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El ministro de Medio Ambiente, Peng Chi-ming (tercero a la izquierda), debate con la directora del Consejo Sueco de Comercio e Inversión, Helena Reitberger (segunda a la izquierda), sobre las prácticas paralelas del impuesto sobre el carbono y el régimen de comercio de derechos de emisión de la UE, en un evento celebrado el 23 de abril en la ciudad de Taipéi. (Foto cortesía del MOENV) |
Organizado por el ministro del MOENV, Peng Chi-ming, en el acto físico y virtual participaron la directora del Consejo Sueco de Comercio e Inversión, Helena Reitberger, y los expertos de la Agencia Tributaria sueca Martin Solvinger y Mattias Qvist. Durante el encuentro, los participantes compartieron la práctica paralela sueca tanto del impuesto sobre el carbono como del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (ETS, siglas en inglés) de la Unión Europea (UE).
El ETS se aplica principalmente a las industrias que consumen mucha energía, mientras que el impuesto sobre el carbono se dirige a otros sectores y fuentes de emisión no incluidos en el ETS, explicó Reitberger. Este sistema de doble vía está diseñado para fijar el precio de las emisiones de carbono de forma global y tener en cuenta las especialidades y los costos de reducción de emisiones de las distintas industrias, añadió Reitberger.
Reitberger añadió que las estrategias suecas hacen hincapié en mantener un diálogo respetuoso entre el Gobierno, el mundo académico, las empresas, las asociaciones laborales y la sociedad civil para realizar conjuntamente el desarrollo sostenible.
Según Reitberger, desde 1990 Suecia ha logrado reducir sus emisiones de carbono en un 37 por ciento y duplicar su economía. Esto puede atribuirse a su estructura energética de carbono casi nulo, a la implantación del impuesto sobre el carbono en 1991 y al innovador sector empresarial. Los datos facilitados por Solvinger confirmaron además la correlación positiva entre el crecimiento del Producto Interno Bruto y la reducción de las emisiones de carbono.