bujará es una ciudad que floreció en el corazón del desierto y lo decoró con palacios, cúpulas y minaretes. Desde hace tres mil años, la antigua Bujará se yergue sobre la tierra, encarnación de la magia de Oriente y del talento humano.
Hay muchas razones para visitar Bujará: conocer sus numerosos monumentos arquitectónicos, sumergirse en el pasado histórico, sumergirse en la atmósfera de Oriente, ver cosas únicas en los museos, visitar el lujoso palacio del emir de Bujará.
Bujará es una ciudad que merece la pena ver al menos una vez en la vida. Si en Europa dicen ver París y morir, en Oriente dicen ver Bujará y perder la facultad del habla, tan bella es esta ciudad.