Medidas típicas de los banners
Los banners son soportes publicitarios que se adaptan con absoluta precisión a las necesidades concretas de cada espacio en el que se van a colocar. Esto se ejemplifica a la perfección en lo que respecta a las dimensiones de la pancarta, encontrando no solo tamaños comunes como los disponibles en la list of typical print banner sizes de agencias como Bigger Better Banner (BBB), sino también opciones personalizadas.
Los tamaños estándar gozan de una versatilidad lo suficientemente amplia como para que te muevas entre estas dimensiones con total libertad. Los cuales van de los banners de 2x3 hasta los de 4x50. Sin embargo, en compañías como la anterior entienden que cada local es un mundo y, por eso, confeccionan productos según los deseos concretos de cada cliente.
Así pues, mediante un simple pedido online, empleando una herramienta de diseño de tamaño y de grafismo, puedes hacer una selección precisa del banner en cuestión. Una inversión eficaz que te ayudará a generar un mayor impacto en tu establecimiento, captando la atención de los potenciales clientes en aras de forjar una dinámica de ventas estable.
Cómo seleccionar el banner perfecto
Ahora que ya sabes que puedes personalizar el banner, es el momento de valorar algunos de los factores más importantes en esta decisión. Hay quienes piensan que cuanto más grande sea la pancarta, mejor; cuando, a la hora de la verdad, cada establecimiento tiene un modelo ideal según sus condiciones espaciales y el tipo de negocio del que se esté hablando.
En primer lugar, debes tener claro dónde se va a exponer la pancarta. Si es en el exterior, lo más recomendable es que el tamaño sea grande; mientras que, en el interior, lo pequeño evita una saturación del espacio. Por otro lado, valora la distancia que va a haber entre el público y la pancarta: no es lo mismo pretender que te vean a lo lejos que al pasar justo por delante del banner.
Dejando de lado el tamaño, conviene estudiar en detalle cuánta información vas a colocar en la pancarta. No satures con demasiado contenido: lo bueno, si breve, dos veces bueno. Todo ello sin dejar de considerar el tiempo de exposición de tu público objetivo, priorizando las pequeñas dimensiones cuando se pretende un tiempo de exposición largo.
Revisa la normativa de tu localidad
Antes de terminar, queremos dejar claro que no todo vale en la colocación de los banners, en especial si hablamos de aquellos que están a pie de calle. Por eso, es fundamental que tengas en cuenta las normativas de tu ciudad: cada localidad presenta sus propias regulaciones al respecto y depende de ti considerarla antes de hacer la inversión.
Una vez tengas clara la ley sobre el tamaño, toca hacer lo propio con el contenido. Por mucho que el objetivo sea generar impacto entre los viandantes, debes mantener cierto respeto y confeccionar diseños que no susciten más polémica de la deseada. De lo contrario, los efectos comerciales podrían ser los contrarios a los pretendidos.
Con todo esto, ya puedes te puedes poner manos a la obra y hacer tu pedido del banner perfecto. Una compra que va a revitalizar tu identidad corporativa, cautivar el interés de la audiencia y, en definitiva, ampliar el margen de beneficios. Dicho de otro modo: es una inversión notablemente rentable.
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