La mordaza no tiene la causa simple y directa en su mujer ni en su hermano. Pero el hecho de que la una (‘la catedrática’) y el otro (‘el nómada digital’) tengan encima a jueces y fiscales acusándoles ahora mismo nada menos que de la comisión de 7 delitos (¡7 delitos de momento!) ha sido un factor que, claramente, ha precipitado los acontecimientos.
A ello han ayudado al autócrata de Moncloa dos factores. El primero, que sus socios de gobierno y parlamentarios (comunistas, nacionalistas excluyentes y proetarras) tienen si cabe pulsiones totalitarias más acentuadas y sonoras que las del sanchismo. El segundo, que buena parte de esos socios se instituyen a diario en esa suerte de bultos sospechosos que tanto lamentablemente proliferan en la política española y que desconocen en su analfabetismo funcional, por tanto, el carácter profundamente antidemocrático y rabiosamente anticonstitucional de la norma que pretende impulsar el caudillo socialista mientras la Administración de Justicia impulsa el cerco penal y empuja al banquillo a su mujer y a su hermano.
En perspectiva, y dadas las connotaciones y perfiles psicológicos del personaje, aquella patética carta en la que meditaba entre lágrimas de cocodrilo su salida de la política quizá no fuera todo teatro, pura impostura, escenografía propia de ‘producciones Ferraz’. Tal vez el autócrata de Moncloa meditó de verdad, pensó en dimitir a tenor de la acumulación increíble de actuaciones presuntamente delictivas que hoy aplastan a su mujer y a su hermano y que él, sin duda, conocía y ocultaba. Mejor: amparaba y encubría.
Pero, siendo así o no, con toda seguridad fueron esas connotaciones y esos perfiles psicológicos del personaje los que le hicieron no mantenerse sino huir y acelerar la implantación de la censura ideológica a los medios cuyos periodistas se han negado a convertirse en ‘chachas’ que están al servicio de este individuo y del blanqueamiento de sus chavistas planes.
No todo está perdido, empero. Nos quedan los jueces, una vez más, como último bastión que puede resistir y prevalecer ante la ofensiva legal contra la legalidad del que es ya, con diferencia, el presidente de gobierno más tóxico y lesivo en 45 años de democracia española.
Si (
No(
