El monarca alauita, Mohamed VI ha aprovechado el discurso con motivo de la Fiesta del Trono para lanzar varios mensajes, claramente interpretables en una dirección. Más allá de hacer alusiones a la fuerza de la unidad nacional y de las instituciones del país vecino, y a la importancia del trabajo de las fuerzas de seguridad y militares, Mohamed VI, se ha referido al dolor y los estragos materiales, económicos y sanitarios que ha producido la pandemia del coronavirus; en ese sentido, ha señalado los esfuerzos del país para fabricar y distribuir medicamentos y materiales sanitarios en una carrera contrarreloj.
Buena parte de su mensaje ha estado orientado a las políticas de seguridad de futuro en el entorno africano y euromediterráneo. En este sentido ha señalado, apuntando expresamente a Argelia e indirectamente a España, que es su voluntad trabajar las relaciones internacionales basadas en el diálogo, la confianza y la buena voluntad.Buena parte de su mensaje ha estado orientado a las políticas de seguridad de futuro en el entorno africano y euromediterráneo.
En este sentido ha señalado, apuntando expresamente a Argelia e indirectamente a España, que es su voluntad trabajar las relaciones internacionales basadas en el diálogo, la confianza y la buena voluntad. De la misma manera, ha lamentado la imagen que en algunos medios de comunicación se da de la población marroquí como tercermundista, sumida en la pobreza y dedicada, como fuente de su economía, al tráfico de estupefacientes. Más allá del rechazo de tales proyecciones, que se llevan a cabo en determinados ámbitos mediáticos, ¿pretende Mohamed VI inaugurar una etapa de distensión en las relaciones bilaterales con España?