Además, aunque la palabra sordo se usa (erróneamente) para denominar a aquellas personas que no escuchan absolutamente nada, en realidad esta palabra se refiere a todas aquellas que tienen una pérdida auditiva, en cualquier grado que se encuentre este padecimiento.
Lo que sí es un hecho es que, ante tal situación, son necesarios los audífonos de ClaSo. De lo contrario, el sujeto en cuestión experimentará severas dificultades para tareas cotidianas en su vida diaria.
¿Cómo funcionan este tipo de audífonos?
Esos aparatos que denominamos como audífonos para sordos son, actualmente, uno de los responsables de la felicidad de muchas personas. Personas que antes no oían casi nada, personas que a veces no entendían las conversaciones o les costaba cada vez más prestar atención a la radio o a la televisión sin subirle mucho el volumen.
Estos audífonos, que han evolucionado y ahora son completamente digitales, utilizan principalmente una tecnología de amplificación del sonido. Es decir, que reciben el sonido que se genera en el exterior, lo procesan y lo maximizan (en volumen y claridad) para que llegue a los oídos del usuario de forma clara, nítida y fuerte.
A diferencia de los sonotones analógicos, estos modelos de fabricación reciente son personalizables en todo sentido. Esta personalización la realiza un profesional de la audiología en un centro auditivo, que tras evaluar el estado actual del paciente, calibra los audífonos de acuerdo a las necesidades auditivas de cada persona, permitiéndoles así aumentar su capacidad auditiva y volver a sentirse plenamente capaces en dichas facultades.
¿Cuando se deben usar audífonos?
Llevar audífonos es recomendable siempre que padezcamos algún tipo de pérdida auditiva, independientemente del grado. Al perder audición el cerebro, que es quien escucha realmente, deja de estar lo suficientemente estimulado y ello conlleva una aceleración de su deterioro. Para poder paliar este efecto es muy importante reaccionar a la pérdida auditiva cuanto antes con elementos como los audífonos anteriormente citados, sólo así mitigaremos los efectos en un futuro. Evitar perder o deteriorar la memoria auditiva es lo que nos ayudará a rehabilitar la audición mediante el uso de audífonos de la mejor manera posible, por esto es siempre recomendable utilizarlos la mayor parte del tiempo que estemos despiertos.
También es cierto que en determinados casos donde el grado de pérdida es leve, puede ser recomendable su uso para situaciones puntuales como por ejemplo reuniones de trabajo con varios interlocutores u otras situaciones donde el usuario tenga especial dificultad de escucha, sin necesidad de llevarlos siempre encima. Esto es especialmente útil para aquellas personas que el uso de los mismos puede influenciarles negativamente en su confianza, o que aún no se adaptan bien a su uso cotidiano.