La industria del algodón ha sido especialmente dinámica. Entre 2017 y 2023, el número de clústeres algodonero-textiles aumentó a 142, cubriendo el 100 % de la superficie cultivada de algodón. Este enfoque permitió incrementar en un 30 % la producción de algodón en bruto, a pesar de reducir en casi un 18 % la superficie sembrada. Estos resultados fueron posibles gracias a la adopción de innovaciones y tecnologías avanzadas, que aumentaron significativamente los rendimientos. Como consecuencia, Uzbekistán ha incrementado las exportaciones de textiles y prendas de vestir de alto valor agregado, fortaleciendo sus ingresos en el comercio internacional.
En paralelo, el Gobierno ha llevado a cabo una campaña de liberalización económica. Por ejemplo, en el sector de los cereales, se eliminó la regulación estatal de los precios de la harina, lo que fomentó la competencia y dinamizó la industria de transformación. Esto resultó en mayores volúmenes de producción y una mejora en la calidad de los productos. Desde 2021, también se eliminó la práctica de los pedidos estatales de grano y algodón, brindando a los agricultores mayor libertad de elección y mejores incentivos económicos.
Además, se ha puesto un énfasis especial en apoyar a los exportadores, especialmente en el sector hortofrutícola. En 2017, se abolió el monopolio estatal sobre las exportaciones de frutas y hortalizas, permitiendo a los productores vender directamente al extranjero. Asimismo, se introdujeron subvenciones para cubrir costos de transporte y compensaciones por la certificación y participación en ferias internacionales. Estas medidas han mejorado la competitividad de Uzbekistán en los mercados globales, aumentando significativamente las exportaciones.
Las reformas también han impulsado la digitalización y la innovación. Se implementaron plataformas como Agrosubsidy y Agroplatform, que automatizan los procesos de subvenciones y el flujo de documentos electrónicos. En 2021, el Ministerio de Agricultura introdujo un sistema de información geográfica basado en ArcGIS, que utiliza imágenes satelitales para proporcionar datos precisos sobre superficies sembradas y el estado de los cultivos. Esto permite prever los rendimientos y responder eficazmente a posibles amenazas.
Dentro de la estrategia de desarrollo para 2030, Uzbekistán estableció los Sistemas de Conocimiento e Innovación Agrícola (AKIS), diseñados para difundir conocimientos y tecnologías avanzadas entre los agricultores. Los centros regionales AKIS se dedican a asesorar y capacitar a los productores, fomentando la innovación y aumentando la productividad.
En términos de transparencia, un cambio significativo ha sido la reforma de las relaciones agrarias. Desde 2020, los agricultores pueden arrendar tierras mediante subastas electrónicas, lo que ha incrementado la transparencia en la asignación de terrenos. Además, las autoridades han redirigido tierras de cultivo de algodón hacia cultivos más rentables, mientras que las opciones de arrendamiento a corto plazo ofrecen a los agricultores mayor flexibilidad para gestionar sus negocios.
Los resultados de estas reformas son evidentes. Uzbekistán ha optimizado el uso de sus recursos y ha incrementado notablemente los ingresos por exportaciones agroalimentarias. En 2021, el país obtuvo el estatus de miembro del programa SPG+, lo que le abrió las puertas al mercado europeo para más de 6,000 productos. Además, ha comenzado a explorar activamente nuevos mercados, incluidos Oriente Medio y Europa.
Con estas transformaciones, Uzbekistán está orientando su sector agrícola hacia estándares globales de calidad y competitividad. Más allá de incrementar la cantidad de sus exportaciones agrícolas, el país busca llevarlas a un nivel cualitativo superior, alineado con los objetivos del desarrollo sostenible.