La residencia española ofrece la posibilidad de habitar en España sin tener problemas legales y, por extensión, sin sentir temor a ser expulsado del país. Los permisos de residencia en pueden ser concedidos por motivos laborales, de emprendimiento o incluso por cuestiones de persecución. Comenzamos con las vías para obtener la residencia legal por motivos de negocios, que repasamos a continuación.
Residencia española e inversión
Este permiso de residencia está pensado para ciudadanos comunitarios y no comunitarios que piensan en España como espacio de inversión. En esos casos, la cantidad mínima de dinero que deben invertir es de 500.000 euros o más en proyectos inmobiliarios, disponer de depósitos bancarios de un millón de euros o más, invertir en deuda pública por al menos dos millones de euros o generar negocios en España considerados de interés general.
Una vez se cumplen estos requisitos, los pasos a seguir para conseguir la residencia legal pasan en buena medida por dejarse asesorar por abogados especialistas en temas de migración, como el equipo de Spanish Residency, uno de los despachos líderes en residencia española.
Esta residencia, denominada visa para emprendedores, fue incluida en la Ley de fomento de Emprendimiento durante el año 2013, como parte de un plan que regula la entrada y permanencia en España de ciudadanos no comunitarios que prueben su capacidad de inversión, emprendimiento y profesionales altamente cualificados.
Profesionales altamente cualificados
Otra opción para residir legalmente en España es desempeñándose como profesional altamente cualificado. En este caso, lo que persigue el gobierno es atraer talento extranjero, luego forman parte de esta opción los graduados y posgraduados de universidades y escuelas de negocio de prestigio que se sienten tentados para trabajar en España.
En caso de no obtener permiso legal para trabajar en el país de acuerdo a los procedimientos estandarizados, exista también la posibilidad de solicitar la Tarjeta Azul de la Unión Europea.
Permiso de residencia por arraigo social
El arraigo social es la razón más extendida para conceder la residencia legal. La persona que quiera obtener un permiso de residencia en España deberá haber convivido durante tres años en el país, tener contrato de trabajo por cuenta ajena o estar preparado para trabajar por cuenta propia, es decir, tener solvencia económica para iniciar un negocio.
Además, es indispensable disponer de certificado de inserción social o contar con familiares en España que ya tengan permiso de residencia. Por último, hay que aportar obligatoriamente un certificado de antecedentes penales.
Permiso de residencia no lucrativa
Este modo de obtener permiso para residir de manera legal en España guarda mucha relación con los primeros comentados, pues a él pueden acceder normalmente personas con una solvencia económica suficiente. La diferencia respecto al primer caso es que con la residencia no lucrativa, la persona extranjera no busca invertir o trabajar en España. De este modo, pueden adecuarse a esta figura todas aquellas personas extranjeras con solvencia económica que puedan vivir sin necesidad de trabajar en el país, ni por cuenta ajena ni por cuenta propia.
El requisito indispensable es demostrar esa solvencia económica, que se cifra en 27.000 euros para el primer miembro de la familia y 6.000 euros más por cada miembro familiar. Este permiso de residencia hay que solicitarlo en el consulado español del país natal, o bien el país donde la persona en cuestión tenga permiso de residencia.
Tarjeta comunitaria
Disponer de la tarjeta comunitaria es otra alternativa a la que pueden acudir las personas extranjeras que desean residir en España de manera legal. Esta opción permite a las personas que cuenten con familiares con residencia legal en el mismo país circular libremente y habitar en él.
Los familiares que se incluyen en este grupo son: padres residentes legales, cónyuge o pareja de hecho registrada y padres de nacionalidad europea o cónyuges con residencia legal acreditada. Los hijos hasta los 21 años no tienen que demostrar solvencia económica, y por tanto pueden residir legalmente en España, pero si superan esa edad deberán demostrar independencia económica.
Un último caso de personas que pueden solicitar la tarjeta comunitaria son los ascendientes de ciudadanos con esta tarjeta, pero este proceso es complejo porque los padres deberán demostrar dependencia económica de los hijos.
Permiso de residencia por reagrupación familiar
Esta fórmula guarda cierta relación con la tarjeta comunitaria y responde al mismo objetivo, mantener a la familia unida. El permiso de residencia por reagrupación familiar está pensado para los hijos menores de 18 años, los cónyuges y parejas de hecho de personas que ya cuentan con permiso de residencia y los ascendientes mayores de 65 años que dependan económicamente de sus hijos. La reagrupación familiar incluye a los supuestos de residentes legales en España con nacionalidad no comunitaria.
Más allá de todas estas alternativas, existen los casos excepcionales que reciben la condición de refugiados. Se incluyen en este supuesto todas aquellas personas perseguidas en sus países de origen por motivos ideológicos, religiosos, etnia social, orientación sexual o bien porque proceden de un territorio con un conflicto bélico.
Sea cual sea el vehículo para conseguir un permiso de residencia, la labor de especialistas en derecho como el equipo de Spanish Residency siempre es bien recibida y su ayuda puede resultar crucial para acelerar los procesos.