Según informa The Telegraph, el Museo de Ciencias de Londres se ha metido en tremenda polémica con una exposición realizada con los Juguetes Lego. La muestra organizada por la Red Genero y Sexualidad ofrece un recorrido autoguiado llamado "Seeing Things Queerly" (Ver cosas de manera Queerly).
La muestra sostiene que los icónicos bloques de construcción fomentan la idea de que la heterosexualidad es la norma, así como la creencia en la existencia de sólo dos géneros.
Esta afirmación se basa en la observación de las piezas de Lego como elementos con género: los ladrillos con pines sobresalientes se consideran «masculinos», mientras que las piezas con orificios se identifican como «femeninas». Además, la conexión entre ambos se podría entender, obviamente, como un acto de apareamiento o cópula.
La guía del recorrido museístico no duda en afirmar que «Esta visión es heteronormativa», y además indica que “la heterosexualidad y el binario de género masculino/femenino son la norma, y todo lo que quede fuera de este esquema es visto como inusual». Resumiendo, que LEGO es LGTBIFÓBICO y que los niños que juegan con ello, están abocados al sexo patriarcal desde los 3 años e irremediablemente a la violencia de genero como no les salga bien la construcción deseada.
Juro por mi Madelman Cazador-Colonizador-Esclavista Blanco, que la noticia es cierta.
Ya puestos, yo diría que las piezas de LEGO son hermafroditas, es decir, son igualmente donantes (activos) como tomantes (pasivos), pero como el hermafroditismo sí es una realidad biológica tangible, no mola ni a gays ni a lesbianas ni al resto de la tropa.
Los cancelacionistas ingleses, al vivir aislados en la isla pueden mantenerse muy puristas en esto de las cosas Queerly, pero en museística son verdaderamente lideres mundiales. Ya se imaginarán por donde voy, ya que nuestra dirección de museos del ministerio de Cultura se fija en todo, y si los ingleses son muy modernos, nuestro ministro lo es más.
Se ha intentado descolonizar los museos españoles sin éxito. También se ha logrado eliminar la discriminación y a la Mujer Barbuda de Rivera, ahora se llama Magdalena Ventura para mofa pública de las mujeres actuales de la familia Ventura, que continúan siendo genéticamente pilosas.
Nuestros expertos museísticos en genero y sexualidad ya se “estrenaron“ en el Museo del Romanticismo con la muestra “Las Hijas de Minerva” , una exposición fotográfica de discutible calidad, que simbolizaba la lucha por la emancipación de una feminidad decimonónica encorsetada y caduca. Les recomendaría que dejaran el Museo del Ejercito, el Museo Naval y el de Tauromaquia para el final, a ver como encajan el asunto del género en los pantalones de Antonio Bienvenida.
Volviendo a los ingleses y su incapacidad para distinguir realidad de perversión, recuerdo que hace dos o tres años, un coleccionista inglés me rechazó una maravillosa playa de Sorolla con niños bañándose, porque estaban desnudos y le daba cosa que sus invitados lo vieran. Evidentemente le recomendé que para evitar la tentación y el escándalo, era mejor que no lo comprase y que continuase con la pornografía online bizarra, como solía.
Pienso en el trauma irreparable que me ha creado mi madre alterando mi percepción infantil heteronormativa por dejarme jugar horas y horas con el Lego y el Exín Castillos, en vez de regalarme un disfraz de caracol o de ostra. Ya puestos, también voy a demandar directamente a Hublot y Longines, por manipulación sicológica y condicionamiento sexual forzoso, ya que por mucho que lo intento, no puedo ponerme el reloj en la muñeca derecha (les recuerdo que la posición de la corona de los relojes de hombre y mujer son distintas), lo que evidencia que la industria relojera suiza también tiene un problema heteronormativo severo.
Se lo voy a contar a mi esposa-compañera a ver que le parece, y conseguimos que me indemnicen y paguen unas vacaciones en Mykonos para que “me pongan” al día.