Los puntos fuertes de una tienda online
Lo primero es que se le puede sacar más rentabilidad que a una física por el simple hecho de que está en funcionamiento las 24 horas todos los días, lo que significa que es posible vender sin interrupciones. Además, el coste del alojamiento web es insignificante en comparación a lo que cuesta el alquiler de un local, por lo que los gastos de mantenimiento se reducen.
En una tienda online puedes vender cosas que no son físicas sino digitales. Ya sean libros electrónicos, vídeos, cursos, aplicaciones u otros, son un tipo adicional de producto rentable en extremo. No requieres de tener un almacén para guardarlos ni un servicio de transporte, así como en algunos puedes vender un tipo de producto varias veces, sin tener que restablecer el stock.
El sistema interno de la tienda llevará de forma automática el registro de las ventas y guardará toda la información de las transacciones del negocio. Esto facilitará en gran medida la contabilidad, a la vez que obtendrás los datos necesarios para hacer los ajustes en la mercancía u otros aspectos de la tienda.
Por otro lado, tu mercado se amplía al mundo entero, ya que se desvanecen las fronteras en internet y la información fluye hacia todos lados. Así puedes llegar a cualquier persona con conexión online y concretar ventas en cualquier rincón del planeta. Esto es único y exclusivo de una tienda online.
Para hacer esto posible, debes contar con una buena agencia de publicidad Barcelona para que la gente en internet conozca tus productos y servicios, a través de tu tienda online. El trabajo requiere de tiempo porque los resultados tardan algunos meses en poder verse, pero al final vale completamente la pena, por el simple hecho de ampliar el mercado.
Como la ubicación de la tienda geográfica de la tienda no es una preocupación, lo mejor es sacarle el máximo provecho al público tan grande que puedes conseguir. Podrías enfocarte en personalizar algunos productos y servicios, dependiendo del país o el idioma de los compradores. Esto es perfecto para atraer nuevo público y fidelizar clientes.
Por ejemplo, si vendes libros electrónicos, podrías hacer el esfuerzo de contratar a personas que los traduzcan en al menos un par de idiomas diferentes, o al menos al inglés. Esto es un gancho casi seguro para los productos digitales, y en realidad, es relativamente fácil de poner en práctica.
Para los productos materiales no puedes aplicar aplicar la misma estrategia, pero aún así, existe una gran posibilidad con un buen trabajo de publicidad para que concretes esos potenciales clientes. Las empresas de envío también hacen esto posible, así como el alquiler de almacenes en varias partes del mundo si la tienda llega a crecer tanto.
Más que vender un buen producto
Antes que nada, debes tener en cuenta que es necesario el apoyo de una agencia de marketing digital en Barcelona porque manejar de una forma apropiada una tienda online requiere de amplios conocimientos en el área. Llevar una tienda offline tiene poco que ver con la administración de un comercio online.
Es necesario aplicar los conceptos básicos del marketing digital como SEO y SEM para sacarle rentabilidad a este tipo de tiendas online. Y en estas áreas, lo que más vale es la experiencia y el estudio constante, porque están formadas por estrategias que varían de forma continua.
La parte técnica que implica abrir una tienda online es algo complicada de llevar al principio, incluso si todo se hace de forma virtual. Las herramientas a utilizar son completamente diferentes a las de un negocio tradicional, y hay que usarlas de la forma más inteligente posible, para mantener la atención de los clientes potenciales.
Es importante conocer lo mejor posible a tu público objetivo porque la competencia también está a pocos clics de distancia de ellos. Las personas ahora están acostumbradas a navegar por varios sitios y comparar precios antes de tomar la decisión final. Por ello, debes destacar sobre todas las demás webs y ofrecer algo que ellas no lo hagan.
Para lograrlo, es imprescindible estudiar y comprender el comportamiento de los usuarios. Lo bueno de estas agencias es que se especializan en recopilar los datos necesarios para crear estrategias de marketing digital. La diferencia entre aplicar estas estrategias y no hacerlo es abismal.
La experiencia dentro de la tienda
Al igual que en una tienda física, los e-commerce ofrecen un espacio -aunque virtual- por el que los visitantes navegan y ven lo que les interesa. Una parte fundamental de concretar un negocio es dar una buena impresión, porque las apariencias sí importan, y aún así, siguen sin ser todo.
Una agencia diseño web Barcelona se va a encargar de mucho más que darle un aspecto atractivo a la tienda. Es verdad que la primera impresión al entrar en la web es uno de los mayores filtros para una tienda virtual, pero no significará nada si el usuario termina por no hacer una compra.
Un buen diseño web se encargará de guiar al potencial cliente a través de la página para que explore y así satisfaga su necesidad de adquirir información. La experiencia de usuario en este punto es muy parecida a la de recorrer los pasillos de una tienda offline, y en ambos casos se busca que el visitante vea todo lo necesario hasta que haga la compra.
Las páginas web se optimizan para que sea divertido navegar por ellas, casi sin darse uno cuenta. La combinación de colores, las palabras clave y la distribución de los elementos en pantalla, son algunos de los factores que influyen en las decisiones del usuario. El diseño web busca sacarle el máximo provecho a esto para conseguir cerrar el negocio.
Casi la mitad de las tiendas online no se preocupan por este aspecto y pierden un porcentaje significativo de ventas a causa de ello. Tan solo será necesario prestar atención y trabajar con cuidado el diseño para ofrecer una experiencia inolvidable, que enganche a los internautas, y que así, se consigan más ventas y un público más fiel.