Especial reconocimiento merecen las iniciativas del Presidente dirigidas a potenciar el papel del Parlamento en el sistema de mecanismos de disuasión mutua y contrapeso entre los distintos poderes del Estado. En particular, se ha introducido un nuevo tipo de control parlamentario, la Hora del Gobierno, en las actividades de la Cámara Legislativa. También se han ampliado los poderes de control del Parlamento, lo que ha contribuido a una solución más eficaz de los problemas de la población y a la profundización de la aplicación de reformas a gran escala.
La nueva forma de control parlamentario también ha afectado a los organismos de gestión económica, lo que ha aumentado la eficacia del uso de la institución de la investigación parlamentaria a los funcionarios de estos organismos. También se ha autorizado al Parlamento a supervisar la aplicación de los planes para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y mejorar los resultados del país en las calificaciones e índices internacionales.
Con el inicio de una nueva etapa de desarrollo de Uzbekistán, el Parlamento se ha enfrentado a tareas complejas que requieren un cambio fundamental en los planteamientos de la elaboración de leyes. La aprobación de leyes que promuevan el bienestar del pueblo y salvaguarden los derechos humanos y las libertades se ha convertido en una de las tareas prioritarias de la Cámara Legislativa. La actividad legislativa se basa en el principio de que «la única fuente y autor de la ley debe ser el pueblo», lo que ha convertido al Parlamento en una plataforma de discusión y debate abiertos sobre cada proyecto de ley.
Se han introducido cambios fundamentales para sistematizar el marco jurídico y mejorar la calidad de la elaboración y adopción de documentos legales. La introducción de modernas tecnologías de la información y la comunicación y de elementos del modelo de «normativa inteligente» se han convertido en factores importantes para mejorar el proceso legislativo. Las facciones de los partidos políticos están ahora obligadas a transmitir opiniones y propuestas a los diputados y a debatirlas exhaustivamente, lo que ha garantizado un mejor examen de los proyectos de ley.
Además, ha aumentado la responsabilidad de los sujetos del derecho de iniciativa legislativa en el proceso de elaboración de leyes. El sujeto del derecho de iniciativa legislativa o su representante presenta ahora un informe durante la primera lectura de un proyecto de ley. La Cámara Legislativa también ha aprobado el procedimiento de debate público de los proyectos de ley, que permite tener en cuenta la opinión de los ciudadanos y aumenta la transparencia del proceso de toma de decisiones.
La reforma constitucional introdujo cambios significativos en la actividad parlamentaria. La nueva versión de la Constitución elimina lagunas legales, refuerza las normas de control parlamentario y define competencias claras para ambas cámaras del Oliy Majlis. La Cámara Legislativa dispone ahora de competencias exclusivas ampliadas, como el control de la ejecución del presupuesto del Estado y el examen de los informes del Primer Ministro y los miembros del Gobierno.
También se han incrementado significativamente los poderes del Senado, que ahora asiste a los órganos representativos locales del poder estatal y decide sobre cuestiones importantes relacionadas con la disolución de la Cámara Legislativa. La Constitución incluye ahora una práctica según la cual los candidatos a los cargos de Fiscal General y Presidente del Tribunal de Cuentas son examinados primero por el Senado y aprobados después por el Presidente. También se ha ampliado la autoridad del Senado para seleccionar a los jefes de los organismos republicanos.
La nueva versión de la Constitución también establece plazos concretos para el examen de las leyes por el Senado y modifica las reglas del derecho de iniciativa legislativa. Ahora, además de los sujetos tradicionales, el derecho de iniciativa legislativa se concede a los ciudadanos con derecho a voto, al Senado, al Defensor del Pueblo y a la Comisión Electoral Central, lo que refuerza el componente democrático de la legislación.
Así pues, la actividad del Parlamento nacional desempeña un papel clave para garantizar el desarrollo estable del país, crear un auténtico Estado de Derecho y configurar un entorno político constructivo.
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