La tensión en los mercados ha aumentado considerablemente tras el anuncio de nuevos aranceles por parte de Estados Unidos, una medida que ha devuelto a Donald Trump al centro del escenario económico y ha hecho saltar las alarmas sobre una posible guerra comercial. La renta variable y la renta fija han sufrido correcciones abruptas, la volatilidad ha repuntado con fuerza y la confianza de consumidores y empresas en Estados Unidos ha caído a mínimos históricos. Todo ello se combina con un calendario especialmente exigente de vencimientos de deuda pública americana y un déficit fiscal estructural, factores que han elevado la prima de riesgo y han provocado una retirada generalizada de los inversores del mercado.
En este contexto, Joan Esteve Manasanch, director de inversiones de Gesinter, ofrece una lectura crítica pero serena de la situación actual. A su juicio, no estamos ante una crisis estructural, sino ante una sacudida provocada por decisiones de política económica para forzar acuerdos. “Estamos ante una herida autoinfligida. Es un error no forzado que puede revertirse rápido”, afirma, y advierte de que el mercado está sobrerreaccionando. “Esto no es 2008”, insiste, apuntando que las condiciones macroeconómicas y de solvencia global son muy distintas.
Uno de los elementos más relevantes que señala Esteve es el volumen de deuda estadounidense que debe refinanciarse en los próximos meses y cuyos tipos de interés se intentan bajar por parte de Trump. Durante 2025 vence aproximadamente el 25% del total emitido, y más del 70% de esa cifra se concentra entre abril y julio. A ello se suma un déficit público en torno al 6% del PIB, lo que obliga a seguir financiando deuda nueva en un entorno ya muy tensionado por los tipos de interés.
Pese a este escenario desafiante, desde Gesinter consideran que el mercado ha penalizado en exceso a numerosos valores y que, aunque persista la volatilidad a corto plazo, el entorno empieza a ofrecer oportunidades claras de inversión. “No sabemos dónde está el suelo, pero sí vemos una clara oportunidad a medio plazo. Las caídas han sido indiscriminadas, y muchas compañías están entrando en precios muy atractivos”, señala Esteve.
Gesinter apuesta por compañías con beneficios estables y crecimiento estructural, alejadas del ruido coyuntural y con fundamentos sólidos que permitan navegar este entorno de forma robusta. Joan Esteve destaca que este tipo de episodios “se digieren mejor desde la disciplina y el análisis fundamental” y anima a los inversores a mantener la perspectiva. “Estamos en una tormenta de primavera. Va a pasar. Los descensos de precios han sido indiscriminados en todos los sectores, de empresas afectadas y no afectadas por los aranceles, empresas cíclicas y estables, tecnológicas, lujo, alimentación y en todo el mundo. Es una oportunidad para la selección de buenas compañías. Quien aproveche las turbulencias de estos meses, tendrá un exceso de rentabilidad”, concluye.