No en vano, el mundo laboral ya no es el que era. Las nuevas posibilidades que surgen a raíz de las empresas digitales nos trasladan a un escenario en el que ya no resulta nada extraño trabajar desde casa, organizar reuniones virtuales, etc.
Los beneficios de la flexibilidad laboral en el trabajador
Lo cierto es que la flexibilidad laboral siempre ha dotado de un mayor poder al empleado. Tener la libertad de trabajar a nuestro ritmo en la pyme demuestra que existe una valoración y una confianza añadida. Dos elementos que podrán impulsar al trabajador a dar lo mejor de sí mismo y a ser aún más productivo si cabe.
Al mismo tiempo, las pequeñas y medianas empresas se han percatado de que la salud y el bienestar del trabajador es un factor clave en el devenir y el éxito del negocio. En este sentido, el trabajo flexible ayuda en gran medida a que el empleado se sienta a gusto no solo en su puesto de trabajo, sino también en su ámbito familiar.
Las situaciones de rutina y estrés que viven muchos trabajadores hoy en día no benefician en nada a su ritmo de trabajo. Es por esta razón por lo que las principales compañías deberían atender un poco más a dicha flexibilidad laboral. Precisamente, podemos ver aquí como promover la flexibilidad laboral.
Una flexibilidad que, como ya venimos diciendo, favorece la motivación laboral del empleado y su productividad, lo que desemboca en un beneficio general para la empresa. Esto último es lo que se conoce ya con el término de salario emocional, una retribución no económica pero vital en las relaciones laborales.
La transformación digital y la flexibilidad laboral
La transformación digital en la que vivimos ha llevado a que muchas empresas estén ya apostando por el trabajo desde casa. El grupo de empleados que trabaja desde su domicilio aumenta su rendimiento con el tiempo. Lo que en un principio parece un pequeño descontrol, luego se convierte en una rutina mucho más flexible y saludable.
Sin ir más lejos, las previsiones estiman que para el año 2030 entre el 8% y el 13% de los puestos de trabajo en economías desarrolladas se asociará a espacios de trabajo flexibles. Está claro, pues, que la transformación digital está suponiendo un cambio muy positivo en cuanto a la mejora de la calidad del trabajo y el bienestar de los trabajadores. Aunque en realidad, aún queda mucho camino por recorrer.
Y es que en definitiva, no por estar más tiempo en la oficina se es más productivo. No en vano, son muchos los estudios que avalan los beneficios de acabar con la rigidez laboral. El riguroso control al que se ven sometidos muchos trabajadores en su horario de trabajo puede provocar una merma en su talento y en su productividad.
Es cuestión de tiempo que se supere la barrera de la flexibilidad laboral y las empresas descubran que la vida personal debe ganar terreno sobre las horas de trabajo en la empresa. Solo de esta manera se logrará disfrutar de un beneficio que, sin embargo, repercutirá en el colectivo.