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¿CRISIS EN LA PENÍNSULA COREANA O SOLO FUEGOS DE ARTIFICIO?

Los misiles lanzados por Corea del Norte y la relación entre Japón y Corea del Sur tensan la península coreana

Los misiles lanzados por Corea del Norte y la relación entre Japón y Corea del Sur tensan la península coreana

· Por Santiago Castillo, periodista y director de www.asianortheast.com

By Santiago Castillo
sábado 27 de julio de 2019, 08:39h
El lanzamiento de dos nuevos misiles de corto alcance por Corea del Norte en uno claro aviso por las maniobras militares que desarrollan Corea del Sur y EEUU y el grave incidente en el que cazas urcoreanos realizaron disparos de advertencia dirigidos a un avión militar ruso al entrar en espacio de Corea del Sur, pero que Japón alude que era japonés por la disputa sobre las islas Dokdo/Takeshima, han tensionado la península coreana. Por un lado, Corea del Norte ha querido demostrar nuevamente su descontento con unas inminentes maniobras militares de EEUU y Corea del Sur, unos ejercicios, que, en opinión de los expertos, deberían haberse aplazado para retomar el diálogo suspendido sobre el desarme y, por otro, la crisis actual de la “guerra comercial” entre Japón y Corea del Sur se recrudece con el litigio histórico sobre la soberanía de las islas Dokdo (coreano) y Takeshima (japonés), gobernadas por Seúl, pero reclamadas por Tokio.
Corea del Norte no quiere desaprovechar el momento político actual pero tampoco quiere que EEUU y Corea del Sur la intimiden con sus maniobras militares, la cuales pueden entorpecer los movimientos hacia una nueva ronda de conversaciones entre las partes implicadas en el desarme nuclear norcoreano, cuyo régimen sigue buscando una nueva cumbre con Donald Trump para buscar soluciones definitivas a su desmantelamiento nuclear y a un paulatino levantamiento de las sanciones, clave para sus reformas económicas.

Los lanzamientos realizados por Pyongyang han tenido lugar en la península de Hodo, en las cercanías de la ciudad norcoreana de Wonsan (costa oriental), en dirección al mar de Japón (llamado mar del Este en las dos Coreas), y que ha sido escenario de más de una veintena de pruebas de misiles y también lo fue en mayo pasado.

Uno de los proyectiles recorrió unos 430 kilómetros y el otro voló en torno a unos 790 kilómetros, por lo que podría tratarse de un nuevo tipo de misil, según señala el Ministerio de Defensa surcoreano, pero todo indica que los dos misiles lanzados en esta ocasión podrían ser del mismo tipo que los disparados por Corea del Norte el pasado mayo, un hecho que Donald Trump no le dio mucha importancia, dado que disparar misiles de corto alcance no viola la moratoria autoimpuesta por Pyongyang desde final de 2017 sobre el lanzamiento de proyectiles de mayor rango, aunque eso sí, la ONU prohíbe al régimen de Kim Jong-un llevar a cabo cualquier lanzamiento de misil balístico.

El lanzamiento de estos dos nuevos misiles, que llega varios días después de que el régimen norcoreano presentara el llamado Sinpo-C, su primer sumergible equipado con SLBM (misiles balísticos lanzados desde submarino) y con capacidad operativa, es una forma más de protestas por la realización de las maniobras militares conjuntas entre EEUU y Corea del Sur, previstas para agosto, que, pese a una menor tensión en la península coreana, Pyongyang las considera provocativas y como ensayos a una “hipotética” invasión a su territorio, cuya queja también sirve para fortalecer el régimen a nivel doméstico.

No obstante, EEUU espera por parte de Corea del Norte una respuesta definitiva a nuevas conversaciones y desatascar el actual “impase” entre Pyongyang y Washington, pero no se duda de un posible nuevo encuentro entre Kim y Trump a lo largo de 2019 y tampoco se tienen dudas que el régimen norcoreano no va a desarrollar una ofensiva nuclear como en años anteriores.

La tensión en la zona se ha recrudecido en las últimos días con estos incidentes aéreos rusos en medio de la crisis entre Corea del Sur y Japón, derivada de la decisión del Tribunal Supremo surcoreano de obligar a empresas japonesas a indemnizar a trabajadores forzados surcoreanos y de la decisión posterior de Japón de imponer restricciones en las exportaciones de material tecnológico para Corea del Sur.
De esta forma, la isla de Dokdo/Takeshima vuelve a originar otro foco de tensión entre Corea del Sur y Japón, cuando Seúl respondió esta semana con disparos de advertencia a lo que consideró una violación de su espacio aéreo por parte de un avión de vigilancia ruso, que también se unió otros dos rusos y dos chinos que fueron divisados por Seúl, quien envió dos de sus aviones F-15 para interceptar las maniobras que hacían estos aparatos.

Fuentes oficiales surcoreanas afirmaron que la nave de vigilancia rusa invadió hasta dos veces su espacio aéreo al sobrevolar la disputada isla de Dokdo, de soberanía de Corea del Sur pero que también reclama Japón, un rincón en litigio de hace más de 300 años.

Moscú ha señalado que dos de sus bombarderos llevaban a cabo un simulacro sobre "aguas neutrales" y negó que ningún avión de defensa surcoreano hubiese lanzado ningún disparo de advertencia, pero Seúl estima lo contrario, de ahí sus advertencias, mientras que Japón también intervino en el asunto y presentó sus quejas a Rusia y a Corea del Sur, al considerar que ambos países penetraron en su espacio y, según Tokio, los bombarderos invadieron espacio aéreo nipón y no surcoreano.

Corea del Sur no es la primera vez que observa como ocasionalmente en los últimos años aviones de estas características, provenientes de Rusia y China, han entrado ocasionalmente en la zona, pero en esta ocasión coincidiendo con la crisis comercial entre Seúl y Tokio, las alarmas se han disparado y han puesto sobre el tapete la realidad de este litigio entre nipones y surcoreanos y al mismo tiempo también ha trascendido cierta preocupación de EEUU al contemplar maniobras conjuntas entre chinos y rusos que están logrando imponer su hegemonía en la zona mientras Washington y la política de Trump en el nordeste asiático es prácticamente inexistente, lo que llama la atención conjuntamente a japoneses y surcoreanos.

Rusia lleva tiempo fortaleciendo sus vínculos militares con China, una cooperación que cada vez es más intensa, en opinión de los expertos, y en esta ocasión sus maniobras son una muestra más para profundizar las relaciones entre chinos y rusos que sirven de acciones conjuntas y de estrategias comunes para la seguridad global, dice una nota del Ministerio de Defensa ruso.

La historia, conocida como Dokdo por surcoreanos y Takeshima por nipones, las primeras reclamaciones sobre esta tierra comenzaron en 1696, cuando Japón reconoció el territorio como coreano después de un altercado entre pescadores de ambos países.

Pero en 1905 Japón se anexó la isla tras ocupar la península coreana en un período de dominación que se extendió hasta 1945, cuando Japón se rindió en la II Guerra Mundial, y aunque Corea del Sur la tenga bajo su soberanía, Tokio la sigue reclamando como suya desde 1954, una región, de unos 0,18 kilómetros cuadrados, que ofrece un gran potencial de pesca y gas.

Un conflicto bélico entre Corea del sur y Japón por estas islas es poco probable, dos aliados de EEUU en la zona, aunque la tensión pone sobre aviso a Washington, que muestra un interés a la baja y que contempla pocas expectativos de cualquier enfrentamiento, pero en su caso, Estados Unidos dónde estaría: ¿A favor de Japón o de Corea de Sur?

Corea del Sur ha desestimado la reclamación territorial renovada de Japón sobre los islotes de Dokdo y ha aprovechado, en medio de la “guerra comercial”, para pedir a Tokio que no saque a Seúl de su "lista blanca" de países con mínimas restricciones comerciales, una decisión causaría "una tremenda cantidad de problemas" y que, dice Seúl, supone una enorme gravedad que podría afectar la colaboración entre los dos países en materia de economía y seguridad.
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