EL CONCURSO, ÚLTIMA OPCIÓN
"El concurso de acreedores, bien diseñado, puede garantizar la viabilidad de una empresa"
martes 21 de octubre de 2014, 14:31h
Juan José Andújar Santos, socio de la firma de abogados Graells March, explica en una entrevista en el periódico Expansión como las empresas pueden salvarse del cierre gracias a un asesoramiento adecuado y a las herramientas de la Ley Concursal. En los primeros meses del 2014 seguimos viendo como entran en concurso de acreedores empresas reconocidas de la talla de HUSA, Verbatim, Bodaclick o Forcimsa, manteniendo la tendencia negativa que se arrastra desde el inicio de la crisis. Durante los últimos años hemos vivido el cierre de un gran número de empresas ahogadas por las deudas pero muchas de ellas podrían continuar funcionando exitosamente con un servicio de asesoramiento financiero y jurídico adecuado.
Así lo confirma Juan José Andújar Santos, socio de la importante firma de abogados Graells March y responsable de Graells & Andújar, Administradores Concursales, en una entrevista publicada en el periódico económico Expansión, que explica que la falta de una adecuada orientación y conocimiento de las posibilidades de la Ley Concursal ha llevado a los empresarios a aceptar que se debe acudir al concurso como última opción. Este hecho ha provocado que muchos negocios soliciten el concurso cuando apenas cuentan con actividad económica y que, por tanto, la liquidación sea la única salida, cuando en realidad, “con un análisis financiero previo adecuado, muchas de ellos podrían haberse salvado”.
En marzo de 2009 se realizaron una serie de reformas de la Ley Concursal destinadas a, en un primer lugar, evitar que una empresa entre en un procedimiento concursal y, en segundo, a maximizar dentro del concurso la venta de la unidad productiva o de los activos empresariales en caso de fracasar la restructuración.
La modificación de la ley ha permitido a los asesores financieros y jurídicos disponer de más herramientas legales para evitar que una empresa se liquide o mal liquide durante el proceso concursal.
Otro aspecto que Andújar apunta que se debe superar es del estigma del empresario fracasado que impera en la sociedad española. Según el abogado, a pesar de que se ha mejorado respecto a la concepción previa a la crisis, en nuestro país, a diferencia de otros países como Estados Unidos en que el fracaso se ve como una nueva oportunidad, “seguimos viendo a los empresarios arruinados como unos perdedores”.
Pero en contra de lo que se piensa, con un asesoramiento adecuado como el que ofrece Graells & Andújar, instar a un concurso, si se realiza a tiempo, se convierte en una de las decisiones más inteligentes que puede tomar un empresario. El concurso, bien diseñado y preparado, es una verdadera tabla de salvación de una empresa.
Los empresarios deben modificar la percepción que tienen referente al proceso concursal y los principales impulsores de ello son los profesionales que prestan asesoramiento en esta materia. Ellos son quienes deben transmitir los beneficios de la Ley Concursal y el momento idóneo en que se debe acudir al concurso de acreedores.