Un paso importante fue la elección de Uzbekistán en el Consejo Económico y Social (ECOSOC) y en el Consejo Administrativo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Un representante de Uzbekistán fue elegido por primera vez como miembro del Comité de Derechos Humanos de la ONU. En 2025, Samarcanda acogerá la 43ª Conferencia General de la UNESCO, lo que refleja el reconocimiento de la contribución del país al desarrollo de la cultura y la educación.
Uzbekistán colabora activamente con las estructuras de la ONU y otras organizaciones internacionales y regionales en la promoción de los intereses y la protección de los derechos humanos.
En los últimos años, el Secretario General de la ONU, António Guterres, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, el Director General de la OIT, Guy Ryder, el Representante Especial de la UE para los Derechos Humanos, Eamon Gilmore, y el Director de la Oficina de la OSCE para Instituciones Democráticas y Derechos Humanos, Matteo Mecacci, han visitado Uzbekistán para conocer la situación de los derechos humanos y las reformas del país.
Uzbekistán presenta puntualmente informes nacionales ante los órganos de la ONU, incluidos el Sexto Informe Nacional sobre el cumplimiento de la Convención contra la Tortura y el primer informe sobre la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. El país ha ratificado 22 convenios internacionales de la OIT, lo que ha sido la base de amplias reformas en el ámbito de las relaciones laborales. La OIT considera la experiencia de Uzbekistán como un modelo exitoso.
En la nueva versión de la Constitución se han consolidado los principios de justicia social y solidaridad, fortaleciendo las bases constitucionales y estableciendo nuevos mecanismos para la protección de los derechos y libertades humanos. De más de 110 derechos humanos establecidos en las constituciones de los países del mundo, 90 están reflejados en la nueva versión de la Constitución de Uzbekistán, de los cuales 40 son nuevos derechos constitucionales. La prohibición de la pena de muerte y el reconocimiento del derecho a un medio ambiente saludable a nivel constitucional son pasos importantes hacia el cumplimiento de los estándares internacionales.
Por primera vez, el derecho a un medio ambiente saludable ha sido consagrado a nivel constitucional. En 2018, el país se unió al Acuerdo de París. Se han adoptado una serie de programas y documentos para abordar cuestiones ambientales, como la Estrategia para la transición de Uzbekistán a una "economía verde" para 2030, la Conceptualización de la Protección Ambiental hasta 2030, y la Estrategia para la Conservación de la Biodiversidad de Uzbekistán hasta 2028. Para abordar eficazmente los problemas relacionados con el cambio climático, se ha creado el Consejo Climático bajo la presidencia.
La adopción de una ley sobre el reconocimiento de los derechos de los edificios construidos ilegalmente resuelve los problemas de vivienda para más de 10 millones de ciudadanos. La Constitución otorga a los ciudadanos el derecho de acudir a los órganos internacionales de protección de los derechos humanos una vez que se hayan agotado todos los recursos internos.
Un paso importante fue la creación del cargo de ombudsman infantil, la adopción de una ley sobre asistencia jurídica gratuita para las personas de bajos recursos y otras categorías vulnerables de ciudadanos, así como la implementación de la Estrategia Nacional de Derechos Humanos.
La Constitución prohíbe la tortura y el trato humillante. Uzbekistán ha implementado estándares internacionales, incluidos los "Reglamentos Nelson Mandela", y ha intensificado la supervisión sobre la aplicación de los derechos humanos en la práctica judicial. La creación del instituto del juez de instrucción, previsto para 2025, marcará una nueva etapa en las reformas.
Uno de los principales objetivos de la política estatal de Uzbekistán es desarrollar una cultura de tolerancia y humanismo, y fortalecer el acuerdo interétnico, interconfesional y civil en la sociedad. El artículo 19 de la Constitución consagra la igualdad de los ciudadanos ante la ley, independientemente de su sexo, raza, religión y otros factores. En el país se llevan a cabo esfuerzos para fortalecer el consenso interétnico: más de 130 naciones viven en paz y armonía, existen 157 centros culturales, y la educación se imparte en siete idiomas.
En el marco de la cuarta etapa del Programa Mundial de la ONU, Uzbekistán ha desarrollado un Programa Nacional de Educación en Derechos Humanos. Se han introducido cursos sobre derechos humanos en el sistema educativo profesional y superior, y las plataformas digitales se utilizan de manera activa.
Un aspecto importante es la cooperación con el sector empresarial en temas de derechos humanos. En el país, existe la figura del Ombudsman empresarial y se implementa el Plan Nacional de Acción "Negocios y Derechos Humanos". El diálogo constante con los empresarios ayuda a tener en cuenta sus intereses durante el proceso de cambios legislativos.
Las elecciones parlamentarias de octubre de 2024 se llevaron a cabo bajo un nuevo sistema mixto: 75 diputados serán elegidos por sistema mayoritario y otros 75 por sistema proporcional. Se ha establecido legislativamente que al menos el 40% de los candidatos de los partidos políticos deben ser mujeres. Para garantizar la transparencia, se utilizó el sistema electrónico "E-saylov".
Las reformas que se están llevando a cabo en el Nuevo Uzbekistán demuestran el compromiso del país con los estándares internacionales en materia de derechos humanos, igualdad de género y justicia social. Estos esfuerzos están orientados a garantizar la paz, la tolerancia y el desarrollo sostenible.