Con el paso del tiempo surgen nuevas necesidades y nuevos problemas que deben ser resueltos; y la vivienda no es ajena a los cambios que experimenta la sociedad. Los tiempos cambian y el desarrollo tecnológico permite acudir con garantías a opciones menos tradicionales. Una interesante manera de invertir en bienes inmuebles es adquirir viviendas modulares. Los espacios personales se amoldan a los tiempos que corren y se convierten en lugares más flexibles y modernos.
A día de hoy, el avance en el tratamiento de los materiales es tal que las
casas prefabricadas de diseño Smartliving no tienen nada que envidiar a los hogares en los que, hasta ahora, hemos vivido. La filosofía de estas viviendas es la de potenciar el confort y, también, la eficiencia energética, un problema con el que tienen que lidiar muchas viviendas antiguas. Estas casas prefabricadas de hormigón cuentan con espacios amplios y diáfanos a los que se les pueden añadir tantos módulos como desee el propietario de forma cómoda y rápida. El aislamiento térmico de estos hogares hace que se eviten pérdidas de calor en invierno y mantiene la casa fresca en los meses de verano. Su sistema de calor con aerotermia utiliza energías renovables, lo que le permite tener una calificación energética Clase A. Gracias a su sistema de configuración inteligente, los propietarios pueden gestionar desde cualquier dispositivo, ya sea móvil o
tablet, la iluminación, la climatización, las persianas o la seguridad.
En las casas prefabricadas los precios se ajustan a las posibilidades del comprador. Con este tipo de vivienda, ampliarla o reformarla es tan sencillo como añadirle uno o varios módulos adicionales. Así mismo, hay tres tipos de módulos disponibles para satisfacer todas las necesidades y todos los presupuestos: Basic, Plus y Premium. Todos los tipos cuentan con diseños luminosos en los que abundan la armonía y las líneas rectas, porque la eficiencia y el pragmatismo no están reñidos con la estética. Esta galería de
fotos de casas prefabricadas es un buen ejemplo.
Tanto si se trata de una inversión financiera o de una compra para formar un hogar familiar, las viviendas prefabricadas son una opción la racional. Al menos, son una opción a tener en cuenta, y más, sabiendo que una gran parte de las viviendas que se compran necesitan una reforma para que se ajusten a los gustos y las necesidades de los nuevos propietarios.