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SOLO LOS GANADORES TIENEN SITIO EN ESTA SOCIEDAD

¿Quién se acuerda del Capitán Scott? (Por Didac Sánchez)
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¿Quién se acuerda del Capitán Scott? (Por Didac Sánchez)

· Por Didac Sánchez

By Dídac Sánchez
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didacdidacsanchezfoundationorg/5/5/28
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sábado 03 de octubre de 2020, 09:19h

Dime una cosa… ¿Sabes quiénes eran Bowens, Wilson , Evans y Oates… ¿Intenta hacer memoria… ¿no?… ¿Y Scott? … No, no el de las películas de Marvel que lanza rayos con los ojos… a ver si esto te ayuda… ¿el Capitán Scott? ¿Tampoco?... Te voy a explicar quién fue el Capitán Scott: En 1911, la ambición por ser el primero en poner un pie en el polo sur se convirtió en una competición entre una expedición británica, comandada por el capitán Robert Falcon Scott, y otra noruega, con el explorador Ronald Amundsen al mando. Ambos grupos se pusieron en marcha en paralelo a finales de octubre y principios de noviembre en un viaje hacia el sur, desde la costa antártica de más de 1.000 kilómetros.

Dídac Sánchez
Dídac Sánchez

Cuando el 17 de enero de 1912 el capitán Scott y sus hombres llegaron al polo sur, descubrieron que la expedición noruega de Amundsen se les había adelantado, y ya ondeaba desde hacía casi un mes la bandera noruega en el polo sur. Derrotados y vencidos, iniciaron su regreso, pero la muerte le Salió al paso y murieron todos congelados, sin más honores ni gloria.

Hoy en día, los libros de historia se acuerdan de que AMUNDSEN y NORUEGA conquistaron el polo sur, pero nadie se acuerda del capitán Scott, salvo una bonita canción del grupo musical Mecano. Y si alguno recuerda quien era el Capital Scott, no sabe quiénes eran Bowens, Evans, Wilson y Oates, sus cuatro acompañantes que tienen el mismo mérito que el capital Scott.

¿Qué quiero decirte con este ejemplo?: que nadie se acuerda del segundo. Oí una declaración en televisión del entrenador de futbol cholo Simeone. Un periodista le preguntaba cuál era la importancia de ganar. Y el entrenador le contesto: “ganar no es lo más importante, ¡ganas es lo único!”

Lamentablemente, para bien o para mal, el mundo se divide entre ganadores y perdedores. Y el primero se lleva siempre la gloria y el segundo acaba hundido en el olvido. Muchos sabemos que Michael Phelps, el célebre nadador americano, ganó 8 medallas de oro en los juegos olímpicos de Pekín de 2008. ¿Te acuerdas de quienes ganaron las medallas de plata? No te esfuerces, nadie se acuerda.

Solo los ganadores tienen sitio en esta sociedad, un poco desquiciada. Las reglas no las hemos hecho ni tú ni yo, y podemos pasarnos la vida creyendo que las podemos cambiar o sencillamente adaptarnos a ellas, e intentar vivir lo más plenamente que las circunstancias nos permitan.

Y para ello solo hay una fórmula: una vez más, hacer más que los demás.

Recuerda lo que decía don quijote:

Sábete sancho, que no hay un hombre que valga más que otro, sino que hace más que otro”.

Los perdedores, encuentran mil excusas para justificar su fracaso y criticar el éxito de los demás para intentar justificar (pobremente) su situación. Nuestro cerebro está programado para salvarnos, incluso de nosotros mismos, justificando nuestros desastres para no hacernos sentir demasiado mal. Es sólo otra de las formas de supervivencia que nuestro cerebro controla. Quienes justifican su presente por algo que sucedió, o no sucedió, solo están perpetuando su estatus de perdedor en este mundo, para poder seguir revolcándose en el lodo. La gente que vive inmersa en el fracaso no controla sus propias vidas, y ello sucede principalmente porque delegan en otros la responsabilidad de las cosas. Los problemas se los ha de solucionar el gobierno, la sanidad pública, su jefe, su familia o quien sea. nunca asumen la responsabilidad y les oyes decir que son víctimas de las circunstancias, que ellos no son los responsables de lo que les está sucediendo. Ser víctimas les hace sentir que tienen “la razón”, y eso le evita tener que buscar soluciones al problema.

Si después de una comida en casa de unos amigos, nos invitan a jugar a un juego, un simpe juego de mesa o de cartas, lo primero que hacemos es aprender rápidamente las reglas del juego, porque si no, no podremos jugar correctamente, no disfrutaremos, y, sobre todo, resultará imposible ganar en ese juego. Es algo lógico ¿no?

Sin embargo, en la vida, nos lanzamos al juego sin conocer las reglas, y las vamos aprendiendo a base de desastres, sinsabores y fracasos.

Y la regla del juego es sencilla: hacer más que los demás. Siempre un paso más lejos que los demás. Tomar el control de las cosas que te suceden, para influir sobre ellas y dirigirlas hacia donde deseas. Ello no quiere decir que no te puedan pasar cosas malas, pero serán muchas menos que a aquellos que no hacen lo necesario por controlar su entorno.

Y la forma de tomar el control, es asumiendo de una vez por todas, que tú eres el que haces que las cosas sucedan, incluso en cosas que antes considerabas que estaban fuera de tu control. Olvidarte de la manida frase “me ha sucedido esto”. es la frase típica de alguien que se siente víctima en la vida, y siempre, tiene elementos comunes:

  1. Solo le pasan cosas malas
  2. Las cosas malas le suceden con regularidad
  3. Siempre les afectan
  4. La culpa de las cosas malas que les suceden la tienen otros.

lo que te ha sucedido hasta hoy, es fruto de algo que has hecho o no has hecho en el pasado lejano o reciente. No hay un ser maligno dedicado a crear desastres y malas experiencias para lanzarlas dentro de tu vida. Tú eres el arquitecto de la misma, y lo que suceda o no en ella, es mayoritariamente responsabilidad tuya. El poeta americano William Ernest Henley en su conocido poema “ Invictus” ya nos aleccionaba con los célebres versos:

poco importa lo sinuoso que es el camino

cargado de penurias y de espantos,

soy el capitán de mi alma,

el dueño de mi destino”

Y cuando asumas esto, incrementarás tu capacidad para hallar soluciones a todo problema que aparezca, tanto en la vida laboral, como en lo personal. así que olvídate del papel de víctima. Como he dicho, solo sirve para revolcarse en el lodo, como los cerdos.

Así que, si decides actuar, más que los demás, tomarás el control sobre muchas áreas de tu vida, incluida la laboral, y la comercial, que no son más que algunas áreas más de tu vida. Porque tú eres el generador, el creador de todo lo positivo o negativo que te sucede en la vida, y por ende en el mundo de los negocios. Lo que te sucede, en el fondo, si lo analizas en profundidad, es solo culpa tuya por algo que hiciste, o algo que no hiciste. Has de aplicar esta fórmula para todo en la vida y verás cómo las cosas cambian a mejor. Es una idea falsa y preconcebida que el éxito les sucede solo a algunos. En el fondo sabemos que quienes han tenido éxito, es porque han hecho mucho más que los demás. Pero eso da pereza, y es más fácil no hacer nada y quejarnos y lamentarnos. El éxito nunca ha sido ni será para quejicas, llorones, ni víctimas. Es seguro que tú tienes capacidades y dones innatos que no has explotado aún. Tienes deseos de grandeza, sino no estarías leyendo este artículo. Así que convierte tus intenciones, en actos. Aumenta tu responsabilidad, asume el control de lo que te sucede, y pasa de ser de los que ven como las cosas suceden, para pasar a ser de los que hacen que sucedan.

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