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El informe subraya que la UE enfrenta un déficit de capitalización bursátil de 10,4 billones de euros en comparación con la OCDE, lo que limita gravemente la capacidad de financiar nuevas empresas tecnológicas y escalar innovaciones. Mientras EE.UU. y China han consolidado ecosistemas digitales sólidos, Europa sigue sin contar con una gran bolsa de valores que impulse la inversión en tecnología.
Los investigadores destacan que el entorno regulatorio ha sumado obstáculos adicionales. Normativas como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), el Reglamento de Servicios Digitales (DSA) y el Reglamento de Mercados Digitales (DMA) han generado costes
de cumplimiento desproporcionados. Aunque estos reglamentos buscan garantizar la seguridad y la equidad en el entorno digital, su aplicación puede generar incertidumbre y desincentivar la inversión en nuevas tecnologías.
Por otro lado, el estudio también advierte sobre la ausencia de líderes tecnológicos europeos y la falta de inversión en I+D, factores que han llevado a la UE a depender de proveedores externos en sectores estratégicos. Para revertir esta tendencia, se proponen reformas como la mejora de los mecanismos de financiación para startups, la simplificación del marco regulador y el impulso de asociaciones público-privadas en innovación digital.
De acuerdo con el estudio, las empresas emergentes en Europa enfrentan costes de cumplimiento normativo hasta un 40% superiores a los de sus competidores en EE.UU. y China, lo que restringe su capacidad de inversión en innovación y expansión.
En este sentido, el estudio dedica especial atención al caso español, donde las normativas nacionales han dificultado el crecimiento de empresas emergentes en sectores como el comercio digital y la inteligencia artificial. Según los investigadores, las regulaciones estrictas y la falta de claridad en la aplicación de leyes como el RGPD han generado barreras adicionales para las startups y pymes tecnológicas, afectando su competitividad frente a actores globales.
A fin de abordar esta situación durante el próximo mandato de la Comisión, los investigadores y autores del estudio han propuesto medidas concretas para garantizar un marco regulador que fomente la innovación sin comprometer la seguridad y la privacidad de los ciudadanos. Estas
incluyen la creación de un sistema de cumplimiento simplificado para pymes, el desarrollo de sandboxes regulatorios para tecnologías emergentes, la implementación de un enfoque más flexible en la supervisión de fusiones y adquisiciones en el sector digital y una mejor alineación de las estrategias de España con la política digital de la UE, asegurando que la regulación no
frene la innovación.
Con la nueva Comisión Europea tomando el mando en Bruselas, “Europa en la Encrucijada Digital” busca servir como referencia para la toma de decisiones y la implementación de reformas clave que permitan a la UE recuperar su liderazgo en el ámbito digital. Fundalib y
Epicenter hacen un llamado a los responsables políticos a considerar estas propuestas y a trabajar por una Europa más competitiva, innovadora y abierta a la transformación digital.
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