Es bastante conocido el deseo del exministro de Seguridad Social de ocupar el puesto de Gobernador del Banco de España desde hace ya bastantes años. No se trata de un puesto cualquiera; de hecho, es el culmen para cualquier economista financiero que se precie. Se trata de un puesto que requiere un compromiso muy especial, que exige de una formación exquisita, de una templanza y contención en sus modos, así como de una independencia que está recogida expresamente en su Estatuto.
En España hay grandes economistas financieros que podrían ocupar perfectamente ese puesto; la propia institución tiene excelentes profesionales de entre los cuales se podría seleccionar a la persona adecuada. El problema es que el nombramiento tiene que hacerlo el Gobierno y lo de la independencia es algo que no acaba de gustar en Moncloa (recordemos, por ejemplo, el nombramiento de Miguel Ángel Fernández Ordóñez en la etapa de Zapatero).
En su etapa de Ministro de Seguridad Social, el Sr. Escrivá ha hecho lo que le han mandado, poniendo tiritas para contener un deterioro arterial significativo que amenaza con hacer explotar el núcleo del sistema a cada golpe de sístole. Pero claro, nuestro presidente necesitaba aguantar hasta la siguiente cita electoral y que el que venga detrás que arree, y lo ha conseguido. Confía en que los sufridos españolitos de a pie no se den cuenta de lo que va a ocurrir la próxima década cuando haya casi el doble de jubilados que ahora.
En 1898, el pintor Francis Barraud pintó un perro mezcla de terrier llamado Nipper escuchando un gramófono de disco de cuerda. La escena del cuadro se convirtió en una marca popular de la industria discográfica cuando el sello discográfico británico The Gramophone Co., Ltd. la adoptó como imagen en 1901, bajo el eslogan “His Master’s Voice” (la Voz de su Amo). De todos es conocido que nuestro presidente sabe inglés, por lo que seguro que conoce este eslogan y se lo hace aprender a sus colaboradores.
La actuación del Sr. Escrivá ha seguido la voz de su amo, pero esta forma de actuar no es propia de un técnico independiente cuya ética le debería hacer dimitir cuando desde altas instancias se le pide que haga cosas que un profesional de las finanzas no debería asumir. El problema del Sr. Sánchez es que su lista de requisitos para cubrir la plaza es diferente de la lista que requeriría ese técnico independiente que actuara de acuerdo con los dictados del Banco Central Europeo.
Si entre las condiciones requeridas para ser candidato se presumiera hipotéticamente que hubiera que pedir permiso al Sr. Bolaños para hacer declaraciones institucionales, y que estas, tanto a nivel de contenido como de momento temporal se tuviesen que coordinar previamente con el Sr. Tezanos, sería bastante difícil que fueran aceptadas por un profesional independiente que no quisiera ver comprometido su prestigio de cara a futuro.
Así que el Gobernador, aunque sea en funciones, tiene difícil que se le escriba una carta en la que se anuncie el nombramiento de un nuevo Gobernador. La reticencia del Partido Popular es lógica habida cuenta de lo acaecido con el candidato propuesto, no sé si a la desesperada, por el Gobierno. Encontrar un candidato servil que trague con todo lo que le pida el Gobierno y que además dé la talla ante el Banco Central Europeo, no es tan fácil. Candidatos preparados hay, pero no del gusto de Sánchez.
En la película “The American President” (mal traducida, como siempre, como “El Presidente y Ms. Wade”), el genial guionista Aaron Sorkin introduce en la parte final un discurso presidencial casi tan bueno como el de Charles Chaplin en “El Gran Dictador”, en el que se indica literalmente “América no es fácil. América es una ciudadanía avanzada…… ¿Queréis libertad de expresión? ¿Aceptaríais a aquellos cuyas palabras os harían hervir la sangre?...... Llamáís a esta tierra la tierra de la libertad. En ese caso el símbolo de vuestro país no puede ser una bandera. El símbolo también tiene que ser el que los ciudadanos en el ejercicio de sus derechos puedan protestar quemando esa bandera…”.
Si los ciudadanos tienen sus derechos civiles y entre ellos está la libertad de expresión, no puede calificarse como “fangosfera” a aquellos que no están de acuerdo con lo que uno piensa. Por eso, en Estados Unidos existe una verdadera democracia. Sr. Presidente, nadie en Estados Unidos cuestionaría el buen hacer de Ben Bernanke, Janet Yellen o Jerome Powell, sencillamente porque son grandes profesionales que hacen o han hecho su trabajo con independencia. No enfangue (en su propio lenguaje) la gestión de la principal autoridad económica del país; nombre a un profesional independiente que tome sus decisiones sin que tenga un teléfono rojo que le coarte en su trabajo. El Gobernador del Banco de España no necesita a nadie que le escriba; sólo dejarle hacer su trabajo por el bien del país. El modelo lo ha tenido en Pablo Hernández de Cos; busque, compare y elija bien. Seguro que encuentra alguien, no necesariamente servil a Vd., pero que pueda hacer su trabajo y que lo seguirá haciendo cuando Vd. ya haya dejado de ser presidente del Gobierno.