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ANÁLISIS DE ESSCA

Burnout: ¿una enfermedad de millenials?

Fernanda Arreola
Fernanda Arreola

  • Por Fernanda Arreola, profesora de Estrategia, Innovación y Emprendimiento en ESSCA y Albin Wagener (INALCO / Université Rennes 2)

lunes 11 de marzo de 2024, 12:08h

Si bien la cuestión del burnout invade desde hace tiempo la esfera mediática, en este articulo nos cuestionamos si en alguna medida afecta mayoritariamente a determinadas cohortes demográficas. Según el instituto de sondeos estadounidense Gallup, siete de cada diez millennials, es decir, personas nacidas entre principios de los 80 y finales de los 90, experimentan actualmente un estado de burnout en Estados Unidos, con variaciones según las personas. Pero más allá del efecto generacional, ¿cómo identificar el burnout?, ¿cómo explicar una incidencia tan elevada? y, sobre todo, ¿qué hacer para invertir esta tendencia?

¿QUÉ ES EL BURN-OUT?

El burnout parece estar provocado por una sobrecarga del sistema nervioso, una psicopatología identificada en el siglo XIX para describir el estrés excesivo producido por el trabajo. Esta sobrecarga, no es el resultado de un único factor, sino de la acumulación de numerosos elementos que, combinados entre sí, provocan la saturación del sistema.

Evidentemente, el estrés es uno de los factores más asociados al burnout, pero no puede considerarse la única causa. De hecho, una cantidad adecuada de estrés en el entorno laboral, puede ser útil para activar nuestra motivación, empujarnos a asumir nuevos retos y mejorar nuestro rendimiento.

En realidad, la particularidad del burnout reside en su carácter crónico y subjetivo. El burnout se desencadena cuando una persona siente un desfase considerable entre el esfuerzo invertido y las recompensas obtenidas, dando lugar a una sensación de agotamiento. En lo que respecta a los millennials, esta situación es realmente singular, especialmente si se compara con el de los baby-boomers, quienes son por su parte mucho menos propensos al burnout ya que ellos experimentan la satisfacción en el trabajo, de una manera diferente.

¿POR QUÉ LOS MILLENNIALS PARECEN MÁS PROPENSOS AL BURNOUT?

Los millennials son un grupo que se caracteriza por haber sido el primero en crecer teniendo acceso a Internet, haciendo uso de los ordenadores, teniendo en mano los teléfonos personales y después los smartphones. También son una generación que experimentó los efectos de la recesión de 2008 al inicio de su carrera profesional, una recesión que repercutió en su poder adquisitivo y en su capacidad para endeudarse.

Además, esta generación ha privilegiado el uso de los ingresos a su disposición para bien realizar estudios universitarios o viajes, todo esto en detrimento de la compra de una casa o de la creación de una familia.

Una hipótesis que podemos plantearnos es que el deseo de satisfacer y cumplir todos estos ideales de educación, aprendizaje y diversión, han hecho que, entre otros factores, esta generación sea especialmente vulnerable a la sensación de insatisfacción, que conlleva también a aumentar el agotamiento.

En cualquier caso, la investigación académica muestra que los millennials parecen ser más susceptibles al estrés en el lugar de trabajo.

UNA FUERTE NECESIDAD DE CONSIDERACIÓN

En lo que respecta al trabajo, los millenials se encuentran en un entorno laboral digitalizado, en el cual han experimentado la llegada gradual de las redes sociales y de las herramientas de trabajo colaborativo. Según un estudio de PWC, los millenials no se sienten cómodos con estructuras demasiado rígidas y buscan empresas que puedan ofrecerles nuevos retos. También dan mucha importancia a que se tengan en cuenta sus necesidades personales, y exigen un feedback constante, respuestas rápidas a sus peticiones y mucho reconocimiento.

Esta colisión entre los ideales y las realidades del mundo laboral parecen ayudarnos a entender por qué esta generación parece extenuada.

Por un lado, los millennials desean satisfacer su búsqueda de identidad (realización, entretenimiento, calidad de vida, compromiso). Por otra parte, les gusta ser ágiles, están informados y esperan que sus empleadores hagan buen uso de sus competencias.

Todas estas exigencias corren el riesgo de desembocar en una insatisfacción permanente. La larga lista de expectativas, la necesidad de identificarse con una "razón de ser" y la necesidad de apoyo pueden tener un efecto negativo en la confianza en uno mismo. La agilidad y la búsqueda de rendimiento pueden generar un estado de ansiedad y, a largo plazo, puede conducir a un agotamiento crónico que desemboque en el burnout. Mas allá de este cansancio generalizado el burnout impactara de forma diferente en función del género o del origen cultural.

¿CÓMO PODEMOS HACER FRENTE A ESTAS DEMANDAS?

La primera forma de abordar el aumento del burnout entre los millennials sería evaluar hasta qué punto son realistas y aceptables los objetivos de desempeño fijados por los empleadores, en función del tipo de trabajo. ¿Es suficiente una semana de 40 horas para ocuparse de todos los proyectos? ¿El empleado puede desconectarse realmente cuando está de vacaciones o durante el fin de semana? ¿Y qué ocurre con el lugar de esta generación en las esferas extraprofesionales, dado que las personas viven en una interconexión de entornos sociales que se afectan mutuamente?

Luego está la cuestión de cómo valoramos nuestras relaciones con los demás. ¿Nos sentimos aislados? ¿Sentimos que se tienen en cuenta nuestras opiniones? ¿Tenemos la impresión de que nuestros colegas y superiores nos escuchan?

¿MEDIR LA FRECUENCIA DE LOS SENTIMIENTOS DE INJUSTICIA?

En este sentido, deberíamos medir la frecuencia con la que se experimenta un sentimiento de injusticia. ¿Se da un trato diferente o privilegiado a otras personas en puestos similares, o hay una expectativa diferente para un determinado nivel en la jerarquía que no se aplica a nosotros?

En última instancia, el agotamiento parece surgir cuando nuestros valores personales chocan con las exigencias profesionales que se nos imponen. ¿Tenemos la impresión de que nuestro trabajo no está en consonancia con nuestros valores? ¿Tenemos la impresión de que ciertas decisiones ni siquiera respetan los valores declarados de la empresa?

MÁS APOYO PARA EL BURN-OUT

Como hemos visto, el burnout es la consecuencia de un proceso de sobrecarga, que aumenta paulatinamente, que suele ser invisible para la persona que lo experimenta, pero no necesariamente invisible para los demás. Parece que los trabajadores son cada vez más conscientes de su responsabilidad en relación con este síndrome y su prevención, incluso desde la perspectiva de la dirección.

Como explica el Instituto Nacional de Investigación y Seguridad francés, el agotamiento no aparece de la noche a la mañana. Viene precedido de dos etapas fáciles de detectar y durante las cuales los directivos y responsables pueden movilizar el apoyo que tanto gusta a los millennials.

En primer lugar, durante la fase de euforia (cuando los empleados dan la impresión de ser superhombres y supermujeres y de poder hacer cualquier cosa), los responsables pueden estar atentos a la magnitud de la carga de trabajo y de las tareas, para garantizar el bienestar del empleado. Los intercambios frecuentes con los empleados y las evaluaciones ocasionales del rendimiento son herramientas útiles para ayudar a garantizar el equilibrio entre la vida privada y la profesional.

En la segunda etapa, los trabajadores experimentan lo que se conoce como burn-in, la fase en la que se manifiestan gradualmente los síntomas del agotamiento. El estrés se vuelve crónico y aparecen muchos síntomas visibles: migrañas, irritabilidad, pérdida de concentración, cinismo, aislamiento, fatiga moral y física, miedo al trabajo, desmotivación, negatividad, culpabilidad, variabilidad del estado de ánimo, ansiedad, insomnio, pérdida de apetito.

En estos casos, los responsables pueden utilizar la empatía, implicar a los equipos de recursos humanos y evitar cualquier tarea que lleve al empleado a aislarse. Los directivos también pueden revisar los objetivos de forma temporal, considerar un cambio de equipo o recomendar un tratamiento terapéutico. La legislación reconoce la obligación de todo empresario de actuar para proteger la salud de un empleado en apuros, como estipulan los artículos L. 4121-1 y L. 4121-2 del Código Laboral.

De hecho, es importante entender que el agotamiento entre los millennials no es una debilidad personal, atribuible exclusivamente al individuo. Teniendo esto en cuenta, los directivos tienen la obligación de reconocer que existe y de tomar medidas para anticiparlo mejor y, sobre todo, para garantizar que no se produzca, o que se produzca lo menos posible. Tanto más cuanto que, por desgracia, los investigadores llevan más de veinte años advirtiendo de la situación y proponiendo herramientas preventivas.
Albin Wagener
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Albin Wagener
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