El viceministro primero señaló que además es una expresión de que esa solidaridad, "está plenamente alineada con las prioridades del desarrollo económico y social" de la isla caribeña.
Por su parte, el embajador Hua Xin destacó que las relaciones chino-cubanas son un ejemplo de la solidaridad, cooperación y asistencia mutua entre países socialistas en desarrollo.
"Esperamos que con este proyecto podamos contribuir con la fuerza china a los esfuerzos cubanos para garantizar la seguridad energética y promover la transición energética", subrayó el diplomático.
El canje de firmas oficializa el inicio de un proyecto que prevé la instalación de siete parques de 5 megavatios cada uno en seis provincias cubanas.
De acuerdo con lo planificado por ambas partes, los materiales necesarios se enviarán por vía marítima y se entregarán a Cuba en un plazo de siete meses.
La futura entrada en funcionamiento de esos parques fotovoltaicos significará para Cuba el ahorro anual de 18.000 toneladas de combustibles, equivalentes a siete millones de dólares.
El proyecto resulta de gran importancia para el país caribeño que sufre una crisis de desabastecimiento de combustibles por la falta de liquidez para la importación del crudo, lo que sumado a la obsolescencia de las centrales generadoras provoca constantes apagones.