Independientemente de que Cataluña sea una parte indisoluble de España, que la carta magna es para toda España y que un posible referéndum de autodeterminación debería ser votado por todos los españoles. Pongámonos en la hipótesis de que con acuerdos y refrendos se llegará a la independencia de Cataluña. Que consecuencias tendría para los catalanes.
En primer lugar tendría que asumir la parte alícuota de la deuda española y que podría estar en torno a los 200.000 millones de euros además de su deuda regional emitida por la Generalitat, en euros por supuesto, luego tendría que convertirlos a su nueva moneda a crear, posiblemente muy devaluada y por lo tanto aumentaría significativamente el peso de la deuda pública. Ni que decir tiene que los intereses de la misma estarían a nivel de la deuda griega o en el mejor de los casos de la deuda portuguesa. En cualquier caso el coste de los intereses sería astronómico, y casi con seguridad el mercado estaría cerrado para ellos y solo podrían financiarse con sus ingresos, con lo que tendrían que subir impuestos de manera escalofriante y reducir gastos, que ya veríamos en que.
Por supuesto que serían expulsados del euro y de la Unión Europea, su moneda está claro como decíamos antes que sería más débil, y la salida de la Unión Europea tendría graves consecuencias para su Economía, se acabaría la política agraria común en una Región altamente agrícola que disfruta de los precios de garantía comunitarios y de las ayudas europeas a la agricultura comunitaria. Habría que negociar aranceles para sus exportaciones e importaciones con el consiguiente encarecimiento de sus importaciones y la pérdida de competitividad de las exportaciones. Podría tener que ir a cupos para su exportación a Europa. Desaparecería del Parlamento Europeo y tendría que negociar una adhesión larga y se me antoja difícil.
El mercado interno de España se complicaría para sus ventas. Los cavas tendrían una mayor competencia de los espumosos españoles e incluso de los italianos y franceses, lo mismo que las frutas y hortalizas y los textiles y en general los productos made in Cataluña. Las multinacionales considerarían su presencia en un mercado de 8 millones frente a los 48 millones actuales de España y muchas de ellas cambiarían la localización. Los grandes bancos catalanes como La Caixa y Sabadell podrían sufrir asimismo las secuelas independentistas en España.
El turismo tendría comportamiento desigual, frente al crecimiento de llegada de extranjeros por la devaluación de su moneda, que haría más económica la estancia, se produciría un descenso en el turismo interior de España, obviamente estigmatizado por la secesión. El turismo de invierno sería peor, el pirineo catalán se sustituiría en mayor medida por el perineo aragonés, salvo la región de Baqueira que se accede por Francia desde el País Vasco.
Las Embajadas ya serían exclusivamente catalanas, pero deberían sufragar todos los costes anexos a las mismas. Por no hablar del ejército, que no sean ilusos de que la OTAN les defendería, a la OTAN también hay que pagarla. Y además comparar armamento por tierra mar y aire, o piensan que estarían inmunes al terrorismo internacional y a los riesgos del futuro.
Desde un punto de vista de deporte tendrían sus propias selecciones nacionales, pero jugarían sus propios campeonatos, El Barça contra el Español, la Gimnastica de Tarragona, el Sabadell, el Lérida, El Gerona, El Tarrasa, El Vic o el Badalona. Quizás sus economías no fuesen tan brillantes y el Barça dejaría de ser el Barça. Por que no iba a suceder como dice el Presidente de ese club, que ellos seguirían en la liga. La liga española les echaría de la misma.
Eso sí tendrían su propio Gobierno, su propia lengua, su propia bandera, sus propias embajadas y su propio ejercito y policía, su propia educación. Pero parece mucho sacrificio para una Nación, cuando Europa camina en políticas de integración en todos los aspectos incluido en de Estado Confederal, y cuando España quiere y admira a los catalanes igual que a cualquier ciudadano de otra región . Lo que no deben de hacer sus políticos es usar la política para la confrontación buscando falsos culpables y la excusa de sus desenfrenos en el gasto y en la capacidad de gestión. En España queremos a Cataluña con todas sus singularidades dentro de una España Federal y dentro de una Europa Confederal, que trabaje como lo ha hecho casi siempre en pos del desarrollo, de la prosperidad, de la innovación, de la cultura y de una sociedad de éxito. Estoy convencido de que todos juntos trabajando en pos de una España y de una Cataluña mejores lo conseguiremos y todos saldremos ganando, solo tenemos que trabajar con lealtad, con honradez, con entusiasmo y por todos los ciudadanos que representan los partidos políticos y que deben de ser el verdadero fin de todas las POLITICAS .
- Juan Antonio Zuriarrain es Economista