¿Por qué es importante aprender a hablar en público?
Formarte en este ámbito te ayuda a convertirte en un comunicador más efectivo y poderoso, además de otros beneficios que te puede ofrecer. Veamos por qué hablar en público es una habilidad que vale la pena aprender.
Si tu ritmo cardíaco aumenta, tus manos están sudorosas y tu voz tiembla al estar enfrente de muchas personas, la mejor manera de eliminar ese temor es a través del entrenamiento y el aprendizaje.
Hay una gran variedad de maneras de aprender habilidades para hablar en público, desde clases en persona hasta cursos que puedes realizar online. Incluso lecturas útiles y prácticas que puedes conseguir al descargar libros en pdf.
A continuación te mostraremos tres razones por las que aprender a hablar en público es importante en tu vida:
Capacidad para informar, persuadir y dirigir
Los gerentes de negocios, educadores, líderes, abogados y políticos, entre otros, buscan desarrollar sus habilidades para hablar a un nivel tal, que se conviertan en maestros comunicadores.
El liderazgo tiene que ver con la influencia y la persuasión, sacar a las personas de un punto y moverlas a otro. Hablar es parte de ese proceso de persuasión, a menudo la más poderosa. Si deseas tener éxito, esta es una habilidad importante que debes desarrollar.
Diferenciarte del resto
La destreza de pararse frente a otros y hablar, efectivamente no es una habilidad cualquiera.
Muchas personas tienen un miedo mortal a hablar en público, otros tienen poca capacidad para escribir lo que piensan en frases y luego expresar esas palabras de una manera creíble. La buena noticia es que perfeccionando y desarrollando tus habilidades con una formación y aplicación constante, podrás sobresalir y ganar credibilidad con respecto al resto.
Cada oportunidad de hablar es una oportunidad para crecer en liderazgo e influencia, lo que permitirá marcar la diferencia en tu vida, negocio, comunidad o carrera.
Para complementar tu carrera no hay nada mejor que hacer un Master de Recursos Humanos en Córdoba. Así podrás mejorar tus habilidades directivas y capacidad de liderazgo para aumentar el rendimiento de tu organización a través de la gestión de personas.
Incrementa tu empatía
Un buen orador se identifica con los demás. Aprender a comprender bien a la audiencia aumenta tu inteligencia emocional (EQ) y la capacidad para impactar a otros. La empatía es un rasgo que no se aprende en las escuelas. Sin embargo, es de vital importancia para el liderazgo.
Consejos para aprender a hablar en público
Supera tu miedo a hablar en público y aumenta tu negocio con estos consejos que puedes poner en práctica:
Ser uno mismo
Un discurso formal permite que tu personalidad se manifieste. Cuando se está nervioso, es fácil tensarse y volverse un poco torpe, pero haz un esfuerzo para mantenerte natural.
Sonríe y mantén el contacto visual. De esta manera establecemos una mejor relación y tu público escuchará más al verte como una persona genuina, incluso si eso significa ser técnicamente menos perfecto.
Tono
El 80% del éxito es la manera en la que utilizamos la voz y cómo la proyectamos. Trata de recurrir a un tono medio adecuado, articular bien las palabras y pronunciarlas correctamente. Si tienes una buena técnica vocal, no te fatigarás cuando hables.
Las voces agudas pueden sonar duras. Una respiración profunda, constante y un intento deliberado de bajar el tono, ayudarán también a reducir los nervios.
Las variaciones en el tono pueden ser efectivas. Por ejemplo, podría elevarse para agregar énfasis a una pregunta. Sin embargo, utilízalo con cuidado, ya que el uso demasiado frecuente de un tono alto puede irritar a las personas.
En presentaciones académicas debe evitarse un tono severamente crítico. Aprovecha y toma clases particulares para que nada se quede en el tintero.
Contacto visual y lenguaje corporal
Apunta al contacto visual directo con varias personas y de vez en cuando, echa un vistazo a todo el grupo mientras hablas.
El contacto visual no solo establece un vínculo, sino que también puede ayudarte a registrar tu progreso. Pararse, caminar o moverse con el gesto de la mano o la expresión facial, es preferible a sentarse o quedarse quieto.
Si es apropiado y necesario, usa alguna ayuda audiovisual o accesorios para mejorar.