A veces lo que parece una contradicción se convierte en una realidad palpable y eficaz. Un ejemplo claro lo encontramos en el uso del porno en una pareja, una actividad que, con buena medida, puede servir óptimamente para romper la monotonía cotidiana del día a día de una relación. No es ningún secreto, pues, que los videos porno gratis se han disparado entre las parejas españolas. En definitiva, se erigen como una buena medida para recuperar, o incentivar, el apetito sexual que se va deteriorando con el paso de los años. Así lo ha determinado, por ejemplo, un estudio reciente, que ha confirmado que las parejas que ven una película erótica o un material audiovisual pornográfico antes de realizar el acto sexual consiguen llegar al clímax con mayor facilidad.
En este caso, el informe especifica que los contenidos XXX, donde dos o más personas mantienen relaciones sexuales, provoca en nuestro sistema nervioso una preexcitación que ayuda a llegar al orgasmo con más rapidez, teniendo en cuenta que los sentidos se revolucionan y nuestra mente se muestra mucho más receptiva a iniciar el coito.
Esa tendencia deja clara una cosa: las parejas contemporáneas son cada vez más abiertas de mente. Atrás han quedado aquellos años en los que las parejas convivían cerradas en su mundo particular, un mundo hermético y, por lo tanto, reducido. Ahora, en cambio, existen muchas herramientas que justifican esta evolución más plural, como por ejemplo el creciente intercambio de parejas o, incluso, el chat de sexo, una medida que cada vez tiene más aceptación a la hora de subir la lívido en una pareja. Así pues, las parejas pueden conversar y conocer otras parejas a través de la pantalla, un “juego”, por llamarlo así, que puede derivar en una relación abierta con otra pareja o en una excitación propia de la pareja que busca el chat como incentivo sexual.
Por otro lado, también hay los que prefieren contratar un servicio más íntimo, como pueden ser las escorts de lujo o los gigolos. En este caso, son servicios muy habituales en aquellas parejas que prefieren algo más íntimo, y en la mayoría de las ocasiones el hecho de recurrir a una tercera persona ayuda a recuperar la pasión perdida por el camino en una pareja.