El evento, conducido por Rocío Sañulo-Limón, contó con la presencia de Chabeli Iglesias, que repetía por tercer año consecutivo como madrina del evento. También con la cantante Rosana, Mensajera de Honor y embajadora de la organización, que, tras su actuación musical, subastó la cejilla de su guitarra, un objeto que le ha acompañado en multitud de conciertos a lo largo de su carrera.
Uno de los instantes más emotivos tuvo lugar durante el discurso de Telma Ortiz. Durante su intervención recordó su vínculo con Asturias y a su abuela Menchu, una de las primeras “mensajeras de la paz” en su familia: “Mi abuela fue periodista, locutora, una mujer avanzada a su tiempo. Muchos años después, sigo viendo en el trabajo del Padre Ángel esa tarea increíble de dar una oportunidad a quienes casi han perdido la esperanza”, y afirmó que el Padre Ángel “tiene todo lo que se necesita para cambiar realidades”.
El reconocido productor de cine Juan Antonio Casado logró contagiar su energía durante la subasta benéfica, haciendo de ese momento uno de los más animados de la noche. También el artista MRDRIP puso su creatividad al servicio de la causa de Mensajeros de la Paz pintando en vivo una obra que, a continuación, fue subastada con gran éxito.
La cena tuvo lugar en el marco de un viaje del Padre Ángel y parte del equipo directivo de Mensajeros de la Paz a varios proyectos que la organización desarrolla en Centroamérica, especialmente en El Salvador y Honduras. “Nos vamos con el corazón lleno de esperanza. Cada persona que se sumó esta noche nos da fuerzas para seguir trabajando por quienes más lo necesitan”, concluyó el Padre Ángel, visiblemente conmovido por el cariño recibido.