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DESIGUALDADES SALARIALES

Cinco gráficos que presentan datos del mercado laboral que horrorizarán a las mujeres

Cinco gráficos que presentan datos del mercado laboral que horrorizarán a las mujeres
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  • Una mujer que tenga un hijo nunca igualará el salario de una mujer sin hijos

miércoles 04 de marzo de 2020, 18:23h
A escala global la situación de las mujeres en el mercado laboral está experimentando una mejoría desde la segunda mitad del siglo XX, pero, sin embargo, los datos siguen sorprendiendo. Las mujeres ganan menos. Ser mujer reduce las posibilidades de éxito durante la selección y una madre gana, 10 años después de tener un hijo, en promedio un 20% menos que una mujer que haya decidido no tener descendencia. Los expertos de rankomat.pl, el mayor comparador polaco de seguros y servicios financieros, examinan los datos de salarios y contratación de las mujeres.
En más de la mitad de los países del mundo las mujeres siguen sin poder ejercer las mismas profesiones que los hombres.

En el mapa se han marcado en color verde los países en los que las mujeres han alcanzado una igualdad plena en el ejercicio de todas las profesiones. En el año 2017, la última vez que se llevó a cabo este estudio, estos países apenas suponían el 45% a nivel mundial. Entre los estados en los que aparecen desigualdades de género (aunque pequeñas) también se encuentran países democráticos europeos desarrollados, tales como la República Checa o Francia.

Las causas son diversas, en una parte de los países el motivo son reglamentos que prohíben expresamente el desempeño de determinados trabajos a las mujeres. Por ejemplo, en Rusia solo los hombres pueden ser maquinistas del metro (esto debe cambiar en 2021), en Bielorrusia está vigente la prohibición del trabajo de las mujeres con materiales nocivos para la salud. Las mujeres tampoco son contratadas (a pesar de la ausencia de barreras jurídicas) en determinadas profesiones debido a estereotipos y roles de género tradicionales. Las mujeres desempeñan más a menudo trabajos relacionados con el cuidado de enfermos y niños (el 89% y el 95%, respectivamente, de todos los contratados en estos sectores son mujeres). Mientras tanto, la contratación de mujeres en la industria no supera el 17% y en los puestos relacionados con las nuevas tecnologías es de apenas un 25%.

Las mujeres consiguen mayores éxitos en el mercado laboral si los reclutadores no conocen el género de los candidatos que optan a un nuevo puesto. La diferencia llega a casi el 60% más de posibilidades de contratación cuando la selección es realizada «a ciegas». Incluso cuando en un determinado mercado no existen obstáculos formales para que las mujeres ejerzan cualquier profesión, las desigualdades de género no siempre desaparecen completamente. Los empleadores, de forma consciente o inconsciente, crean barreras que favorecen a los hombres en el proceso de selección.

La mayoría de las orquestas sinfónicas conocidas en los Estados Unidos cambiaron las normas de las audiciones de músicos en los años 70 y 80, haciéndolas más equilibradas y estandarizadas.

Se introdujeron normas adicionales que tenían como objetivo una selección imparcial en cuestión de género. El género del músico podía quedar oculto a la comisión. No todas las audiciones fueron realizadas «a ciegas» ( es decir, con la identidad de los participantes oculta).

Las mismas candidatas participaron en procesos de selección a ciegas y tradicionales, gracias a lo cual se pueden comparar las posibilidades de éxito que tenían en ambos casos.

En una selección tradicional (la comisión conocía el género de los candidatos) solo el 1,7% de las mujeres que se presentaron fueron contratadas, mientras que entre los hombres hasta un 2,7% consiguieron el éxito. Entre las mismas mujeres, el 2,7% de ellas consiguió el éxito en una selección a ciegas. En los hombres las diferencias entre los procesos de selección a ciegas y tradicionales son pequeñas, mientras que para las mujeres las posibilidades de éxito aumentaron casi en un 60%. En la actualidad los procesos de selección a ciegas ganan popularidad. Se ha decidido por esta forma de búsqueda de candidatos la BBC, por ejemplo. Es una forma de igualar las posibilidades en el mercado laboral sin pasar a una discriminación positiva (como la paridad).

La igualdad de género en tendencia creciente

A escala mundial las desigualdades entre los salarios de hombres y mujeres se están reduciendo. Siguen siendo considerables, pero menos abrumadoras que en el año 1970. Puede verse una enorme mejora especialmente en el mercado británico y en los Estados Unidos, aunque allí el nivel de salida de la desigualdad era especialmente alto.

La brecha salarial según la OCDE (calculada como la diferencia entre la remuneración media de mujeres y hombres) para Gran Bretaña era en el año 1970 del 47,6%. En el año 2016 había caído hasta el 16,8%. En los Estados Unidos desde el año 1973 hasta el 2016 se produjo un descenso del 38,1% al 18,1%. Mientras tanto, para Francia era del 13,3% en el año 2002 y en el 2014 se había reducido al 9,9%,

Desigualdades salariales relacionadas con el hecho de tener hijos, es decir, la pena de la maternidad (motherhood penalty)

La cada vez menor brecha salarial actúa a favor de las mujeres, pero no iguala las posibilidades de las madres en el mercado laboral.

Estudios realizados en Dinamarca (merece la pena observar que se trata de un país con una elevada igualdad de género) demostraron cuáles son las verdaderas consecuencias de la maternidad. Tras el nacimiento de un hijo los salarios de las mujeres caen bruscamente y ya nunca se igualan con los salarios de las mujeres sin hijos. En el caso de los hombres no se observa una influencia del nacimiento del hijo sobre el nivel de remuneración, ni sobre la dinámica de su crecimiento.

El punto de referencia es la remuneración registrada antes del nacimiento del hijo, por lo tanto antes del momento en el que podemos observar las consecuencias del nacimiento sobre el nivel de los salarios. Los motivos por los que observamos esta «pena de la maternidad» pueden ser diversos. A menudo, tras el nacimiento de un hijo las mujeres deciden cambiar su trabajo por otro que les permita volver antes a casa, son menos propensas a hacer otras extraordinarias en el trabajo, en algunos casos renuncian a ascensos o renuncian totalmente a un trabajo profesional.

Un obstáculo que no ha sido posible superar

La desigualdad de género consecuencia del hecho de tener hijos es hoy mayor que en el año 1980. Esto ocurre a pesar de que la brecha salarial se está reduciendo. Cada vez más países abolen o suavizan las barreras legales para las mujeres en el mercado laboral (Rusia y Bielorrusia reducirán antes del año 2021 el número de profesiones cuyo ejercicio está prohibido a las mujeres). Las empresas empiezan a buscar soluciones que permitan unos procesos de selección «a ciegas» para igualar las posibilidades de mujeres y hombres en la lucha por un puesto.

Cada vez hay menor desigualdad salarial de género (brecha salarial). Mientras que se ha reducido claramente la desigualdad resultado de las diferencias en la formación y la desigualdad cuyo motivo eran otros factores (barreras legales, estereotipos), las desigualdades que son resultado de la maternidad se mantienen al mismo nivel, e incluso aumentan ligeramente en comparación con los años 80. Merece la pena añadir que los datos proceden de Dinamarca, un país que tiene el mayor porcentaje de madres trabajadoras del mundo (82%) y un sistema ampliamente desarrollado de ayuda en el mercado laboral a las mujeres tras el nacimiento de un hijo (permiso por paternidad, cuidado gratuito de los hijos en jardines de infancia y guarderías estatales).

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