¿Por qué las rentabilidades de los bonos de EE.UU. se han comportado peor que la economía?
Quizás sea el reflejo de la demanda de un refugio seguro junto con el brote de la COVID-19 en India, donde las muertes diarias se han multiplicado por siete, desbordando los hospitales, lo que ha acaparado la atención internacional. Parece que las rentabilidades en EE.UU. están reaccionando tanto a condiciones internas como a la grave situación que se ha originado en el exterior.
La aceleración de la inflación que estábamos esperando se ha materializado. Pero parece que los inversores en de duda soberana están más preocupados por la COVID-19 que por los efectos de la inflación. Los recientes avances en el CBOE Volatility Index – el “Índice del Miedo” de Wall Street – apuntan a un aumento de la demanda de protección frente a una futura bajada.
En adelante, el escenario de reflación continuará. Los precios de las materias primas se están disparando, incluyendo los productos destinados a la construcción y la industria (por ejemplo: cobre, acero y mineral de hierro). Aunque puede que estos avances se detengan, indican que hay una sólida demanda subyacente y que los precios se mantienen. Desde la perspectiva de la renta variable, el actual entorno favorecerá a las acciones de estilo valor o cíclicas frente a otras, como por ejemplo las de tecnología, que pueden afrontar dificultades”.
Claves próxima semana:
A veces se produce una pausa en el flujo de datos económicos, pero no es ese el caso de esta semana. El domingo conoceremos el dato de las ventas minoristas de China, la producción industrial y la inversión en renta fija de abril. Los inversores esperan una ralentización de base amplia a medida que el crecimiento se normaliza para volver al ritmo anterior a la pandemia.
El lunes, la atención se volverá hacia Japón, donde los datos preliminares pueden mostrar un 4,6% (anualizado) de contracción del PIB en el primer trimestre. Esto supondría un revés decepcionante tras los avances tan difíciles que se lograron en el segundo semestre de 2020.
El martes será el mercado de la vivienda de EE.UU. el que centrará la atención. Se espera que los inicios de construcción de viviendas se relajen pero se estima que los permisos de construcción – que miden la actividad futura – se aproximen a niveles que no se han visto desde el boom de 2005-6.
Japón volverá a estar en el punto de mira el miércoles, y se estima que los pedidos de maquinaria básica de marzo aumenten un 2,8%, y que el crecimiento de las exportaciones e importaciones de abril se desacelere. En EE.UU., puede que las actas de la última reunión mensual de la Reserva Federal mencionen más avances en el empleo, el gasto y la inversión y un sólido compromiso con el apoyo político.
El jueves y el viernes, los inversores estarán atentos a las noticias sobre la recuperación europea. En Reino Unido, el crecimiento de las ventas minoristas de abril probablemente se ralentizará, pero seguirá todavía en niveles elevados. Los informes de gestores de compras de Europa continental podrían ser irregulares. El sector servicios de la eurozona puede retroceder a terreno de contracción este mes, pero la manufacturación debería mantenerse cercana a los niveles más elevados de los últimos 10 años.
Factores técnicos
La aceleración de la inflación que estábamos esperando se ha materializado. Pero parece que los inversores en deduda soberana están más preocupados por la COVID-19 que por los efectos de la inflación.
Los recientes avances en el CBOE Volatility Index – el “Índice del Miedo” de Wall Street – apuntan a un aumento de la demanda de protección frente a una futura bajada.
En adelante, el escenario de reflación continuará. Los precios de las materias primas se están disparando, incluyendo los productos destinados a la construcción y la industria (por ejemplo: cobre, acero y mineral de hierro). Aunque puede que estos avances se detengan, indican que hay una sólida demanda subyacente y que los precios se mantienen. Desde la perspectiva de la renta variable, el actual entorno favorecerá a las acciones de estilo valor o cíclicas frente a otras, como por ejemplo las de tecnología, que pueden afrontar dificultades.