CRISIS EN UPyD
Ni perdono, ni perdonaré
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El eurodiputado Enrique Calvet desgrana en este artículo sus sensaciones cerca de los últimos acontecimientos en UPyD, que han dado lugar a su cese cautelar como militante de dicha formación. |
Por Enrique Calvet
viernes 10 de abril de 2015, 09:13h
Todo lo que está pasando en UPyD ha sido previsto, escrito, prevenido, analizado y diagnosticado desde septiembre de 2014. Ahí están los textos remitidos al Partido y a los medios por los promotores de la Corriente “La Ciudadanía Primero”, entonces “Iniciativa CEX-Urgente”. El acierto de un grupo de militantes e intelectuales, al que me honro en pertenecer, ha sido del 100%. Si acaso no previmos la magnitud del desastre tan pronto. Pero ese acierto no nos da ninguna satisfacción a ninguno. ¡Ojalá nos hubiéramos equivocado de medio a medio! Nunca sabremos si las soluciones que hemos ido desgranando y proponiendo hubiesen sido tan eficaces como pretendíamos, pero ¿se imaginan Uds. si UPyD se hubiese renovado con un CEX (Congreso Extraordinario) cuatro meses antes de las andaluzas dónde estaría ahora? ¿Se imaginan que UPyD hubiese renovado a tiempo sus responsables de estrategia, organización y comunicación, dónde estaría ahora?
¿Se imaginan que hubiese ahorrado de nuestras cuotas para hacer partido, para campañas electorales, para lanzar su modelo de España en vez de dedicarlo a bufetes para sustituir a la fiscalía del Estado, dónde estaría ahora? No lo sabremos, pero merecía la pena haberlas debatido, cuanto menos. Ahora se anuncia un pseudo-CEX sobre un cadáver, dimisiones sin objetivo estratégico, busca desesperada de dinero, etc… Y sigue sin tener la menor gracia. Lo que está ocurriendo es una tragedia política.
Lo que está ocurriendo es el aniquilamiento sistemático de lo que es, para el que suscribe, el más importante proyecto político de la España del último siglo, recogido y magníficamente expuesto en las líneas maestras, fuera de aspectos circunstanciales, del Manifiesto Fundacional. De unos Fundadores que han huido casi todos. Una visión de España de Ciudadanos libres iguales y solidarios. Individualmente solidarios, recogiendo los valores de la Ilustración y de la democracia más moderna y desarrollada. Rechazando discriminaciones por territorios y poniendo la libertad individual, y la solidaridad, al servicio de un Proyecto político común ilusionante. Desarrollando los valores republicanos (concepto político, nada que ver con la Jefatura del Estado), laicos, y fraternales para este conjunto de ciudadanos que ha construido la Historia, llamado “los españoles”, hacia un futuro de mayor libertad responsable, próspera y solidaria. Basado en la Educación, por ejemplo. No me extenderé. En el momento en que España por fin intenta meter una tímida cuña entre los cacicatos de nuevo cuño (baronías se llaman hoy) y el frentepopulismo recurrente, UPyD no está presente, el Manifiesto Fundacional no está presente. Y eso es una tragedia. Y una vergüenza.
He evitado hasta ahora bajar del debate político, o de gestión, de altura y conceptual, porque lo que está en juego es muy importante para la Ciudadanía española. Otros, por incapacidad emocional o intelectual se habrán refugiado en debatillos personales, idolatrías y visiones sectarias, que no yo. Otros habrán rebajado la política a un ejercicio ridículo de autoritarismo cuartelero, que no yo. Pero llega un momento en que las responsabilidades de las personas son cegadoras, inevitables y… exigibles. Y sí digo que no perdono, ni perdonaré jamás, a un grupo de personas, que por acción, omisión o complicidad están asesinando, sin honor, el indispensable Proyecto para España que representó UPyD y su Manifiesto Fundacional. Me da igual que sea por incompetencia, nesciencia o inconsciencia, ya no pueden argumentar ignorancia, me da igual que sea por “problemas emocionales” o por miedo, me da igual que sea por intereses propios por encima del bien común o por presión de acreedores. Me da igual que pasen de Dinamarca al iglú. Me da igual. No tienen ni tendrán mi perdón los miembros actuales del CD de UPyD, jamás, por haber sido destructores o dado colaboración necesaria a la destrucción (¡y de qué forma!) de un Proyecto para España, único, indispensable y magnífico.
El último átomo de dignidad que les quedaría sería la dimisión inmediata de todo el colectivo, asumiendo su ingente y exclusiva responsabilidad en el UPyDeicidio. Es además, el requisito indispensable para que suceda el milagro de que UPyD pueda renacer y refundarse. Si dimiten ya, hay pocas posibilidades para el milagro, pero lucharemos y demostraremos que creemos en los milagros, si se apoltronan, UPyD y el Proyecto desaparecerán, y de muy triste e indigna forma.
Nos quedará a los damnificados la obligación de rescatar el Manifiesto Fundacional, la de encontrar, según nuestra posición y edad, las mejores plataformas para luchar por esa España de la Ciudadanía anhelada, la de reorientar nuestras energías para recuperar lo más posible del Proyecto asesinado. Pero ya nada será lo mismo.
La Corriente la Ciudadanía Primero, va a desgañitarse hasta mucho más allá de la esperanza razonable, ya lo está haciendo. Yo mismo les acompañaré hasta el último aliento del Partido por si ocurre el milagro. Pero dimisión o entierro. Estamos ante un asesinato político. Para muchos ciudadanos y para mí han asesinado nuestro Proyecto, y eso, no lo perdono.